COCINA 'LOW COST'

10 menús degustación en Barcelona por menos de 40 euros

Atrévete a dar el primer paso en la alta gastronomía. Prueba cocinas de todo el globo por menos de lo que te cuesta un billete de Ryanair

10 menús degustación con una calidad - precio inmejorable

10 menús degustación con una calidad - precio inmejorable / periodico

Òscar Broc

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¿Te acojonan a los menús degustación tochos? ¿Les tienes más respeto que al juez Marchena? Cuesta dar el gran salto, especialmente cuando hablamos de menús de alta alcurnia, pases con más platos que la boda de Farruquito, maridajes que tumbarían a Bertín Osborne y precios mareantes. Si quieres dar tu primer paso en esta liga y dar una vuelta al mundo con pases buenos y cortos, aquí tienes 10 menús degustación para no iniciados con una relación calidad-precio inmejorable. Menús para todos los públicos y por menos de 40 euros. Menús que te permitirán entrar en contacto con cocinas de todo el globo… y salir del restaurante sin tener que aplicarle un masaje cardiaco a tu tarjeta de crédito.

1. Topik

La casa del atún (39 €)

Hace unos días, en estas páginas, Martín Berasategui destacaba Topik como uno de sus restaurantes favoritos de Barcelona. Poco más se puede añadir. Las veces que me he puesto en manos del inquieto chef Adelf Morales, he vuelto a casa con la sensación de que la máquina registradora no funcionaba. El precio de su colosal menú degustación es un fenómeno digno de Cuarto milenio. Morales manipula ostras, erizos de mar y atunes como si fuera el hijo de Aquaman… si Aquaman fuera japonés. Borda arroces orgásmicos, como el cremoso de ortiguillas con erizo o te saca un dim sum de rabo de vaca con el que podrías casarte en Las Vegas.

El producto es regio, pero el precio es plebeyo. Topik juega con un menú degustación por 39 euros con cuatro tapas tan brutales como el dim sum de anguila del Delta a la brasa, atún rojo con caldo dashi de sus espinas, erizo con carabinero de Cádiz y gazpachuelo de 'colatura' de anchoas con alcachofas. Lo culmina con un pescado del día, una tarrina de caza, quesos y postre. ¡Y el tío se queda tan ancho! Topik no solo es uno de los mejores restaurantes de Barcelona; en lo referente a los precios, es también uno de los más honestos. Si veis una tienda de campaña en la puerta, pasad a saludarme. València, 199


2. Cruix

Está que cruje (28 €)

Algo ocurre en Cruix. No sabría decir qué clase de magia negra ofician Miquel Pardo y Carlos Fernández, pero la relación calidad-precio de su menú degustación es un 'poltergeist' en toda regla. Cocina 'casual', creativa, colorista y juguetona. Sabrosa a rabiar. Sin fronteras. ¡Barata! Por 28 euros, el precio de dos cubatas en una discoteca de reggaetón, te llevas al papo un generoso surtido de siete tapas, arroz y dos postres. Tapas internacionales tan estimulantes como los churros de bacalao con espuma de allioli, las croquetas de pato Pekín, el brócoli tandoori, las anchoas con salsa holandesa o el humus de remolacha con setas y tartufo. El subidón culmina con un arroz de gamba al ajillo, con denominación de origen Castellón, que arrancarías de la paella con las uñas si fuera necesario. Y los postres no son de relleno: espectacular helado picante de curri verde y cachondísimo el Día Triste en la Playa, un cucurucho de helado boca abajo que parece haberse desplomado en la arena: solo faltan los llantos de un niño de fondo. Entença, 57


3. Hawker 45

Viaje con nosotros (35 €)

