de aventura con la inspectora gadget

'Escape rooms' activistas en Barcelona

En el nuevo ‘escape room’ exterior de Artemis Gymkhanas participa buena parte del entramado social de Ciutat Vella. Activismo en formato juego. Conocerás «la Barcelona de verdad», prometen

gimcana

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Abel Cobos

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Habéis quedado en la plaza del Pi. Inquieta y con prisas, te recibe Mercè. Te sientes como en una primera cita de adolescente. Pero no, no está nerviosa por si dará su primer beso: está en busca y captura por una megacorporación, así que tiene un ojo puesto en cada salida, por si tiene que salir corriendo. Oculta su rostro bajo un gorro, unas gafas de sol y las solapas de una gabardina, te entrega un maletín entre tanto secretismo que te preguntas si detonará en unos segundos, como las misivas del Inspector Gadget. Ahora «es tu responsabilidad», tienes que continuar su investigación, te dice, endilgándote el muerto. Suerte.

Por supuesto, todo forma parte de la ambientación simulada por Artemis Gymkhanas (@artemisgymkhanasbcn) para Barcelona desde dentro, una yincana (o escape room exterior, como se las conocen ahora) cuyo objetivo es combatir a la malvada (y ficticia) corporación Neocities. Los protagonistas, una mezcla entre James Bond, espía del KGB y Joseph Pulitzer, irán completando a través de pruebas por toda Ciutat Vella el artículo de Mercè, un trabajo de investigación que revela los planes malvados de convertir Barcelona en una ciudad escaparate, sin alma y solo dedicada al turismo. Media hora en el papel, y acabarás gritando 'tourists go home' por las Ramblas.  

Seis rutas

Equipados con un carné de periodista, los nuevos agentes de Mercè salís a la calle. Y, como una megacorporación como Neocities tiene control absoluto de la tecnología, toca poner el móvil en modo avión, no vaya a ser que os rastreen. Miráis dentro del maletín: mapa, brújula, luces ultravioletas, hasta un 'walkie' para hablar con Mercè. Aunque si fuera por ella, os comunicaríais con dos vasos conectados por un hilo. 

Primera prueba en la plaza George Orwell, la primera de Barcelona con una cámara de vigilancia. Una vez más, la realidad supera a la ficción. «Aquí tienes que usar los materiales para encontrar un QR con las pistas para completar el artículo», explica Núria Agulló, coordinadora de Artemis Gymkhanas. «Las pruebas son muy variadas, algunas incluyen acertijos matemáticos para abrir una caja, otras requieren usar tinta invisible para encontrar una contraseña. Incluso durante el juego hay actores infiltrados», promete. Vamos, un maratón con más secretismos que la identidad del tal M. Rajoy. 

El objetivo final es, más allá del juego, conocer «la Barcelona de verdad», como la califican. Por ello, cuentan con la participación de todo el entramado social de la ciudad, desde entidades de Ciutat Vella, como el Sindicato popular de vendedores ambulantes o el Lloc de la dona, hasta el Ayuntamiento. Con la excusa de combatir a Neocities, «conocerás la vida real en estos barrios», continúa Agulló. En resumen, gamificar el activismo.

El juego, que, aunque ya está disponible, seguirá en versión beta hasta enero, cuenta con seis itinerarios pensados para que varios grupos los investiguen simultáneamente. Incluso –'spoiler alert'–, el éxito final dependerá del esfuerzo común, aunque al principio no lo sepan. «Los grupos no compiten. Todos deben sumar para desbloquear la última prueba», cuenta Agulló. 

escape room de Artemis Gymkahanas

Mercè, la periodista amenazada por Neocities, de incógnito al más puro estilo 'Inspector Gadget'. / Artemis Gymkhanas

No es la única de sus yincanas en la que juegan al despiste. En su survival de Collserola hay un punto en el que los participantes son retados a talar un árbol. «Por supuesto, no lo llegan a hacer, pero sirve para poner al límite la psicología de cada uno», asegura. O su 'true crime' histórico, ambientado en la Setmana Tràgica de 1909, en el que simulan una investigación de asesinato también llena de plot twists. «Como un 'Crims', pero modernista», bromea Agulló. 

Al final, el mantra de la organización es que todo tenga un nexo cultural, social o ecologista. «Tenemos un público cultureta que viene a divertirse y, sobre todo, a aprender». Como diría el muñeco de 'Saw', «que empiece el juego».

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