BUENOS HUMOS
Ejercita el 'calçot'
En estos restaurantes de Barcelona te sentirás como si estuvieras en la Festa de la Calçotada de Valls este domingo
Lo notas, ¿verdad? Es tiempo de 'calçots', claro que sí, pero el tiempo a ti no te sobra. Afortunadamente, Barcelona ofrece la posibilidad de celebrar copiosas 'calçotades' en los límites de su cascarón: en estos restaurantes tu cuerpo estará en el vientre de la bestia, de acuerdo, pero tu mente viajará hasta una masia celestial de la campiña tarraconense.
En Sants, las parrillas de Can Manel trabajan a destajo. Costillas de cordero, muslos de pollo, butifarras, alcachofas, verduras. El desfile es interminable. No obstante, ahora sus llamas tienen como estrella invitada al 'calçot'. En este asador se hacen las cosas bien. Por 33 euros, tendrás una abundante ración de unas 20 piezas, segundos carnívoros, postre y cava. Si decides salpimentar la 'calçotada' con unos caracoles, habrás cantado bingo: también son de traca.
VETERANÍSIMO FUEGO
Vamos a la jungla del Raval. Allí, L'Antic Forn suma a su carta de cocina catalana tradicional unos 'calçots' de lo más competitivos. Se cuecen de noviembre a marzo en su veteranísimo fuego, y el restaurante dispone de espacio suficiente para albergar grupos de amigos o reuniones familiares. El menú de 'calçotada' sale por 30 euros e incluye carnes (butifarra y cordero o entrecot), bebidas y postre (crema catalana, 'what else?'). Más céntrico imposible.
El restaurante Can Xurrades no se anda con chorradas: los 'calçots' que factura son mandanga de Valls de la mejor calidad y pureza. Galones. Su parrilla de carbón lleva mucho tiempo acariciando este producto. Y el resto de la comida que pasa por las brasas también hace honor a la reputación de sus 'calçots', de los más apreciados en L'Eixample.
Saca el boli y apunta los dígitos: 12 'calçots', medio chuletón a la brasa de 250 gramos, postre, café y chupito a cambio de 40 euros. También puedes pedir calçots como plato individual.
SALSA SEÑORIAL
Si subes más y te acercas a Gràcia, encontrarás un lugar que se ha ganado la gloria 'calçotaire'. La taberna catalana El Disbarat rinde culto a esta hortaliza, la mima, la cocina con sapiencia en brasa de carbón, le prepara un romesco señorial y la incluye en un menú combinado a 26 euros con segundo a elegir (borda las carnes a la parrilla) y postre. Cuidado con su materia prima: hablamos de 'calçots' ecológicos de l'Alt Penedès. Tonterías, las justas.
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Si subimos un poco más, el aroma de los calçots nos conducirá a El Canalla, en el ínclito barrio de Sarrià. Todas las noches y los fines de semana, su grill Josper tiene también espacio para esta preciada cebolla. Y te costará Dios y ayuda no meter el dedo en su salsa romesco: pecado mortal. Por cierto, también sería pecado no ir a El Jardí de l'ÀpatEl Jardí de l'Àpat, uno de los santuarios 'calçotaires' más emblemáticos de Barcelona. Solera. Infalibilidad. Por la razonable cifra de 32 euros, 'calçots' de Valls, parrillada de carne, tostada con tomate, postre y siesta de tres horas. Lo normal.
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