maridajes estimulantes

Cervezas recién 'cocinadas'

Los 'brew pubs' que elaboran su propia 'birra' y sirven comida son la nueva moda en Barcelona

En Abirradero, el 'brew pub' con más tiradores de Europa, sirven platos con ingredientes de la cerveza.

En Abirradero, el 'brew pub' con más tiradores de Europa, sirven platos con ingredientes de la cerveza.

FERRAN IMEDIO / BARCELONA

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Era un paso lógico. El interés por las cervezas artesanas ha ido abriendo un mercado en el que se han instalado los 'brew pubs'microcervecerías que producen su propia bebida. Y de ahí a los 'brew pubs' que, además, sirven comida para acabar de enganchar a un cliente que suele tener un perfil más gurmet. En EEUU se llaman 'brew houses' y suelen ofrecer platos; en Gran Bretaña, son 'brew pubs'donde solo se bebe. En Barcelona, empiezan a ser bastantes los que apuestan por dar de beber y de comer.

Hace pocos días abrió en Barcelona Naparbcn (Diputació, 223), el primer 'brew pubs' de gran formato, al estilo norteamericano, que se abre en España. Los dueños de la fábrica navarra de cerveza artesana Naparbier quieren que sea un referente internacional donde maridar cervezas propias hechas allí mismo con platos de cocina catalana contemporánea ideados por Miquel Aldana (una estrella Michelin por Tresmacarrons) y ejecutados a diario por Óscar Mateo (ex de El Bulli). El local cuenta con una fábrica propia que queda expuesta a la vista de los comensales, con siete tanques de 1.000 y 2.000 litros, 12 tiradores (6 con producto fermentado allí mismo, 3 de Naparbier y 3 más que irán variando). Caben 150 comensales.

RÉCORD DE EUROPA: 40 TIRADORES

Más modestos son los locales que ya existen, aunque Abirradero (Vilà i Vilà, 77) ostenta el récord con más tiradores de toda Europa: 40Abirradero tiradores , y la mitad con cervezas hechas por ellos mismos en el Instituto de la Cerveza Artesana, que ocupa el local de al lado. Su propuesta es muy interesante, ya que usan ingredientes de la cerveza en cada plato: por ejemplo, el excelente salmón marinado con lúpulo. «La cerveza se ha asociado a fiesta a diversión, y el vino, a la gastronomía. Hay que recuperar la cerveza también para la gastronomía porque hay muchísimas variedades que permiten mucho juego», apunta Daniel Fermun, técnico cervecero de Abirradero.

En Maestró, dirigido por los franceses Eric y Benoit Demon, solo hay cuatro tipos de cerveza, todas ellas suaves al paladar: 'blanche' (blanca), cítrica; 'blonde' (rubia), amarga; 'ambrée' (tostada), y 'brune' (morena), con recuerdos de café. En la mesa, platos del norte de Francia, como 'flammekueche' (pizza alsaciana de masa fina y crujiente) y 'carbonnade flamande' (un bol con estofado de ternera en cerveza 'ambrée' y pan de especias acompañado con otro bol de patatas fritas caseras).

Otro local reciente es Garage Beer Co (Consell de Cent, 261), con 10 tiradores con cervezas que van cambiando, la mayoría hechas allí mismo, algunas de ellas 'invitadas'. Sus platos son poco elaborados: patatas bravas, hummus, nachos, tabla de quesos y embutidos, bocadillos como el exitoso de 'porchetta' (embutido italiano de cerdo especiado y asado al horno)... Llevan un año. ¿Hay un 'boom'? «No lo creo. No existe la misma cultura que en EEUU y Gran Bretaña, pero en un año hemos llegado al 95% de capacidad de producción y ampliaremos el negocio», explica uno de los dueños, Alberto Zamborlin.

EL INTERÉS DE MARCAS GRANDES

En Black Lab, en Palau de Mar desde diciembre del 2014 (plaza Pau Vila, 1), crean cerveza de estilo americano y sirven platos que miran a EEUU y a China: hamburguesas, 'dumplings', 'pulled pork' (cerdo desmigajado con salsa barbacoa), alitas de pollo con salsa de soja... Y en Le Sec (Margarit, 52) hacen cocina «sencilla y rápida», como embutidos y quesos.

El interés ha llegado a marcas grandes, como Moritz, que ha puesto en marcha el Beer Lab, con el que desarrolla diferentes estilos de 'birra' artesana lanzando ediciones limitadas que solo se pueden degustar en la Fàbrica Moritz, con varios espacios de restauración, durante un tiempo determinado. Ha comenzado con una cerveza tipo 'ale' llamada Red Ipa, elaborada con agua mineral Font d'Or. Luego elaborará una de maíz, otra aromatizadas con especies naturales...

Todo este fenómeno se mira con una sonrisa de orgullo desde la pionera La cervesera artesana, en Gràcia (Sant Agustí, 14), que abrió en 1996. Fue el primer 'brew pub' de Catalunya, que apostó desde el principio por servir comida sencilla: tapas, tostadas... Además de hacer varias cervezas ('indian pale ale', belgas, inglesas, americanas, alemanas... y en breve, una de ostras), ofrecen degustaciones y catas. 

Olaf Martí, su dueño, piensa que el pequeño 'boom' de los 'brew pubs' que dan de comer «es una consecuencia lógica porque la cerveza se ve como un valor cultural cuando antes era un refrigerio alcohólico de bajo coste. La gente viaja, conoce más productos y la comida es el complemento necesario para beber y realzar la cerveza. Por eso hacemos maridajes. Los enólogos que conozco admiten que ofrecen más combinaciones que el vino».