la trastienda

El 'punch' de la reina madre

La gabardina, con más de 140 años de historia, disfruta de una nueva primavera, convertida en un clásico ecuménico

De la guerra al cine. En los años 30 y 40, la gabardina fue la prenda fetiche del cine negro.

De la guerra al cine. En los años 30 y 40, la gabardina fue la prenda fetiche del cine negro. / periodico

Núria Marrón

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Como tantas otras cosas en la moda contemporánea, parece que en esta renovación de votos del sector con su 'reina madre' gabardina algo tuvo que ver Kim Kardashian, que el día anterior a que la encañonaran en París y le robaran 10 millones de dólares en joyas apareció en los desfiles con un 'trench' de la firma Balenciaga y, claro, nada debajo. 

Desde entonces, la  prenda que inventó la casa Burberry (1880) y que tuvo su primer e infernal hogar en las trincheras británicas de la primera guerra mundial -de ahí su nombre en inglés, 'trench'; las charreteras para los galones, y los anillos del cinturón en los que colgar granadas- está teniendo un retorno ecuménico e infeccioso, más allá de los ambientes formales. La firma francesa Sézane, la preferida de Kate Middleton, dice tener una lista de espera de 10.000 clientas; Phoebe Waller-Bridge se ha convertido en altar 'millennial' anudada a una gabardina negra, y la prenda peligrosa que un día vistieron gánsteres y detectives -y que, aun siendo británica, simboliza como pocas el chic francés- se propaga ahora en un sinfín de formas y tejidos que se pasean y se declinan sin el menor respeto por sus mayores.