ÓPERA

Fascinados por Don Giovanni

La gran soprano italiana Carmela Remigio, que debuta en el Liceu encarnando a Donna Anna, cuenta por qué el mito atrae tanto

La ópera Don Giovanni, en el Liceu con Carmela Remigio

La ópera Don Giovanni, en el Liceu con Carmela Remigio

CÉSAR LÓPEZ ROSELL

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Más de 350 representaciones encarnando el papel de Donna Anna le contemplan. Desde que Claudio Abbado le llamó en 1996, con tan solo 22 años, para representar por primera vez en Ferrara este rol de la ópera 'Don Giovanni' de Mozart, Carmela Remigio (Pescara, 1973) se ha convertido en un referente en el personaje. La soprano debuta en el Liceu, después de tener que cancelar en el 2002 su inclusión en la polémica versión de Calixto Bieito de la obra a causa de una traqueítis. Han pasado 15 años y la artista es uno de los grandes atractivos del montaje 'high-tech' de Kasper Holten, que utiliza brillantes efectos visuales. Josep Pons, titular de la orquesta de la casa, dirigirá desde el foso este emblemático título.

Remigio se siente feliz al poder actuar por fin en el coliseo barcelonés, "un teatro muy amante de las voces", después de triunfar en los primeros coliseos operísticos. Y más al hacerlo con su ópera fetiche, en la que se recrea a un mito por el que siente «fascinación». Entre el 19 de junio y el 2 de julio cantará en el primer reparto junto al protagonista, Marcusz Kwiecien. Carlos Álvarez solo podrá mostrar su jerarquía en la recreación del seductor cuatro días, a partir del 20, y no coincidirá con la italiana.

Tirso de Molina alumbró este personaje, pero fueron Mozart y su libretista Da Ponte quienes lo catapultaron a la universalidad. El 'regista' Holten resalta que "aunque Don Giovanni hace cosas terribles, el espectador acaba siendo también conquistado por él". En su opinión, con la música de Mozart no se escucha solo la historia de un violador sino la de un ser humano solitario al que no le resulta fácil ser quien es y que se redefine en cada nueva relación.

UNA EXISTENCIA AL LÍMITE

Remigio comparte estas tesis. "Don Giovanni es el seductor que podemos encontrar hoy en cualquier esquina. Ejerce una gran fascinación en nuestros sentimientos, pero no solo por su atractivo sino por la capacidad de involucrarte en su imaginativo pensamiento. Es alguien al que no puedes retener porque es escurridizo y vive su existencia al límite". Pasión, energía y creatividad envuelven a un tipo capaz de que los demás sean partícipes de sus sueños. "Mozart define a la perfección un trazo psicológico que evoluciona según con quien se relacione", señala la soprano.

"Donna Anna es una mujer misteriosa, sinuosa y en esta versión se muestra algo más histérica", dice de su personaje. "Ella desea a Don Giovanni, pero está obligada a gritar 'vendetta' porque él ha matado a su padre y la sociedad se lo exige. Tiene un prometido, Don Ottavio, que la adora y es perfecto, pero como ocurre muchas veces, se siente atraída por lo oscuro del libertino, al que ve como especie de álter ego suyo". Tiene más carácter que Donna Elvira, que no renuncia nunca al amor del conquistador a pesar de ser constantemente humillada por él.

TRÍO FEMENINO

Para comprender la profundidad de Anna, Remigio ha interpretado 50 veces a Elvira. "Ambas se complementan y cada una es el espejo de la otra pero ella es más dramática e intenta siempre salvarlo", dice. A Zerlina, la otra perseguida por Don Giovanni, no la ha interpretado nunca, pero es el tercer elemento del trío femenino, el más chispeante y deseoso de escalar su lugar en el sol del protagonismo. La ascendente Julia Lezhneva le dará vida.

La soprano, de destacado perfil mozartiano y belcantista, aunque con incursiones en Verdi y Puccini, se siente tan actriz como cantante. Afirma que la influencia de Peter Brook, con quien trabajó conjuntamente con Abbado en 1998 en Aix en Provence, fue decisiva para entender la importancia del teatro dentro de la ópera. Lamenta no haber podido coincidir todavía con Calixto Bieito, al que considera un gran director de escena. Pero sin duda podremos disfrutar de ella tanto como del terrorífico enfrentamiento del Comendador con Don Giovanni. Una cita ineludible.