Así es la casa viral de Papá Noel en Badalona

Ni para subirse al Dragon Khan habías visto tanta cola. «¿Tienes la carta para el Papá Noel a mano?», le pregunta un padre a su hija que, envueltos en chaquetas, bufandas y guantes, llevan casi una hora esperando con el frío invernal. Sobre sus cabezas, un cartel de 'Merry Christmas' les indica que han llegado al último éxito viral de estas fiestas, una atracción tan navideña que hasta eclipsaría el espectáculo de luces de Abel Caballero, el alcalde de Vigo.

En cuanto cruzan la puerta roja del número 9 de la calle Montjuïc, en Badalona, se transportan a Laponia. A su izquierda, una familia de tiós de Nadal acompañada por un Papá Noel recogiendo más 'wish lists' que Jeff Bezos. A la derecha, un concierto de villancicos con un Mickey Mouse bailando al ritmo de la guitarra. En la fachada de la casa, imaginería navideña proyectada. Y, colgando de los árboles, tantas luces y estrellas que solo falta la bendición del arzobispo Omella para confundirlo con la Sagrada Família. Y todo sin una gran empresa detrás: solamente con el ímpetu de los vecinos y sus conocidos, que han levantado en tiempo récord una aldea navideña.

El esfuerzo no ha pasado desapercibido y, a partir de anunciarlo en las redes, la iniciativa se ha vuelto un 'hit'. Si hasta uno de los primeros vídeos que compartieron ya ha superado las 150.000 reproducciones. «Se me vino encima cuando vi que se había hecho tan viral. Lo primero que me pregunté fue… ¿Debería pedir un permiso municipal?», cuenta Cristian, el propietario de la casa que hace de epicentro de la atracción. Solo el primer día de apertura, este miércoles, ya los visitaron más de 500 personas. «¡Si hasta ha venido una familia desde Tarragona!», añade. No te extrañe que el rey emérito haya decidido volver para no quedarse al margen. 

La idea surgió después de las Navidades descafeinadas que brindó el covid el año pasado, una odisea llena de restricciones que dificultaron impregnarse del espíritu festivo. Como a Cristian y a su familia siempre les habían gustado estas fechas y, sobre todo, decorar su casa a lo grande, con las luces y el 'atrezzo' típico de las urbanizaciones estadounidenses, decidieron hacer su propia villa de Santa Claus. 

El resultado final, lo describen como «un puzzle» de ayuda vecinal: «Para Halloween ya habíamos decorado la calle y la casa», y como vieron que la mayoría de los vecinos se animaron a participar, decidieron implicarlos a todos en su gran proyecto navideño. Por ejemplo, el concierto de villancicos lo protagoniza una vecina, cuya voz descubrieron durante la pandemia, cuando se encargó de dinamizar los recitales de las ocho de la tarde.. «Nos encantaba, y cada vez que acababa una canción todos le gritábamos ‘otra, otra’», recuerda Cristian. 

Modelo de barbas

El Papá Noel que recoge las cartas es un vecino más. Más auténtico imposible: la larga barba blanca es suya, totalmente natural. «No queríamos el típico disfraz con una barba postiza de plástico», cuentan los organizadores. Y dio la casualidad de que ahí vivía un modelo de barbas (sí, existen), que se ofreció para encarnar a San Nicolás. Si hasta los Mickey y Minnie Mouse que se pasean entre los 'flashes' con la soltura de Dulceida son los hijos de los vecinos.

Esta es la primera vez que lo organizan, pero visto el éxito, tienen claro que van a repetir. Aunque, eso sí, echan en falta ayuda del ayuntamiento. «Nadie se puso en contacto con nosotros, y todo sale de nuestro bolsillo», se lamentan varios vecinos. ¿Los caramelos? Comprados por ellos. ¿Las decoraciones? Hechas a mano. ¿El presupuesto gastado en total? No lo quieren decir, «pero ha sido una inversión importante», concluyen. 

La próxima jornada de puertas abiertas será el día 19, de 18 a 20 h. Por supuesto, la entrada es libre. Eso sí, visto el éxito de la anterior convocatoria, equipaos con ropa de invierno, que se prevén colas.

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