el museo imaginario

Concòrdia, una "plaza de pueblo" en Les Corts

Antes de convertirse en Siamiss djs, Anna Vicén y Maria Torras trabajaron juntas en Fragments Cafè, ubicado en este bonito rincón de la ciudad

Siamiss djs

Siamiss djs / periodico

Laura Conde

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Anna Vicén y Maria Torras se conocieron en la Sala Apolo hace casi 20 años y vivieron un “flechazo de amistad”. Poco después, sin haberlo planeado, se convirtieron en las Siamiss djs, residentes de Razzmatazz durante diez años y reconocidas 'disc-jockeys' del indie barcelonés de los últimos 90 y primeros 2000.

Sentadas en  Fragments Cafè, en la plaza de la Concòrdia, copa de vino en mano, nos cuentan por qué es uno de sus rincones preferidos de Barcelona, y por qué aún hoy suelen visitarlo para disfrutar de su cocina mediterránea y de su agradable terraza. “Tanto la plaza como Fragments han marcado mi vida. Soy del barrio, y Fragments fue el primer lugar que frecuentaba cuando salía siendo una adolescente. Y es el lugar donde Anna y yo trabajamos juntas por primera vez. A partir de ahí nunca nos hemos separado”. Anna, que no conocía la zona hasta que empezó a trabajar con Maria en el local, destaca de la plaza que “es un lugar por descubrir”. “Me enamoró de inmediato”, asegura. Sin duda, uno de los puntos fuertes de este rincón de Les Corts es que “es como la plaza de un pueblo”, explica Maria. Y tiempo atrás aún lo era más: “Ahora han abierto muchos bares, pero antes apenas había tres y nos conocíamos todos”. Y de su Fragments destacan el bonito interiorismo y un jardín interior y una terraza que son la envidia de muchos establecimientos. “Además, se come estupendamente”. ¿La estrella? Las bravas.

En Fragments empezó el torbellino que las llevó a pinchar en salas internacionales o festivales como Benicàssim. “Poco después de estar allí pasamos al Mon Bar, en Gràcia, donde una tarde empezamos a poner música por azar”, explica Anna. “¡No sabíamos pinchar!”. Tal vez no conocían la técnica, pero tenían carisma, buen gusto, muchos discos y flow hasta decir basta. Al mes las habían programado en Razzmataz y se convirtieron en las Siamiss djs. Anna y Maria. La rubia y la morena. “Nos pusimos ese nombre porque como siempre estábamos juntas alguien nos dijo ‘qué pesadas, parecéis siamesas’”, explica Maria. 

Luego vinieron las maternidades. En el 2016, tras seis años de parón, volvieron con la misma energía que las llevaba a poder con todo. Pero decidieron pinchar para familias. “Nos apetecía crear un espacio alejado del rollo cursi que se asocia a los niños, y que padres e hijos se lo pasaran bien escuchando buena música y bailando juntos”, cuenta Maria. Acertaron: ¿quién dice que los niños no pueden volverse locos con los Chemical Brothers? “Nos gusta la misma música pero disfrutamos bailándola con nuestros hijos”, explica Maria. En sus sesiones viven momentos que no tienen precio, como “las caras de los niños cuando ven que sus padres se desmelenan bailando una canción que les gusta”, remata Anna mientras disfruta del sol otoñal en la terraza de Fragments