"Fui a la noria del Tibidabo y es tan romántica que mi pareja se enamoró de otro"

Vas con toda la buena intención de pasar una tarde romántica con tu pareja en el lago y luego resulta que ella ni rema ni te quiere ni nada. Después de una hora dando vueltas, mis brazos se cansaron tanto que era incapaz de llegar a la orilla, mientras mi pareja me iba gritando que se mareaba y que por favor tratara de dar la vuelta a la barca, que en su defensa sí reconoceré que se puso boca abajo.

Rubén lleva toda la semana insoportable pidiendo que le vaya a visitar. Nunca había visto a una persona tan demandante en mi vida. Cada dos por tres recibo un mensaje suyo preguntándome cuándo voy a ir a verle como si yo no tuviera otras cosas que hacer. Es cierto que está en el hospital porque yo le atropellé y me comprometí a llevarle algunos objetos personales, pero tampoco se puede ir así por la vida.