HECHO EN CASA

Recetas para la resistencia: curri de pollo (con alternativas)

Platos sencillos, sabrosos y eficaces para hacer más llevadero el confinamiento

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PAU ARENÓS

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QUÉ

  • Pechugas de pollo (aunque prefiero los contramuslos)
  • Arroz largo
  • Cebolla
  • Cúrcuma en polvo
  • Pimentón picante
  • Jengibre en polvo
  • Anacardos (o pistachos o… el fruto seco que tengas)
  • Semillas de comino
  • Coriandro en grano (o las especias que sean de tu gusto)
  • Yogur blanco (podría ser leche de coco)
  • Cebollino (o no)
  • Aceite
  • Sal
  • Pimienta negra

CÓMO

Para el pollo: trocea el pollo y déjalo en un recipiente. Espolvorea la cúrcuma, el jengibre y el pimentón picante. Salpimienta. Embadúrnalo como si fuera una mascarilla exfoliante. Añade aceite y agua y deja reposar entre una hora y dos. Si lo guardas una noche en la nevera, todavía mejor. Los contramuslos dan un fantástico resultado, pero por alguna razón incomprensible la gente adora las pechugas. Con este sistema evitarás que sean más secas que el saludo de un portero de finca buena.

Para los anacardos: déjalos media hora cubiertos con agua tibia. Después tritúralos con el túrmix hasta conseguir una pasta.

Para la cebolla y las especias: como ayer, demuestra tu pericia para cortarla en juliana y póchala lentamente con aceite en una cazuela. Ve refrescándola con agua. En el mortero o el molinillo (o a golpes entre papeles de cocina si no tienes nada más), machaca el comino y el coriandro y añádelos a la cebolla. Notarás cómo el perfume cambia el estado de ánimo de tu cocina.

Para el arroz largo: lávalo varias veces, hiérvelo con agua y sal y cuélalo.

Para el curri: con la cebolla especiada a punto, convoca al pollo marinado. Mézclalo todo con garbo. Cuando esté cocinado, tatachán, pon la pasta de anacardos. Si queda más espeso que un día nublado, echa un poco de agua y deja reducir. En el último momento, el yogur. No añadas el lácteo demasiado pronto porque la mezcla perderá cremosidad.

Emplatado: en un recipiente hondo, el curri de pollo a un lado y el arroz en el otro. O el blanco debajo y el amarillo encima. Pica cebollino y dale un toque verde (no es necesario). Espolvorea pimienta negra recién molida (muy recomendable). También admite anacardos troceados (los olvidé para la foto).

POR QUÉ

Este plato no es auténtico, no soy indio y no tengo la capacidad ni la legitimidad para testar su ‘verdad’. Es un curri en cuanto guiso especiado. Como sucede a menudo, la visita a un restaurante me estimula y llego a casa con ganas de preparar algo que me ha llamado la atención. Desde que fui a Mirch, el 'indian garito' de Ivan Surinder, en el Raval de Barcelona, quise añadir un curri al recetario doméstico. Lo probé con cordero a partir de un ‘rogan josh’ y anoche hice este a partir de un pollo ‘korma’.

Fue improvisado: tenía pechugas congeladas (¿¡cómo!?), yogur, cebolla, anacardos y arroz largo. De especias siempre estamos surtidos.

Esta es mi sugerencia, pero en cocina hay que buscar alternativas. ¿No tienes pollo? ¡Prueba con coliflor!