ACADEMIA DE 'JEDIS'

'Star wars' en Barcelona: aprende a luchar con sables láser

Dicen que no tienen conflictos familiares, pero se escucha «yo soy tu padre» más que en 'Sálvame'. LudoSport enseña a manejar espadas láser a lo Yoda

'Star wars' en Barcelona: aprende a luchar con sables láser

'Star wars' en Barcelona: aprende a luchar con sables láser / periodico

Ana Sánchez

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Cinco minutos aquí y te sientes un poco Julio Iglesias. Entran ganas de decirle a todo el mundo «yo soy tu padre». «Aquí conflictos familiares no tenemos». Lo desmiente un tipo con sable láser y pinta de ser familia lejana de Darth Vader. Mascarilla negra anticovid en lugar de casco del Lado Oscuro.  

Esta es una galaxia muy, muy cercana: «El Enclave», se lee en la puerta (Daoiz i Velarde, 28). La Fuerza les acompaña desde hace dos años, pese a pandemias mundiales. Al entrar se te queda la misma cara de incredulidad que al escuchar a Miguel Bosé. Se ve a R2-D2, un arsenal de espadas láser y vaivén de túnicas 'jedis'

«Cuando la Fuerza te acompaña para hacer deporte», describen sus acólitos por internet. Esto es LudoSport. «Academia de combate con sables de luz», resume su Instagram. Es una disciplina peliculera que se practica desde hace 14 años. La fundaron en Italia tres fans de 'Star wars': Simone Spreafico, Gianluca Longo y Fabio Monticelli. Se les ocurrió combinar los movimientos de las luchas intergalácticas con técnicas de esgrima kendo. Es deporte de competición, con sus reglas y sus árbitros. Ya hay hasta torneos internacionales.

Combate de sables láser en LudoSport Barcelona.

Instructores y padawans de Ludosport Barcelona combaten al final de una clase.  / periodico

Alumnos en 9 países

Estas artes marciales de ciencia ficción se han extendido por 9 países. En España, hay clases en Barcelona y Madrid, de momento. Unos 300 alumnos. Prevén abrir escuelas en Terrassa, Sabadell, Mallorca, León y Sevilla, adelanta Carlos. «Mucha gente entra por el tema de 'Star wars' –dice–, pero se acaba quedando por el deporte».

Carlos Jiménez, 28 años, es «el rector» de la academia barcelonesa. Viste de rojo, el color de los villanos de otras galaxias. «Soy 'sith' –se presenta–. Soy de los malvados». Asientes a todo lo que dice en cuanto le ves dar volteretas con un sable luminoso a lo Kylo Ren, el último malvado de la saga. Tiene cuatro espadas láser en casa.

Hace dos años que abrió esta academia de 'padawans' (aprendices de 'jedi' y 'sith'). Tiene ya 110 alumnos. Siete «clanes», así llaman a cada clase. Combaten hombres y mujeres. De 13 a 55 años. «Tenemos un clan de niños [9-13 años] pausado por el covid», añaden.    

Técnicas galácticas

El color del sable indica el rango. Te dan uno azul en la clase de prueba. Hace ruiditos láser como en las películas. No es un sable de juguete, advierte el 'sith' catalán. «Estos están preparados para el combate». Cuestan unos 330 euros, calcula. En la academia salen por 250.

Lo enciendes, sacas pecho a lo 'The Mandalorian', ahora que hay fecha de la segunda temporada. Intentas moverte en plan jedi, pero te pareces más a Leticia Sabater emulando a Rosalía. En dos horas estarás haciendo florituras. La primera clase acaba con combate y «prueba de fuego».  

Lo primero que enseñan es la filosofía SeCuRi. Viene de 'servizio', 'cura' y 'rispetto'. Servicio, cuidado y respeto. «Es un deporte que penaliza el hacer daño al oponente», te explican. Eso tranquiliza. 

Se recomienda tener una botella de agua a mano. “Ojalá bastara con que la Fuerza te acompañe”, resoplan tus compañeros de clan. En apenas tres minutos de combate sudas más que Camacho en sus tiempos de seleccionador. 

Sales de la clase de estreno sabiendo tres ataques y cuatro defensas, incluso algo de postureo galáctico. En tres años, te animan, puedes ser 'jedi' o 'sith'. Hay 10 estilos de combate. Con espadas largas, dagas, incluso sables dobles.  

¿Lo que más gusta? «Que mezclas muchos estilos», dice Óscar (31 años, dos con sable láser). «Y siempre encuentras a alguien que te ayude», apunta Laia, 28, potencial 'sith'. «Yo soy muy insegura y necesitaba algo que me diera un empujón», señala Ariadna, 29,  ahora futura 'jedi'. «He encontrado no solo una afición –añade–, sino una familia». 

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