Toma pan y moja

Los donuts de Dabiz

Las rosquillas del chef madrileño han reactivado una polémica cíclica

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Òscar Broc

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Mortales, ya están aquí los Donuts XO de Dabiz Muñoz, la enésima colaboración entre un cocinero mediático y una gran marca de bollería, snacks y/o comida rápida; una de esas alianzas que ponen los pelos de punta a periodistas gastronómicos tendentes al drama. Como cabía esperar, las rosquillas del chef madrileño han reactivado un debate tan cíclico que ya es pesado, una polémica que aflora cada vez que un cocinero pop se lucra contando las bondades de algún comistrajo ultraprocesado (tendencia muy en boga, por cierto).

Para mí, no hay debate. No me molesta en absoluto que grandes chefs anuncien productos alimentarios de dudosa reputación. Especialmente en tiempos de crisis para la hostelería como estos. Porque si nos ponemos la capa de la dignidad y la moral, y patrullamos todos los tejados, tendremos más trabajo que Batman en la noche de Halloween. Después de los chefs, iríamos a por los actores que son imagen de las empresas de telefonía que nos timan. Y luego, a por los pilotos famosos que nos invitan a comprar coches escandalosamente contaminantes y peligrosos. Y así 'ad infinitum'.

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Zombis y rosquillas

No he probado los Donuts XO, ni lo haré por miedo al torrente de reflujo que puedan ocasionarme. Tengo claro que los donuts no se convertirán en un superalimento de la noche a la mañana porque un chef les ha lanzado sus polvitos mágicos. Y supongo que esta línea de pensamiento tan rudimentaria y al alcance de cualquier homínido, la comparte el grueso de los adultos con dos dedos de frente que me rodean. Quizás soy un iluso, pero no vislumbro un apocalipsis patrio de obesos zombis adictos a los donuts tan solo porque a Dabiz Muñoz le ha dado por coquetear con la bollería industrial. Calma. 

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