Toma pan y moja

Testosterona de especialidad

Una cuenta de Instagram muestra tazas de café con desafiantes penes dibujados con sumo detalle en la espuma

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Òscar Broc

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Desde hace unos años sigo con no poca fascinación una cuenta de Instagram dedicada a un subgénero muy concreto de dibujos en cafés de especialidad. Se llama Dicklatte y solo muestra tazas de café con enhiestos y desafiantes penes dibujados con sumo detalle en la espuma. Una fiesta de cafeína y testosterona. 

Lo cierto es que en 2019, un barista se hizo viral por ejecutar la misma argucia pictórica en una cafelito. Una acción que, por cierto, no tiene nada de original, pues simplemente consiste en trasladar al mundo de la cafetería la incomprensible pulsión masculina de dibujar pichas en Post-its. Nada nuevo en el horizonte.  

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Café y garabatos

Lo cierto es que los ‘capuccinos’ con extra shot de masculinidad de Dicklatte me ha hecho pensar en lo mal aprovechados que están estos efímeros lienzos. Hojas de helecho, margaritas, ositos, corazones, tu primera colonia Chispas… Los dibujos que flotan en la superficie de los cafés de especialidad están sometidos al yugo de lo cuqui. Una tendencia lógica, por otra parte; hay que transmitir calidez y buen rollo, y dibujar un Kalashnikov o la cara de Bad Bunny en el ‘flat white’ podría ahuyentar al cliente. 

No obstante, echo de menos un poco más de gallardía en este arte tan conservador. Premio para el primero que dibuje el logo de 'Sálvame' o el 'meme' de Drake en mi café con leche. Premio para el que me sorprenda, soy lo suficientemente adulto para saber que el dibujo no cambiará el sabor del contenido. Y dejémonos de prejuicios, si existen los gofres en forma de pene y vulva, digo yo que no será tan difícil acostumbrarse a ver genitales en la taza de café, total, al cabo de dos lengüetazos ya se nos habrá pasado la tontería. 

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