EL MUSEO IMAGINARIO

La plaza del Pi "conserva el glamur de otra época"

Llucià Ferrer, el presentador de 'Atrapa'm si pots' (TV-3) y 'El vermut de Llucià Ferrer' (Ràdio Flaixbac), conoce al dedillo el Gòtic. Este es su lugar preferido

Llucià Ferrer

Llucià Ferrer / periodico

Ferran Imedio

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Llucià Ferrer está localmente enamorado del Gòtic. Tanto que afirma que no hay rincón que no haya pateado desde que vive en Barcelona, y de eso hace ya unos cuantos años. "Resulta curioso que un tío de pueblo como yo, que soy de Manlleu, esté instalado en pleno centro de Barcelona. Pero así es. Y como mi piso está junto a la plaza de Catalunya, muy cerca de este barrio –comenta­–, salgo a pasear por él cada semana. Me pongo los auriculares y, mientras escucho la radio –¡deformación profesional­!–, voy recorriendo sus calles". Y en esas vueltas, a veces se pregunta si acaba de descubrir una callejuela. "Pero no, lo que pasa es que la estoy recorriendo al revés de como lo había hecho en su día, y resulta muy curioso darte cuenta de lo mucho que cambia viéndola del otro lado".

Y de todos los lugares del Gòtic que conoce, se queda con la plaza del Pi. "Tiene algo especial. Parece que conserva el glamur de otra época, de esa Barcelona de antes que parece haberse perdido", explica el presentador de radio y televisión, que conduce el concurso Atrapa’m si pots (se emitirá los fines de semana en TV-3 a partir de este mismo mes de septiembre) y el programa de Ràdio Flaixbac El vermut de Llucià Ferrer (en antena a partir del día 28 desde la terraza del Hotel Barcelona Edition). 

Delicias que atrapan

Le gusta que sea tan tranquila y que no esté saturada de turistas. "Si te fijas, se oye mucho hablar catalán entre la gente que toma algo en la terraza", apunta. Lo dice con conocimiento de causa, porque acostumbra a tomar el café allí, a la sombra de los naranjos y, claro, del emblemático pino que da nombre al lugar.

Otra de las cosas que le vuelven "loco" de la plaza del Pi es la feria de productos de alimentación artesanos que se celebra de viernes a domingo un par de veces al mes. "Mi pareja me tiene que frenar porque soy de los que se lo llevaría todo. El queso, el embutido, la miel, el pan... Sobre todo, el pan porque soy muy panero. Y siempre acabo comprando algo". También visitaba a menudo las Galeries Maldà, aunque ahora menos porque "se ha convertido en un centro donde venden cosas frikis de Harry Potter".

La actividad pendiente

Parece, pues, que no le falta nada por hacer en la plaza del Pi. "Sí –advierte Ferrer–­. Acudir a alguno de los conciertos de guitarra flamenca que suelen hacerse en la iglesia del Pi. Un día de estos iré", asegura.

Mientras tanto, seguirá frecuentando la plaza y, al acabar, seguirá abandonándola por cualquiera de las salidas que tiene, porque todas le parecen bien: le da igual meterse en la calle de Petritxol, que tanto le gusta por sus chocolaterías y sus galerías de arte, que ir por el otro lado y cruzar la plaza de Sant Josep Oriol, donde muchos artistas exponen sus obras. Un recorrido que pronto hará con su primer hijo, Màrius, que está a punto de llegar al mundo.