Toma pan y moja

La Ley Corden, por Òscar Broc

Un restaurante de Nueva York vetó al humorista James Corden por ser "un cretinillo de tres al cuarto". Todos los empresarios de hostelería tienen alguna anécdota con famosos con humos

On Barcelona El humorista James Corden

On Barcelona El humorista James Corden / REUTERS/Lucas Jackson

Òscar Broc

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La noticia reconforta. El propietario del restaurante Balthazar de Nueva York, un 'hot spot' frecuentado por celebridades, le prohibió la entrada al popular presentador y humorista James Corden. Básicamente, estaba harto de los aires de superioridad y malos modos del famoso comediante. Según el empresario, Corden es «un humorista inmenso, pero un cretinillo de tres al cuarto». Bromas las justas, porque el señor está acostumbrado a lidiar con los egos de las 'celebrities' y ha asegurado que Corden es el cliente más abusivo con el servicio que ha conocido nunca.

Hay famosos que merecen correctivos de esta índole, pero muy pocos restauradores se atreven a aplicarlos por miedo a la la mala publicidad que pueda derivarse de ello. Del mismo modo que un post favorable de una celebridad puede ayudarte, un post negativo puede hundirte hasta el fondo del fango. 

Una victoria esperanzadora

Conozco a muchos empresarios de hostelería y todos tienen alguna anécdota de mierda con alguna celebridad subida de humos implicada. Es más habitual de lo que creemos. Porque hay famosos, sobre todo famosetes, que parecen vivir en una burbuja de superioridad y tienen por costumbre confundir servicio con servidumbre. Duro con ellos. 

Antes de cerrar esta columna, leo en Bloomberg que Corden se ha disculpado por su comportamiento y que el propietario de Balthazar le ha perdonado. O Corden es un tipo sensato o le gusta tanto el brunch de Balthazar que se ha tenido que bajar los pantalones. Da igual, lo importante es que junto a los pantalones también se le han bajado los humos, y eso es una pequeña y esperanzadora victoria. Solo pido que los propietarios de restaurantes españoles frecuentados por famosillos tomen nota. Eat the rich? Eat the celebrities!

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