EL SEMÁFORO DE EL MUNDO TODAY

"Fui a un restaurante vegano y la camarera tenía un matamoscas en la mano"

La actualidad del mañana de Barcelona

zentauroepp15657006 abel200107105105

zentauroepp15657006 abel200107105105 / periodico

El Mundo Today

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Restaurante vegano Ramón

La comida es riquísima. Usan ingredientes de primera y su precio es muy asequible. El problema es que tienen una infestación de insectos en la cocina y la camarera se pasó la noche ejecutándolos con matamoscas. Es muy desagradable estar comiendo mientras ves cómo los cadáveres de las moscas van cayendo a escasos metros de tu mesa. Si alguna de ellas hubiera caído en mi plato podría haber acabado comiendo algún alimento de origen animal y por eso le doy el rojo.

La rata dentro de una bolsa en el Putxet

La zona alta de Barcelona es un lugar muy romántico para pasear, aunque estés solo en la vida como yo. Por suerte, el otro día mientras caminaba dándome la mano a mí mismo y parándome en los semáforos para besarme a mí mismo, vi una bolsa que se movía de manera errática. Pensé que era por el viento, pero pronto me di cuenta de que tenía una rata en el interior. Un espectáculo impresionante. Me pasé horas observando cómo danzaba bajo una preciosa luna llena. Si le doy el naranja y no el verde es porque la rata me mordió y ahora tengo la rabia.

La angustia propia de la Navidad

Un año más vuelve lo mejor de la Navidad. Empieza con una inexplicable tristeza que, sin darte cuenta, se va adueñando de todo tu ser. Luego notas cómo se va convirtiendo en un creciente pesimismo que inunda todos tus sentidos hasta hundirte por completo, y acabas profundamente deprimido, envuelto en pensamientos que afectan a tus relaciones personales, que eres incapaz de mantener porque has perdido la confianza que te quedaba en ti mismo. Lo malo es que, de pronto, es 7 de enero y vuelves a sentirte bien otra vez, como si la Navidad nunca hubiera existido.

Rubén

Su afán de protagonismo es dantesco. ¿Quién creéis que se ha disfrazado de Papá Noel? Pues el sinvergüenza de Rubén. Tras repartir regalos a los niños enfermos del hospital, se pasó por la oficina para darnos un regalo, como si nosotros o alguno de esos niños enfermos tuviéramos interés en su caridad. Tendríais que haberlo visto pavoneándose con los regalos y su traje de Papá Noel. Por si fuera poco, nos dio un montón de folletos sobre donar sangre. Solo un verdadero psicópata va por ahí pidiendo sangre a la gente. Mucho cuidado con Rubén.

TEMAS