PARAÍSO DEL GURMET

Vila Viniteca en L'Illa Diagonal: quesos, quesos, quesos

La tienda triplica la superficie para vender 'delicatessen' gastronómicas y habilitar un espacio donde degustarlas

Vila Viniteca crece en L'Illa Diagonal

Vila Viniteca crece en L'Illa Diagonal / periodico

Ferran Imedio

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Menudo cambio el de la tienda de Vila Viniteca en L'Illa Diagonal. Quién la ha visto y quién la ve. Ya no es solo porque ha triplicado el espacio (ahora ronda los 140 metros cuadrados) y donde solo había vinos y destilados se venden ahora 'delicatessen' gastronómicas varias, en la línea de la casa madre, en la calle de Agullers, 7-9. No. Es, sobre todo, porque donde había una pared al fondo luce ahora una enorme cava donde maduran quesos de pasta curada. Son ochos metros lineales y cuatro de altura. Sensacional.

Aquella vitrina refrigerada parece un altar; y la verdad es que el primer sentimiento del gourmet es arrodillarse ante aquellas piezas y dar gracias a cabras, vacas, ovejas, pastores y queseros por su existencia. Más aún si las puede catar. Algunas alcanzan casi 50 kilos de peso y 80 centímetros de diámetro. Ese parmesano, ese comté... La leche.

JAMONES COLGADOS

En esta sucursal de Vila Viniteca, abierta hace dos años, hay que seguir de rodillas frente a los jamones colgados, y frente a otras neveras y neveritas. Una guarda los quesos de pasta blanda; otra, vinos. Así es este paraíso gourmet donde, desde hace unos días, además, se puede comer lo que allí venden. Eso sí, nada caliente, pues no hay cocina.

Quien le apetezca hincar el diente a esas delicias deberá hacerlo en la mesa comunal con capacidad para 12 personas que hay en el centro del establecimiento. Bocadillos varios, platillos de jamón y embutidos, conservas de pescado y marisco... y quesos, claro está. Y para acompañar todo eso, vinos a copas o por botellas, que por algo la empresa es un referente en la distribución de bebidas alcohólicas. "Ojo, esto no es un restaurante", avisa Quim Vila, artífice de este proyecto que tanta "ilusión" le hace, casi tanta como el encuentro La música del vi, que reunirá el 16 de abril en la Casa Llotja de Mar a 180 bodegueros venidos de todas las partes del mundo.