LOS RESTAURANTES DE PAU ARENÓS
Les Cols: Garrotxa universal
Pau Arenós
Coordinador del canal Cata Mayor
Periodista y escritor, con 17 libros publicados, entre ellos, novelas y cuentos, y media docena de premios, como el Nacional de Gastronomía. Ha estado al cargo de las revistas 'Dominical' y 'On Barcelona' y ha dirigido series de vídeorecetas y 'vídeopodcast'. Entre las últimas publicaciones, 'Nadar con atunes y otras aventuras gastronómicas que no siempre salen bien' y el recetario 'Cocina en casa'.
PAU ARENÓS
La comida en Les Cols, bajo el nombre 'Primavera i natura', ha sido una de las más satisfactorias y rotundas del año, con tres platos que merecen estar ya –seis meses antes de que acabe el 2011– entre los finalistas: el huevo escalivado, la berenjena quemada y los guisantes a la brasa.
Son enunciados sencillos para monumentos, compendio de una cocina, la de Fina Puigdevall y el brillante Pere Planagumà, que nace en tierra volcánica y, en erupción, se expande por el mundo. La Garrotxa universal. Olot mundial.
El 'fesol', el 'fajol', la ratafía, los panes del horno de leña de Hostalets d'en Bas. «Productos del territorio, muy humildes, muy vegetales», afina Fina. Tomé siete páginas de notas, 20 preparaciones y seis bebidas, y este es el apretado y consciente resumen.
El huevo: ah, la albúmina, símbolo del restaurante, masía secular por fuera y yema futurista en el interior, obra de los arquitectos RCR.
Mientras el comensal 'huevea' ve picotear a las gallinas negras al otro lado del cristal. Inspirados en los huevos Mimosa, es un platillo monocolor: al romper el blanco fluye el amarillo cegador.
Sencillo y explosivo, reconstruye y mejora la memoria. Nunca los huevos Mimosa de las madres y las abuelas, un grumo en la boca, fueron tan sedosos.
Berenjena: sugiere el modo dulzón con el que los japoneses la embadurnan. Quemada sobre tizones, pelada, guarnecida con leche de oveja y flor de acacia. La ofrecen tras la carne, insinuando que no hay final sino principio.
Guisantes: salteados con cansalada y butifarra negra en un colador sobre la brasa. Tecnología casera, a lo Bittor Arginzoniz. El condimento es el humo.
Tecnoemocional, tecnorrural, todo en Les Cols es sobresaliente. Viejo paisaje, nuevos materiales. El aperitivo en el jardín, con el blini cubierto con caviar (esferificación) de 'fesols' de Sant Pau.
La construcción de la mesa desnuda. Se sienta el cliente en el refectorio áureo y Anna Vila y Lluïsa Vayreda levantan la escenografía, el mantel, la vajilla, la cubertería. También en Mugaritz y Quique Dacosta la función comienza con la escena vacía.
Las lecciones vitivinícolas y rubias de Ramon Las Heras y esa copa de Finca Garbet del 2004 que procede de las ondulaciones del Cap de Creus.
El saber de Manel Puigvert, copropietario, filófoso, ambientador monacal: «Hay una cierta espiritualidad. Es algo más que comer. Es vibrar». El carro de quesos, más completo que un monoplaza de Red Bull, y las mermeladas artesanales.
Acompaño el trío huevo-berenjena-guisante con el espárrago negro en tempura de carbón, el calabacín de cuatro maneras, el arroz de payés (con colmenillas a la crema; en invierno, calamar de lata, recordando las cazuelas de La Garrotxa) y el helado de algarrobo, chocolate sin gota de cacao.
Han celebrado los 21 años y es el momento de la plenitud. Una luz que rasga el blanco.
- Sumergir los pies en vinagre, la nueva tendencia que arrasa: estos son sus beneficios
- Rosalía disfruta de una cena familiar en un famoso restaurante del Born
- Illa replica a Aragonès y Puigdemont: "El uso del catalán ha retrocedido en una década de gobiernos de Junts y ERC
- Un final bochornoso en el Bernabéu
- El gran secreto para acabar con los pececillos de plata
- Olvídate de freír el huevo en la sartén: esta es la fórmula para hacer los mejores huevos fritos
- Álex ya está en casa: "Las Fuerzas Armadas nunca dejan a nadie atrás
- Este es el pueblo de Catalunya que participará en Grand Prix este verano