Gracias por salvarnos, TikTok, por Òscar Broc

TikTok ha dejado de ser un muestrario de coreografías absurdas para convertirse en un escaparate para 'influencers' de todo tipo. Entre los 'influs' gastro, la tendencia actual es acudir a restaurantes donde se puede comer mucho por muy poco. Un reflejo de estos tiempos de inflación en los que se impone la mejor relación cantidad-precio. Bocadillos gigantescos y rebosantes de viandas grasientas. Las pizzas más ridículamente baratas y grandes. Arepas del tamaño del 'Halcón Milenario'. Donuts que parecen flotadores XXL. Y así todo el rato. En la red social china, los 'likes' dictan sentencia: «Comer más y barato» gana a «comer bien y barato».  

En el vasto océano de los 'foodies' tiktokers, detecto que se impone también otra tendencia: consejos culinarios para 'dummies'. Trucos y estrategias aparentemente sencillas que nunca habías pensado. Ideas que se venden como el descubrimiento de Atlantis para que tú, como buen inútil, saques el máximo provecho de tu despensa y utensilios de cocina. 

Visionarios virales

En un vídeo viral, un tipo llamado @sidneyraz asegura que cortamos mal el bizcocho. Si no quieres que se desmigaje, en lugar de cortar los triángulos desde el centro, de arriba a abajo, hay que cortar de lado, empezando por fuera. Es el mismo señor que te aconseja arrojar un pellizco de sal en el café para matar su amargura. En otra cuenta, un visionario nos revela que la pajita de los 'bricks' se pone al revés, con la parte curvada dentro del recipiente…

Paremos esto. Si nos tomáramos en serio esta avalancha de tiktokers iluminados, acabaríamos hundidos en la miseria. Resulta que llevamos toda la vida cortando mal las tartas, bebiendo café amargo porque queremos, poniendo mal la pajita de los 'bricks' y así 'ad infinitum'. Suerte que tenemos a TikTok para recordarnos que somos gilipollas.

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