"Fui a que me practicaran un exorcismo y al final eran gases"

Estuve de paseo en el Parc de la Ciutadella y cometí el error de darle un trozo de bocata a una de las carpas. Luego me fui para casa y vi que tres de ellas me seguían. Me las he tenido que traer a casa y me piden comida todo el rato. ¡Y comen muchísimo! Es un auténtico incordio. Es verdad que en el Parc aconsejan no dar de comer a los peces, pero deberían tener a las carpas mejor educadas para que no salgan del agua. Ahora, posiblemente por mi culpa, esa especie evolucionará y se convertirá en un mamífero o en un anfibio.

Es increíble que el Ayuntamiento no haga nada para evitar que haya Rubén en las calles. El otro día salí a pasear con mi pareja y nos vio de lejos y vino a saludarnos. ¿De qué sirve que haya calles peatonalizadas o que nos esforcemos en volver Barcelona "más humana" si hay Rubén por todas partes? Tuvimos que hablar con él casi 10 minutos. Mientras haya Rubén, no vuelvo a salir a la calle.