Asia y Latinoamérica se deslizan sobre la serpenteante barra de Hawker 45 en forma de platos excitantes y 'casual', a medio camino entre la manduca callejera y el restaurante de servilleta en la pechera. Laila Bazham es la responsable de una carta que parece el pasaporte de una trotamundos: Corea, Japón, Filipinas, Brasil, Vietnam o Perú son algunos de los países que inspiran sus recetas, siempre marcadas por sabores potentes y variaciones creativas de clásicos como el 'laksa', al que le añade arroz meloso y pez mantequilla, o la magnífica brocheta de 'okonomiyaki' y langostino con pan 'bao'. El menú degustación se encarama a los 35 euros y es un paseo de seis platos más postre por las recetas más tremebundas de la casa: el ceviche filipino, refrescante, vigorizante, ¡brrr!; el curri 'redang' de ternera: una nube de melosidad, especias y coco; las alitas de pollo al estilo Bangkok, crujientes por fuera, tiernas por dentro; las inevitables bombas de la casa… Aerolíneas Hawker: más baratas que en Vueling. Casp, 45


4. El Tarantín

Doctor Calypso (25 €)

Del Caribe lo traigo yo. Bueno, mejor dicho lo traen Paola di Meo y Miguel Portillo, una pareja que vive con un amor y un respeto desmedidos por la gastronomía de influencias caribeñas. Su carta es más colorida que el ajuar de Carmen Miranda, un desfile de platos sencillos, golosos y enormemente gratificantes que te harán saltar de la República Dominicana a Trinidad y Tobago en menos que canta un tucán. Si quieres una ruta guiada a precio 'low cost' por su escueta carta, El Tarantín despliega el menú degustación Crucero Calypso (solo por el nombre ya vale la pena) a un precio de risotada loca. ¡Por 25 euros, te zampas cuatro platos y postre! Chips de plátano con dip de frijoles negros; esferas crujientes de yuca, pollo y mojo verde; cóctel de langostinos, kétchup de tamarillo, tabasco, mango verde y casabe de yuca; magret de pato en hoja de plátano; 'panna cotta' de lichis y 'coulis' de flor de Jamaica… Verás la cara de Harry Belafonte en las manchas de las paredes de tu casa días después de la ingesta. Aribau, 186


5. Rasoterra

A lo ‘eco’ pecho (32 €)

¿Cómo? ¿Un menú degustación vegetariano? Antes de que los amigos del colesterol se pongan a llorar en posición fetal, habría que avisarles de que Rasoterra está en las antípodas del tópico "los vegetarianos son aburridos". Chiara Bombardi y Daniele Rossi son unos activistas de la comida sana, pero no renuncian al sabor ni a la seducción en su acogedor restaurante del Gòtic, para muchos el mejor 'veggie' de la ciudad. Rasoterra lleva mucho tiempo demostrando que, en las manos adecuadas, su materia prima de temporada, ecológica y de proximidad también puede excitar al comensal. Crema de habitas y menta; 'trinxat' de patata, espigalls y tempeh; alcachofas maceradas en naranja; seta 'maitake' a la plancha; ravioli relleno de huevos eco y alcachofa; carquinyoli al sorbete de moscatel y trufa de chocolate. Por 32 euros, cinco platazos y dos postres que ya querrían tener muchos menús degustación para omnívoros. Piensa en verde. Palau, 5


6. Last Monkey

Desde Asia con ardor (25 €)

Last Monkey acaba de estrenar un menú degustación. Cuando termina el pase y veo el precio, tengo que pedirle al chef Stefano Mazza que me azote con espátula para cerciorarme de que no estoy soñando. Mazza despliega una colección de platillos colosales que se apoyan en la gastronomía callejera asiática y presentan pinceladas creativas de todo el mundo. El delirio italo-asiático del 'bao-zi' a la carbonara sería un ejemplo ilustrativo de los tremendos 'mash-ups' de la casa. Cosas que te vuelan la sesera, como la berenjena confitada, tan sencilla como apoteósica. O el tartar de vaca vieja al estilo coreano, que te pone más a tono que un chute de Vicks Vaporub. O la sopa con 'gyozas' de carne y cardamomo negro: le quitaría la carraspera a los zombis de 'The walking dead'. Diablos, llevo semanas soñando con la carrillera 'taglog' estofada a la filipina. Y qué rico ese 'wonton' frito con mejillones. Ingredientes sencillos, elaboraciones rápidas, picantes a pleno rendimiento y festival gordísimo de sabor. Atentos a las cifras: ocho platillos, una pequeña degustación de postres y una copa de vino… ¡a 25 euros! ¿Alguien puede pellizcarme? Comte Borrell, 70


