'La sireneta i l'illa de plàstic': Greta Thunberg con cola de pez

La compañía <strong>Dreams Teatre</strong> lleva 25 años versionando cuentos clásicos con una mirada actual y empleando la danza o la música como herramientas infalibles. En ‘<strong>La sireneta i l’illa del plàstic</strong>’, su última producción, han puesto el ojo en uno de los cuentos más conocidos de Hans Christian Andersen, catapultado hace ya tres décadas por la magia de Disney (sí, parece mentira, pero la peli es de 1989). La Ariel del teatro se parece más a Greta Thunberg, regurgitada en medio de una batalla para evitar que el plástico acabe con los océanos. 

Como en el clásico, esta sirenita cumple 15 años y la puesta de largo le permite salir a la superficie para ver la luna. Sin embargo, las noticias sobre una gran isla de plásticos y residuos en el mar empaña el feliz momento. La pequeña nereida sabe que solo el beso de un príncipe podría transformarla en humana para solucionar el problema sin descubrir la existencia de las sirenas y ponerlas en peligro. En pleno dilema aparece en escena un muchacho de sangre real, acompañado de su madre, adicta al móvil. Solo el tiempo dirá si él será el elegido para ayudar a la sirenita en su misión. 

Homenajes a Disney

Homenajes a DisneyQuizás porque la historia original de Andersen tenía un trasfondo y un final realmente triste, Dreams ha preferido dedicar más homenajes a Disney. Los villanos, por ejemplo, son una medusa malvada y su temible tiburón. Inevitable acordarse de Morgana y de Glut, su tiburón blanco. Sin embargo, el mal siempre se reinventa y como novedad, entrará en acción un pirata que pesca sirenas.  

No hay problema. La heroína de la historia tendrá a su lado a una estrella de mar que la ha cuidado desde pequeña, un pulpo con acento andaluz que le hace de guardaespaldas y un cangrejo encargado de la seguridad marina. 

La historia pretende llamar la atención, incluso entre los más pequeños, sobre un problema real, el aumento de los residuos plásticos en el mar, y también es un alegato a favor de la singularidad individual. Tenemos que estar orgullosos de cómo somos y defender por igual a todas las especies del planeta.