Ruta antiestrés por Barcelona: cómo pasar de Hulk a Bruce Banner

Acabas cada jornada laboral con un cansancio que ni Ramón Tamames tras dos días de moción de censura. El estrés te está provocando tal tic en el ojo que, a poco que aumente, tus pestañas generarán energía eólica. ¿Estás tan quemado con tu empleo que hasta el SEPE se aparece en tus sueños húmedos? Quizá dejarlo todo y empezar una nueva vida a lo Come, reza, ama parece poco plausible, así que apúntate estas recomendaciones: esta es la ruta antiestrés en Barcelona.

Empieza tu camino ‘zen’ sacando toda la ira a base de gritos. Obviamente, hacerlo en casa queda descartado si no quieres que se te aparezca Carles Porta con un micro oteando un nuevo posible capítulo de Crims. Está la opción de subirse a Collserola a gritar en plena naturaleza, pero con la alta densidad de domingueros que hay cuando llega la primavera, será difícil hacerlo sin que alguien se piense que eres un lunático.

¿La solución? Pásate por el Espai Coriveu (Montmany, 17). Aquí alquilan salas insonorizadas para hacer ruido sin molestar. Podrás desde cantar como Bad Gyal sin autotune, hasta gritar como la Pantoja saltando del helicóptero de Supervivientes.

Continúa la ruta bajando hacia la costa. Cruza la Diagonal y sigue por Roger de Llúria. Antes de llegar al próximo destino, haz una parada en boxes en la Basílica Puríssima Concepció (Roger de Llúria, 70). Este templo cuenta con claustro gótico que sirve de oasis de paz y silencio en pleno Eixample. Perfecto para pararse un rato, respirar hondo, cerrar los ojos y transportarse mentalmente lejos de los ritmos urbanos.

Y de la tranquilidad, a soltar adrenalina por todos tus poros. La ruta sigue en Barcelona Axe Throwing (Trafalgar, 8), el sitio de Barcelona donde más rápido vuelan las hachas (con perdón del Parlament). Aquí vienes a acertar en la diana con la precisión de Xena, la princesa guerrera. “Como jugar a los dardos, pero a lo bestia”, prometen los responsables de este club de tiro con hachas. ¿El mejor truco para aliviar la tensión de la semana y acertar siempre en el blanco? Visualiza la cara de tu jefe en la diana

¿Que eres más de combatir el estrés con relax? Pues cruza las Ramblas, y ve hasta el Raval, a Mailuna (Valldonzella, 48), un espacio dedicado íntegramente al bienestar. En la primera planta, una tetería, en la segunda, masajes. Sus packs de merienda y masaje auguran una ascensión al Nirvana: primero, vas a que te arreglen la espalda sobre sus camillas, y luego, reposas con un té o infusión (su carta cuenta con más de 60 opciones) acompañado de la tarta artesana del día.

La ruta continúa en el museo más famoso de TikTok, el Moco Museum Barcelona (Montcada, 25). Entre sus muchos espacios hiperfotografiados, se esconde la Diamond Room, una habitación con más brillantes que lentejuelas en una fiesta de Nochevieja, que gracias a su juego de luces y sonidos permite una total desconexión con el exterior. “Un recordatorio de que los diamantes nacen bajo presión”, aseguran los fans de la sala. Quizá te sirve como metáfora para que el estrés del trabajo te resulte más leve.

¿Otro truco para relajarte? La técnica de Massiel: servirte un par de cócteles. Cerca del Moco Museum está el triángulo de las coctelerías del Born. Monk (Abaixadors, 10), Dr. Stravinsky (Mirallers, 5) y Paradiso (Rera Palau, 4) están a un tiro de piedra, y las tres tienen una carta avalada con varias distinciones donde ahogar las penas.

Si, a pesar de todo, todavía estás que te subes por las paredes... hazlo literalmente. Sal del Born, cruza la Ciutadella y llega hasta Marina, a Bloc District (Zamora, 96-106), un rocódromo donde escalar a lo más alto. ¿Harto de que te miren por encima del hombro en el trabajo? Aquí podrás hacerlo tú: literalmente. Nada mejor para combatir el estrés de la adrenalina.

Por último, ‘bonus track’: la Habitación de la Rabia de Axerum (Vilanoveta, 3, Vilanova i la Geltrú). Aquí pasarás de Hulk a Bruce Banner a base de romper los muebles de la habitación. Tecnología, electrodomésticos, decoración… Destruye lo que sea hasta que vuelvas a convertirte en un ser de luz que ni el Dalái Lama.

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