Tendencia amarilla

De aquí salen las mejores tortillas con cosas de Barcelona

Estos son los restaurantes de Barcelona que le echan más huevos. Tortillas con las combinaciones más excitantes: de callos a bravas. Ponte el babero XXL

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A1-175048609.jpg / Manu Mitru

Òscar Broc

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Los caminos de la tortilla, como los de Dios, son inescrutables. Hay que sentirla y nada más. En esto de la cocina popular (y rápida), una buena tortilla tiene pocos rivales. Pero si a esa tortilla, además, le empezamos a añadir cosas, la fiesta del sabor puede dispararse. Unos introducen ingredientes en su interior. Otros añaden 'toppings' locos. Los hay que incluso ponen los regalitos debajo del orbe amarillo. Bacalao, callos, alcachofas, patatas bravas, chistorra, tallarines de calamar… En estos restaurantes encontrarás combinaciones excitantes. Y ponte el babero XXL, por Dios: acabas de cruzar el umbral y estás en la Barcelona de las tortillas con cosas.  

1. Fiesta de la tortilla

Clase alta

Una mañana en Mantequerías Pirenaicas.

Una mañana en Mantequerías Pirenaicas. / Manu Mitru

El Rey Amarillo. De Diagonal para arriba, Mantequerías Pirenaicas (Muntaner, 460) es el laboratorio del que salen las mejores tortillas con cosas. Las colas no dejan lugar a la duda. Hay gente dispuesta a esperar lo que sea para remojarse las barbas en sus gruesas tortillas de patata, creaciones adictivas, cremosas, babeantes, recién hechas y con producto de 24 quilates. El catálogo de tortillas muta cada jornada en función del producto, es decir, más allá de los clásicos, un día puedes encontrarte una tortilla de pulpo, otro día una de sobrasada y brie, otro día una de chorizo guisado…, y así hasta que se congele el universo. Por cierto, si no puedes desplazarte hasta la zona alta, Mantequerías tiene el mejor servicio 'delivery' que conozco. Sofá, mantita y tortilla: fuck Netflix.   


2. Colmado de felicidad

‘Cap i pota’ deluxe

Tortilla con 'cap i pota' de Colmado Wilmot.

Tortilla con 'cap i pota' de Colmado Wilmot. / O. B.

La nueva aventura de Eugeni de Diego (Bar Lombo, Tamae) es un regalo con lacito para el 'bon vivant': Colmado Wilmot (Calvet, 28). Se trata de un colmado, sí, porque puedes comprar género y llevártelo a casa, pero también es un apeadero en el que podrás mimarte gracias a una carta trufada de caramelos reconocibles tanto para los amantes de la cocina popular como para los que buscan sofisticación en el plato. En el apartado de pinchos de tortilla, la orquesta sale a tocar con fiereza. Detecto tres opciones: con gambas al ajillo, con chistorra a la sidra y, oh, con callos y 'cap i pota'. Me decanto por la última y en la mesa aterriza un triángulo de tortilla perfecto, con la patata cremosa y una corteza amarilla que grita «¡muérdeme!». El pincho descansa sobre un manto de felicidad. Los callos y el 'cap i pota' entendidos como una golosina. Una tortilla impecable que es como una nube. Imprescindible apoyarse en la majestuosa ensaladilla rusa –temperatura perfecta–, el fricandó con 'espardenyes' y la ventresca de atún con aceite de jamón. Dato para nostálgicos: en el interior conservan el letrero de La Campana, legendaria casa de comidas que antaño ocupaba la misma esquina.   


3. Betanzos connection

Tortilla con ‘topping’

Tortilla de Betanzos con tartar de gambas de Batea.

Tortilla de Betanzos con tartar de gambas de Batea. / Ferran Nadeu

La tortilla de Betanzos se ha convertido en el logo de la escudería Batea (Gran Via de les Corts Catalanes, 605). En esta marisquería moderna con acento gallego resulta complicado salir insatisfecho. Las moluscadas frías y sus creaciones más personales, siempre con producto del mar, se quedan en tu paladar horas después de la ingesta. No obstante, uno de mis bocados favoritos es su tortilla de Betanzos: jugosísima, preñada de sabor, perfectamente cocinada en su capa exterior y con un 'topping' que cambia según temporada y producto disponible. La tortilla, en tamaño individual, puede sorprendernos con una boina de sepionetas, de tallarines de calamar o de alcachofas. ¿Y por qué no ponerle encima un tartar de gamba blanca de Barcelona? Como canta Fran Perea: quién me lo iba a decir, que era tan fácil ser feliz.  


4. Vasco con galones

La ruta del bacalao

Tortilla de bacalao de Abasolo.

Tortilla de bacalao de Abasolo. / Instagram

Mantel y servilletas perfectamente planchadas. Vajilla impecable. Camareros de verdad. En Abasolo (Marià Cubí, 190) se toman muy en serio el ritual de la buena mesa. Este veterano restaurante vasco surca una nueva etapa vital con una carta renovada y marcada, claro está, por la cocina popular vasca. Entre sus ofrecimientos (vaya cocochas, Dios mío) brilla con fuerza una espectacular tortilla de bacalao con cebolla confitada y puerro. Me gusta que la corteza tenga un punto tostadito y el interior sea tan baboso y sensual. El bacalao te acaricia la lengua, los jugos te empapan el alma y la copa de tinto te ayuda a completar el éxtasis. Te acabarás fumando un puro aunque no hayas probado el tabaco en tu vida.    


