HUMOR NEGRO DE ACERA

Cazadores de frases en Barcelona

Tienen el oído más fino que los de 'Sálvame'. El suyo es cotilleo de guante blanco. Roban conversaciones callejeras y las airean por redes, fanzines y mail

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Ana Sánchez

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"Tengo un plan que se llama Plan M –revela una panda de amigos en un restaurante del Raval-: meditación y masturbación". A un par de calles, se están saludando con entusiasmo dos mujeres. “- Chica, ¿eres tú? - Sí, ¿quién voy a ser? - ¡Ah! Pues estás más guapa con mascarilla”. Otros dos colegas se sinceran a tiro de orejas ajenas: “-¡Cógete la baja, tío! -Como no se la pida a Kunta Kinte...”. Humor negro de acera. “Aquí lo único que te pueden dar es por culo”, reflexiona un señor en voz alta al pasear por la calle Robadors. “Esto es un alma de doble filo”, resopla un poeta de bar. "Píntame las uñas color Ferrari –pide una mujer con sutileza-, por no decir color putón". "¿El MDA no es ese tipo del Equipo A?", pregunta alguien con la dislexia en éxtasis.    

Esto es <strong>Real Raval</strong>. “Aforismos de acera ravalera”, resumen sus dos ideólogas. “Frases escuchadas y robadas en el Distrito V, Barrio Chino o Raval”. Hace tres años que las airean en formato fanzine <strong>Instagram</strong>. “Algunas te harán reír y otras –advierten- pensar”.  

“El escritor de la Biblia, Nostradamus, no se equivocó en nada”, llegan a la conclusión entre cuatro. “Yo solo quiero una devolución de mi vida y de mis dientes”, - reflexiona un transeúnte. “- Cuánto tiempo, qué bien te veo”. Dos tipos se reencuentran por el barrio. “- Es que ya no me drogo”. Plaf. Puñetazo de realidad.

Gemma y Anna tienen el oído más fino que los de 'Sálvame deluxe'. A estas alturas han aprendido a disimular mejor que el rey emérito en un evento con Corinna. El suyo es cotilleo de guante blanco. Son cazadoras de frases.

<strong>Gemma Terol</strong>, 42 años, “diseño, pinto y coloreo”, resume en sus redes. <strong>Anna Corominas</strong>, también 42, ella se resume como “ser”, sonríe. “El barrio me ha hecho así”. Es ravalera. Vive en “el reducto del mal”: la calle de Robadors.

"El Raval –ha escuchado afirmar- es como entrar en la dimensión desconocida”. Anna lo resume con un ejemplo práctico: hay un señor que suele ir por la calle gritando algo aproximado a “¡¡butaaaanooo!!!” –relata-. Así que un día una mujer le pidió una bombona. “No, yo no vendo”, le respondió él. “¿Y por qué lo dice?”. “Porque quiero gritar”. “Esto es el Raval”, resopla. Chup-chup de vecinos, turistas, modernos, prostitutas, drogas, cerveza, beer, amigo.

«Mira ese hombre tomando una bebida pudiendo echar un buen polvo». Fue la primera frase que Anna robó al vuelo. Era mayo del 2017. Un mes después, estaba abriendo con Gemma su escaparate ravalero de Instagram (<strong>@realraval</strong>). A finales de año, publicaron el primer <strong>fanzine </strong>con las frases ilustradas. Han colaborado por amor al arte LyonaJavi Royo o Asis Percales.

“En un principio pensamos en hacer algo social”, apunta Gemma. De momento, el dinero solo les da para subvencionar el siguiente número. Ya van tres. En total, habrán colgado 350 frases en redes. ¿El objetivo? «Recuperar la esencia de un barrio que se resiste a difuminarse entre tanta gentrificación».  

Red mundial de informantes

No son las únicas cazafrases que ponen la oreja por Barcelona. Antes de que existieran las redes, antes si siquiera de que Belén Esteban gritara “¡yo por mi hija maaato!”, Enric Gomà ya tenía una red mundial de informantes callejeros. “Yo no soy marimandona –escuchó por Rambla Catalunya hace 21 años-, pero reconozco que me gusta dirigir el cotarro para que las cosas vayan bien”. Hizo una lista de mail con 25 amigos y lanzó la frase al ciberespacio. Y nació Alcarrer.

Enric Gomà, guionista, escritor, tuitero, divulgador lingüístico, 56 años. Va camino de publicar su tercer libro de frases callejeras. Tiene ya 850 “informantes”, así los llama. De 25, 30 países. Cualquier conversación del mundo es susceptible de aparecer en su ronda de mails. Para darse de alta, hay que mandar un mensaje a alcarrer@alcarrer.cat con el nombre, la profesión y la población. Se reciben cinco entregas a la semana de frases callejeras oídas y también leídas.

“Tenemos un amor de Tetra Brik”, asume una chica hablando por el móvil. “La novia de mi marido –confiesa una señora a bocajarro- no nos gusta a nadie”. “La ignorancia es saberlo todo –se lee en una pintada-, pero desde otro punto de vista”.

Lo que ha aprendido Enric de la calle: “Que la gente está muy perdida en el aspecto amoroso”, se ríe. ¿Qué engancha de esto? “Es un poco sociológico –responde-. Es donde salen todas las preocupaciones más profundas. No es charlatanería, no. Eso es la vida”. Igual que en los expedientes X: “La verdad está ahí fuera”. 

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