Toma pan y moja

Beber solo | El artículo de Òscar Broc

El cine nos ha enseñado que una persona bebiendo sola en un oscuro bar es una persona acabada y atenazada por las deudas

Beber solo

Beber solo

Òscar Broc

Òscar Broc

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Por alguna razón que no alcanzo a comprender, parece ser que hay actividades que tienen que llevarse a cabo en compañía. Ir al cine solo, uno de los mayores placeres del mundo, es todavía hoy un deporte minoritario. Si te vas solo de vacaciones, eres un perturbado. Y mucho cuidado con cenar solo en un restaurante porque puedes convertirte en objeto de conjeturas catastróficas en las mesas circundantes: Le habrá dejado su pareja, normal, con esa cara. Qué pena cenar solo, seguro que no lo soporta ni Dios. Míralo, estaría mejor en casa comiendo Cheetos mientras su vida se derrumba. Etcétera. 

Pero nada es comprable al acto de beber solo. El cine nos ha enseñado que una persona bebiendo sola en un oscuro bar es una persona acabada, atenazada por las deudas, herida de muerte por una infidelidad. Las opciones son variadas, pero siempre terminan en autodestrucción, autohumillación y mucha lástima. Pues no. Ya es hora de enterrar tópicos y decir las cosas como son: beber solo es un maldito placer

No a la cháchara

Beber solo te libra de llenar silencios incómodos con cháchara de saldo. Te ofrece el paréntesis perfecto para evaluar tu día con calma. Te reajusta los biorritmos después de una jornada de estrés. Acalla el ruido ambiental y amortigua los graznidos de la gente. Te permite apreciar el contenido de la copa y saborear la embriaguez sin interferencias.

No hay nada de lo que avergonzarse, al contrario, beber solo debería ser motivo de orgullo. Por eso me siento como en casa en las coctelerías que respetan al bebedor solitario. Ese bebedor que, en secreto, desde su rinconcito y sin verbalizarlo, comparte con el 'bartender' la misma opinión: que es mejor mejor beber solo que mal acompañado. Y la mayoría de veces, la mejor forma de estar bien acompañado es estar solo. Brindo conmigo, pues. 

Suscríbete para seguir leyendo