Toma pan y moja

¡Bombas, bombas!, por Òscar Broc

Es mucho más que una tapa. Para muchos, la bomba es un objeto de poder que debería ser considerado patrimonio cultural de Barcelona

bomba

bomba

Òscar Broc

Òscar Broc

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En La Cova Fumada se respira la mística de las catedrales históricas. En lugar de tallas sacras ante las que arrodillarse, en este garito de horario cubista y acceso imposible uno se hinca de hinojos ante un orbe crujiente y picante que grita Barceloneta lo mires desde donde lo mires. No busques defectos a la esfera, dicen los filósofos y físicos, pues apliquemos dicha máxima a la bomba, una tapa esférica de vocación universal que nació en La Cova Fumada en 1955 y se ha ganado un puesto de honor en el ADN de la ciudad.

Bendito invento, la bomba. Una masa de patata rellena de carne picada y rebozada a conciencia, que se corona con una boina de alioli y salsa picante. What else?, que diría George Clooney. Una croqueta de patata con forma de pelota, convertida en símbolo identitario de un barrio y quién sabe si de una ciudad. Tal es su importancia que hasta el 30 de octubre se celebra la iniciativa ‘La Barceloneta es la bomba’, un 'tour' que honra dicha tapa y en el que participan una veintena de locales del barrio marinero, cada uno aportando su versión particular de la creación de La Cova Fumada. 

Explosión de sabor

No se me ocurre mejor forma de descubrir la Barceloneta que recorrer sus garitos más emblemáticos en busca de su tapa más emblemática. Porque la bomba es mucho más que una tapa; para muchos es un objeto de poder que debería ser considerado patrimonio cultural de Barcelona

Que la tapa estrella de La Cova Fumada se haya imitado en todos los rincones de la ciudad, que no haya una sola tapería que no la incluya en su carta o que restaurantes de entidad como Taberna Noroeste la hayan reinventado son claros indicios de la grandeza de la única pieza de artillería que deberíamos promover y celebrar. En un mundo ideal, las únicas bombas permitidas serían estas. Ya lo dijo John Lennon: "Puedes decir que soy un soñador…, pero no soy el único". 

Suscríbete para seguir leyendo