ACADEMIA DE HUMOR

El Hogwarts de la risa: abre la primera escuela 'online' de comedia

Es una escuela donde los empollones son los más divertidos: La Llama School. "Aprenderás a contar chistes -garantizan sus ideólogos- , a escribir monólogos y a pedir disculpas al juez"

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Ana Sánchez

Ana Sánchez

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Es una escuela donde no te echan de clase por reírte, ponen chistes en los exámenes y los empollones son los más divertidos. “Descansad la vista de vez en cuando –tienen que recomendar a los alumnos- si no queréis acabar llevando gafas graduadas con nariz de plástico y bigote”.

La podían haber llamado “Academia Jaja”, “Instituto de la chanza”, “Mistetas Academy”. Sí, hasta Froilán se plantearía aquí coger apuntes. Es <strong>La Llama School</strong>: “Una escuela especializada en comedia –describen sus ideólogos- donde aprenderás a contar chistes, a escribir monólogos y a pedir disculpas al juez”.

Más de 500 alumnos

“Primera escuela online especializada en humor”, se proclama en su web (lallamaschool.com). Eso quiere decir que los profesores, de momento, “solo reaccionan a 'inputs' como ‘pausa’ o ‘stop’”, aún se lo  tienen que aclarar a los potenciales estudiantes. En 15 días se han inscrito más de 500 personas.

Funciona por suscripción, a lo Netflix. Pagas una cuota mensual (14 euros) y te cuelas virtualmente en un “Hogwarts de la risa”. Ese es el reto, compara <strong>Tomàs Fuentes</strong>. Es uno de los socios de la escuela. Dicen que si pronuncias la palabra "comedia" tres veces seguidas, aparece él. Guionista omnipresente. Ha llegado a hacer 120 chistes en un día. “Estoy a dos días de ser el cuñao de la comedia”, se quita hierro.

Fragmento de una clase del curso de monólogos de Tomàs Fuentes en La Llama School

Fragmento de una clase del curso de monólogos de Tomàs Fuentes en La Llama School.  / periodico

La idea de la escuela se le ocurrió a <strong>Àlex Martínez Vidal</strong>, humorista y diseñador poliédrico. No tardó en convencer a <strong>Kike García</strong>, director del popular diario satírico <strong>El Mundo Today</strong>, y a <strong>Abi Enrech</strong>, propietaria de <strong>La Llama Store</strong>, de donde ha salido el nombre con caché cómico. Es la primera tienda especializada en humor. En tres años se ha convertido en centro neurálgico de la comedia barcelonesa (Villarroel, 34). Acabaron siendo cuatro socios. “Cuando hay dos personas hablando de comedia –asume Kike-, Tomàs aparece de la nada”.

Anatomía de la risa

¿Se puede enseñar a ser gracioso? “No se puede”. Tomàs lo echa por tierra ya en su primera clase virtual. “Pero sí te puedo ahorrar fracasos”, puntualiza. “Quizá es lo que más podemos enseñar en La Llama School –añade Kike-: los errores que no hay que cometer”.  

Hay cursos nuevos cada mes. 10-15 lecciones virtuales de 10-15 minutos cada una. A partir de este mes ofrecerán también zooms con los profesores. Ya hay videotutoriales de <strong>Martín Piñol</strong><strong>Judit Martín</strong><strong>David Martos</strong>. Cursos y masterclasses de stand-up, guion, redacción satírica, impro. Anatomía de la risa. Un neófito no se imagina que detrás de un chiste haya una cosa tan seria.

Aquí se analiza la broma desde la lógica aristotélica, se enseñan fórmulas para hacer chistes, hasta sonidos graciosos. “Son teorías –detalla Tomàs-. Hay gente que piensa que la ch y la k son divertidas”. Mira al Chiki Chiki, terminó en Eurovisión. ¿Palabras fetiche? “Panetone” es un clásico de El Mundo Today, descubre Kike. “Paquirrín siempre funciona”, añade Tomàs.

Sí se pueden aprender chistes de oficio. “En los que recurres a fórmulas –explica Kike-. Son el 70% de los que haces”. Está la fórmula del 3, por ejemplo, que lo mismo sirve para definir la Llama School con 'punchline' que para contar un chiste de un inglés, un alemán y un español. “El primero hace una cosa –detalla Kike con paciencia de profesor-, el segundo la reitera, por lo que marca una norma, y el tercero la rompe”. Sorpresa. Es la palabra que hay que subrayar en rojo en todos los apuntes.

¿Por qué ahora una escuela de humor? “Hay mucha demanda –responde Kike-. Estamos en una edad de oro de la comedia”. Los cómicos ahora son estrellas de Netflix y HBO. ¿Por qué online? “Nos permite descentralizar el aprendizaje de las grandes ciudades”, apunta Abi. El objetivo: “Crear comunidad”.  No pretende ser una escuela solo para humoristas. “Conocer las herramientas de la comedia puede ser interesante", anima la socia. 

Nota a pie de página para cuñaos: no esperes ser el alma de la fiesta en menos de lo que se tarda en decir “¿te das cuen?”. No es lo mismo ser gracioso que saber escribir chistes. “El 99% de los guionistas -asegura Tomàs- suele ser gente triste, gris, aburrida”. Lo ha dicho siempre Woody Allen: la comedia = tragedia + tiempo.  

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