TOMA PAN Y MOJA

Frankfurts y palomas

El frankfurt del Camp Nou es un icono gastronómico tan 'nostrat' como los 'panellets' y pese a su dudosa calidad no han perdido un ápice de épica

Frankfurts en el Camp Nou

Frankfurts en el Camp Nou / Josep María Arolas

Òscar Broc

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Parece que el FC Barcelona no pasa por su mejor momento. Se han aireado ya graves muestras de incompetencia por parte de la administración de Josep Maria Bartomeu, pero la revelación más perturbadora, a mi modo de ver, atañe a las acumulaciones de excrementos y de nidos de palomas que se habían encontrado en las vigas del estadio durante la presidencia de Sandro Rosell.

Lo más perturbador de este relato de Halloween es que, según el informe elaborado por los encargados de la inspección, en determinadas zonas del estadio el mejunje de heces de pájaro goteaba libremente sobre las planchas en las que se cocinaban los míticos frankfurts del Camp Nou. No debieron de ser pocos los que junto a la mostaza y el kétchup se llevaron sin saberlo un extra de guano en su bocadillo (risas enlatadas).

Bocados de nostalgia

La noticia ha puesto en entredicho el frankfurt del Camp Nou, un icono gastronómico tan 'nostrat' como los 'panellets'. Bocados de nostalgia en formato 'junk food'. Puñetazos de grasas saturadas que remueven las emociones de distintas generaciones de barcelonistas. Hace tiempo que la calidad de estos frankfurts es dudosa: pan reseco de mala calidad, salchichas calamitosas de contenido incierto, kétchup industrial azucaradísimo, precios delirantes... A pesar de todo, no han perdido un ápice de épica.

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Y estoy convencido de que ni las palomas podrán con su leyenda; dudo de que el culé más sentimental deje de idealizar el frankfurt del Camp Nou pese al relato de las goteras. De hecho, ahora que la nueva junta lo ha saneado todo, no descarto que aparezca algún nostálgico lamentándose de que los frankfurts actuales ya no son como los de antes y pidiendo, por favor, que vuelvan a echarles la salsa secreta de los viejos tiempos.

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