COMPROMISO SOCIAL

Santa Teresa, el ron que cambia vidas

Alberto Vollmer ha convertido su empresa en una herramienta de transformación social en Venezuela a través del 'proyecto Alcatraz'

Alberto Vollmer ha convertido su empresa, Ron Santa Teresa, en una herramienta de transformación social en Venezuela a través del 'proyecto Alcatraz'

Alberto Vollmer ha convertido su empresa, Ron Santa Teresa, en una herramienta de transformación social en Venezuela a través del 'proyecto Alcatraz' / periodico

Ferram Imedio

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Acudir a la presentación de un ron no suele deparar sorpresas. El color es tal, en nariz huele así, en boca sabe asá... Pero asistir a la charla de Alberto Vollmer, presidente de la firma venezolana Ron Santa Teresa, es otra historia: la de un empresario que, a través del llamado proyecto Alcatraz, ha convertido su empresa en una herramienta de transformación social que se estudia en escuelas de negocio de todo el mundo, incluida la sacrosanta universidad de Harvard.

Santa Teresa ya tiene fama y prestigio desde hace años (se fundó en 1796), y en la época contemporánea es un referente desde que lanzó el ron con el que celebró su bicentenario. No hay más que preguntar a los 'bartenders' de las mejores coctelerías por su ron favorito. Pero a finales de la década delos 90 tuvo que afrontar invasiones de su plantaciones, en el valle de Aragua, cerca de Caracas, animadas por el famoso "exprópiese" de Hugo Chávez. 

INVADIR LA MENTE

Más que luchar contra ellos, Vollmer se unió a ellos dándo la vuelta a la situación: les ofreció viviendas a cambio de que trabajaran para ellos. "Vosotros habéis invadido mis tierras pero yo os voy a invadir la mente", les prometió. ¿Cómo? Dándoles una vida digna. 

Tiempo más tarde, una peligrosa banda criminal hizo de las suyas en la plantación, y el empresario también los convenció de que podían vivir mejor trabajando para él, formándose profesionalmente y practicando rugbi. Luego desarmó otra y a otra... Y así hasta hoy en día, en que el 'proyecto Alcatraz', trabaja con ocho cárceles y es un referente mundial.

Una historia que deja mejor sabor de boca que cualquier ron.