5. Sin tonterías

Dieta de la alcachofa

Tortilla de alcachofas de Can Saia. 

Tortilla de alcachofas de Can Saia.  / O. B.

Me dicen en Can Saia (Bruc, 157) que aún se puede disfrutar de su magnífica tortilla de alcachofas con butifarra negra. Las alcachofas de Tudela todavía están buenas, aseguran, así que aprovecha y pídela en este negocio familiar consagrado al producto. En Can Saia, las florituras no tienen sentido. Su cocina mediterránea se apoya en tres columnas: cocinero experimentado, género cuidadosamente seleccionado y servicio de sala intachable. Que conste que la suya no es una tortilla para 'instagrammers', el 'look' aquí es lo de menos. Y es que seguramente muchos recordaréis la tortilla de vuestra yaya cuando la veáis y le hinquéis la primera dentellada. No se me ocurre mayor elogio para un restaurante.    


6. Amarillo picante

Aguas bravas

Tortilla de patatas bravas del Croma by Flash.

Tortilla de patatas bravas del Croma by Flash. / Instagram

Perteneciente a la familia Flash Flash, la catedral tortillera más veterana y 'cool' de Barcelona, el Croma (Diagonal, 640) te espera justo delante de la Illa Diagonal, armado con todo tipo de entrantes, tapas, ensaladas, pastas, arroces, hamburguesas… y tortillas. Muchas tortillas. El catálogo es atrevido y presenta combinaciones que desbordarán tus glándulas salivales. Qué fácil es dejarse querer por la tortilla catalana, con anchoas y escalivada. Y qué decir de la mallorquina, con sobrasada y queso. Pero hay un artefacto que me llama poderosamente la atención y, si mal no recuerdo, tiene el picante subido: la tortilla de patatas bravas. Ni más ni menos. Una base de tortilla sostiene una lluvia de meteoritos de patata y una riada de salsas que pondrá a prueba la resistencia de tus papilas. Porno.    


7. Raíces vascas

Chipirones y tinta

Tortilla con chipirones en su tinta de  Koska Taverna.

Tortilla con chipirones en su tinta de  Koska Taverna. / Instagram

No acostumbra a salir en las listas de «los mejores», pero a mi modo de ver Koska Taverna (Blai, 8) es con diferencia una de las catedrales barcelonesas de la tortilla con cosas y, sin duda, la reina de Poble Sec. Entre 'pintxos', bocadillos, tapas y platillos, uno puede perderse en su colección de tortillas y no volver nunca más a la realidad. Tortillas de patata y cebolla con sus deliciosos jugos manchando el plato e ingredientes extra como los chipirones en su tinta, seguramente la combinación que más aprecio. El garito que todos querríamos tener debajo de casa.   


8. En familia

Pilpil a cuatro manos

Tortilla de bacalao con su pilpil de Casa de Comidas Buenavista.

Tortilla de bacalao con su pilpil de Casa de Comidas Buenavista. /

Cocina de mercado. Platos populares. En Casa de Comidas Buenavista (Ronda de Sant Antoni, 84) es preferible acudir en grupo y llenar la mesa de platos. La tortilla insignia de la casa es la de bacalao con su pilpil. Una tortilla académica y sin fisuras que seduce gracias a las caricias de pescado en sus adentros y un baño de pilpil que embadurna la pieza y le añade un extra de sabor y jugosidad. Ideal para devorar a cuatro manos, la tortilla del Buenavista puede combinarse con unas croquetas de jamón, unos calamares frescos a la andaluza con mahonesa de mojo, un canelón de rustido o un filete de ternera con foie gras poêlé. Resérvate el mejor lado del sofá para la siesta.   


9. Cocina de fondo

Tortilla guisada

Tortilla guisada con almejas de Vigo de Molino de Pez.

Tortilla guisada con almejas de Vigo de Molino de Pez. / Instagram

Cocina española de altas prestaciones en un restaurante que cuida tanto el producto como los detalles. La filosofía capitalina de La Ancha trasladada y adaptada a Barcelona. En Molino de Pez (Còrsega, 346), los torreznos te harán alcanzar el nirvana porcino. El rodaballo a la vasca sabe a gloria bendita. El arroz meloso con berberechos es una joya a descubrir. Y en el apartado de tortillas, abróchate el cinturón porque te espera una tortilla guisada con callos que pondrá a prueba el concepto que hasta ahora tenías de tortilla. También puedes encontrarla con almejas, por si eres más de playa que de piara. Y no cierres compromisos para después de comer; necesitarás varias horas para olvidarte de los que has ingerido. 


10. Placer amarillo

Chistorra y más

Tortilla de chistorra de Tremendo.

Tortilla de chistorra de Tremendo. / Instagram

Lo de Tremendo (Consell de Cent, 12) es ídem. Un restaurante que es pura dopamina. Atención a su pollo frito y, sobre todo, a sus tortillas con cosas. Piezas individuales y poco cuajadas, cuyos ingredientes supuran amor –patata y cebolla bailando al unísono–, y presentan combinaciones ganadoras. Con salsa brava, con trufa y setas, de temporada… Cualquiera te enamorará, pero sé que la de chistorra se convertirá en tu nueva medicina. Por cierto, aprovéchate de los martes huevones: todas las tortillas a 10 euros.

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