7. Un’Altra Storia

Amor a la siciliana (30 €)

¿Cómo es posible que un restaurante tan exquisito tenga un menú degustación tan barato? Lo mejor es no hacerse preguntas y disfrutar de la cocina siciliana tradicional de Un’Altra Storia. Recetas antológicas como los espaguetis con sardinas o el involtino de ternera; platos de la 'nonna' que se nutren de pasta artesanal elaborada a diario, carnes y verduras ecológicas, y un interminable catálogo de productos importados de Sicilia. De mi última visita, todavía recuerdo una caponata y unos espaguetis con chipirones colosales. Y los probé en un menú degustación con una relación calidad-precio anonadante. Por solo 30 euros, menos de lo que te cuesta una entrada de la gira de OT, te llevas al gaznate un aperitivo, cuatro antipasti, dos pastas y postre. 'Felicità al quadrato'. Saragossa, 122


8. Bodega Amposta

Del fuego a las brasas (25 € y 35 €)

La recuperada y reconstruida Bodega Amposta pide a gritos que entres y te dejes seducir por sus menús degustación a prueba de crisis. Brasa y cazuela son las reinas de una carta donde también mandan los clásicos bodeguiles: ensaladilla rusa, croquetas y compañía. Por unos ajustadísimos 25 euros, la fiesta es gorda: dos aperitivos, desfile de cuatro tapas (ensaladilla de premio), entrecot a la brasa, postre y porrón con vino dulce. La Amposta también dispone del menú Fiesta Mayor por 35 machacantes que sube notablemente el nivel y tiene uno de los platos estrella de la casa: los tremendos garbanzos con carabineros. Sécate los labios, estás babeando. Amposta, 1


9. Doobop

El rey del pollo frito (35 €)

Situado a cinco minutos de la parada Ciutadella-Vila Olímpica, Doobop te recibe con una avalancha de frituras 'made in Luisiana' que te obligará chuparte las falanges hasta que te quede la lengua como una piedra pómez. Lo fríen todo y lo fríen bien. Costra gruesa y especiada; carnes tiernas y jugosas. Por algo, su especialidad es la cocina cajún. En Doobop puedes pasearte por Nueva Orleans merced a un completísimo menú degustación por 35 euros, que te obligará a volver a casa en carretilla. Gambas vietnamitas para abrir fuego. Seguimos con unos tomates verdes fritos de lo más cachondos. Primer sorpresón de la tarde: unos mejillones fritos que parecen 'nuggets' de pollo y son peligrosamente adictivos. Aterriza en la mesa un bacalao frito estilo cajún: meloso y picante en sus adentros; aprisionado en un rebozado cósmico. La misma costra de felicidad que envuelve la joya de la casa, un pollo frito divino, perfecto, encaramado en un 'waffle' y espolvoreado con jalapeños. Para terminar, una tarta de nueces pacanas con una bola de vainilla más grande que el puño de Hulk Hogan. Y no pidas que te frían el postre, haz el favor. Sardenya, 48


10. Caña de azúcar

Dulce Venezuela (a partir de 30 €)

¿Te apetece conocer la cocina venezolana desde una perspectiva mestiza, moderna y desenfadada? El restaurante Caña de azúcar, el proyecto de Samuel Calderón y las hermanas Adriana y Adnaloy Osío, es el santuario al que debes acudir. Ponte en sus manos, es decir, estudia con detenimiento sus opciones de menú degustación y prepárate para una montaña rusa de platos inspirados en la gastronomía venezolana, sobrados de creatividad y sabor. Cachapitas, ternera desmechada, ceviche, tequeños, caraotas (judías) refritas, costilla de cerdo con tamarindo a la leña y papa asada, tres leches… A partir de 30 euros, tienes distintas opciones de menús degustación que puedes consultar en su web. Te costará más escoger que en Netflix. Muntaner, 69