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"Un desastre: la playa del Bogatell no está climatizada para el invierno"

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Playa del Bogatell

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Playa del Bogatell

El rojo de nuestro semáforo de esta semana es para esta playa. Aunque, cuando la buscas en internet, compruebas que está llena de gente tomando el sol en bañador, nadando en el agua o jugando al vóley, esta semana cogí el coche y me fui para allá con unos amigos y no había nadie. No nos pudimos quitar la ropa porque hacía muchísimo frío, incluso llegó a llover en un momento dado. La arena estaba vacía y el ambiente era realmente deprimente. Es una vergüenza que el Ayuntamiento de Barcelona solo se preocupe por las playas tres meses al año.

Conocer a los padres de Marisa

Ya son tres meses de relación, así que tocaba ir a comer con los padres de Marisa. La experiencia resultó interesante pero noté que le faltaba un poco de ritmo. La comida de su madre era correcta, pero estaba muy lejos del estofado de la madre de Cristina. Su padre me presionó para que buscara un trabajo de verdad, pero no lo hizo con el desprecio del padre de Cristina. Los padres de Marisa cumplen su función, pero si buscas una experiencia emocionante, recomendaría conocer a los padres de Cristina.

Concierto en la estación de metro de Diagonal

El martes llegué tarde a la oficina y me dio absolutamente igual. Mientras hacía transbordo en la estación de metro de Diagonal, me encontré con el mejor concierto callejero que he visto en mi vida. Eran un chico y una chica sin instrumentos. Tampoco llevaban micrófono pero se les escuchaba perfectamente. La armonía de sus voces era brillante. Por las letras y la puesta en escena me recordaban a los Pimpinela de los mejores años. Amaban tanto el arte que, cuando les di unas monedas, se enfadaron conmigo y me las tiraron a la cara. Absolutamente delicioso. Sin discusión.

Rubén

Suma y sigue. Yo no estaba, pero los que sí me han dicho que esta semana vieron a Rubén entrando en un vagón de metro, lleno hasta arriba, sin dejar salir primero a la gente. Por lo visto, decidió que las normas sociales no le incumben. Qué vergüenza de persona, ahí agazapado al lado de la puerta, esperando como una alimaña a que se abra. Seguramente fue sentado, dejando a las personas mayores de pie. Si seguimos mirando para otro lado con Rubén, no tardaremos en arrepentirnos. Yo aviso.

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