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"Hace dos semanas fui a una cata de café y llevo sin dormir desde entonces"

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Cata de café

Hace dos semanas fui a una cata de café y desde entonces no he pegado ojo la cata estaba muy bien y aprendes mucho pero claro después de 20 cafés las manos te empiezan a temblar y es normal que se te caiga un poco de café al suelo cuando lo quieres probar y no lo catas todo yo estoy bien eh no me encuentro mal pero me gustaría descansar un poco los ojos aunque he aprendido mucho y ahora cuando tomo café enseguida sé si viene de un país africano o sudamericano y eso se lo debo a la cata pero necesito dormir por favor pronto o tendré que hacer una cata de somníferos.

Cementerio de Montjuïc

Siempre había dicho que cuando muriera me gustaría ser enterrado en el cementerio de Monjuïc y, ahora que he muerto y he sido enterrado en él, estoy bastante decepcionado. Dentro de la caja no puedo apreciar las vistas de la montaña y el mar, lo cual es un bajón. La gente enterrada a mi lado es muy sosa y llevo aquí dos semanas sin hablar con nadie. Los familiares me traen flores cuando saben que soy alérgico y me paso el día estornudando. Al menos estoy a salvo del coronavirus.

Museo de Arqueologia del Barça

El verde de esta semana se lo lleva este museo lleno de reliquias de tiempos pasados. Se pueden ver todas esas copas que en otro tiempo el equipo catalán ganaba y que ahora ya jamás volverán a verse en las vitrinas. La conservación de los trofeos es ejemplar porque son conscientes de que es probable que nunca más vayan a recibir nuevas adquisiciones en el edificio. Los visitantes no pueden tocar las copas, así se sienten exactamente igual que los jugadores del equipo blaugrana con las copas que todavía están en juego esta temporada.

Rubén

Esta semana, Rubén fue a la playa a recoger plástico. Ni me quiero imaginar qué es lo que planea hacer con todo el que se llevó del agua y de la arena, pero seguro que nada bueno. Se llevó tanto que apenas queda para que otra gente vaya a recogerlo, lo que demuestra lo tremendamente egoísta que es. Seguro que es él quien tira el plástico para recogerlo luego y hacerse el interesante. Honestamente, creo que ha llegado el momento de parar la amenaza de Rubén, que está asolando nuestras playas.

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