moda

Jaque al 'stiletto'

El zapato plano se abre paso enla alfombra roja, al tiempo que los tacones dejan de ser un básico exclusivamente femenino

Stiletto

Stiletto / periodico

Núria Marrón

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Desde que Marilyn Monroe apareció en 'Los caballeros las prefieren rubias' sobre unos 'stilettos' de Ferragamo de 11 centímetros sobre el nivel del mar, el tacón de vértigo ha sido el rey absolutista del 'dress code' femenino en Hollywood y en la alfombra roja. De tal forma que, incluso su ausencia, cada vez más recurrente, es tomada aún casi en términos de disidencia. 

Sin embargo, los tacones -fetiche de quienes no aguantarían sobre ellos ni 10 minu-tos y pararrayos del feminismo clásico- no siempre han sido sím-bolo de esa idea de feminidad constreñida a la seducción. De hecho, los primeros se remon-tan al antiguo Egipto, cuando los carniceros hallaron en ellos una solución para evitar las vísceras y sangre de los rituales del ganado.

Elemento versallesco

También durante siglos los usaron tanto los jinetes asiáticos como la nobleza medieval, que gracias a ellos podía salir a la calle sin, literalmente, enmerdarse. Más tarde, el rey sol, de corta estatura, los convirtió en un elemento tan versallesco como el lujo y la fetidez ambiental. Y cuando la ilustración los arrasó, hallaron una vida furtiva en el atuendo de las prostitutas venecianas del siglo XVIII, que así eran vistas entre la multitud, y en las postales eróticas de finales del siglo XIX.

Y así llegamos hasta hoy, con el fetichismo del 'stiletto' cortocircuitado por las 'drag queens' y los hombres que, como Billy Porter, los han convertido en un básico, y por una generación de mujeres que enmiendan su uso obligatorio, un mandato que Chanel, con ideas para todo, resumía así: "Mantén los tacones, la cabeza y el criterio siempre elevados".