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Dónde encontrar comida gigante en Barcelona

Parece un sueño de Homer Simpson. Puedes pedir 'burgers' tamaño mesa, bocatas de 57 centímetros, 'kebabs' de dos kilos y medio. En estos cinco locales hasta Obélix se pediría un Almax

Ana Sánchez

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Te recomiendan venir a cenar sin haber comido nada. Así que llegas con el estómago rugiendo como si te fuera a salir un Alien o uno de Vox hablando sobre ideología de género. Pides un bikini pequeño, una hamburguesa, media ración de patatas. ¿Parece poco para dos personas hambrientas nivel Pantoja en Supervivientes? Te entrará la risa floja al ver los platos en formación. Ni que estuvieras en un banquete de la aldea gala de Astérix. La diferencia es que aquí Obélix se pediría un Almax. 

<strong>La Kaña</strong> (Colom, 112, Terrassa). Parece un sueño de Homer Simpson. Se ven panes de burgers tamaño mesa. Venden la más grande de Catalunya: ¡17 kilos! Las han hecho hasta para una boda. Les pidieron dos y les sobró una entera. 

«Pásatelo a lo grande», prometen en su web. No engañan. «Para nada», garantiza Jordi, el propietario. Hay platos con más centímetros de los que va presumiendo Leticia Sabater en sus vídeos. 22 de diámetro tiene el pan de burger estándar. Los hay hasta de 40x70. Las velas se soplan sobre hamburguesas gigantes.  

Jordi Jiménez, el dueño, solía comer él solo el bikini de medio metro. Tiene 36 años y 30 kilos menos que hace un año. Qué ironía: está en la plancha y a dieta. Ha visto cosas que no creería ni Chicote alucinando pepinillos. Incluso a un niño de 10 años comerse una hamburguesa de kilo y medio con relleno de queso.  

Bikinis de medio metro

La operación bikini aquí suena a gesta gastronómica: tienen bikinis de medio metro. Hay «platazos» combinados (de 33 centímetros), tapas a peso (hasta 2 kilos) y perritos del tamaño de un bebé. Puedes pedir hamburguesas 3D (350 gramos de carne), 4D (medio kilo), Súper 3D (6 kilos). La Súper 4D daría de comer a 30 personas. «La idea es compartir», dice Jordi. Ni siquiera hacen cuentas por separado. 

Consumen 50 kilos de carne a la semana. «Cada dos meses gastamos una vaca», dice Jordi. Parece que te la acabas de comer tú solo. Y eso que has dejado medio bikini (que aún abulta por uno), media hamburguesa (aún pesará 400 gramos) y casi todas las patatas. «¿Quieres postre?», pregunta Jordi entre risitas. 

«Aquí se viene a lo que se viene –dice un cliente–: a comer». «No pidas con miedo –se lee en una pared junto a un rollo de papel Albal–. Si me sobra, me lo llevo». Jordi asiente: «La gente tiene más ego que hambre». Les piden mucho Almax. «Tenemos que abrir una farmacia al lado», se ríe. 


Bocadillos de barra

«57 cm». Se puede comprobar el tamaño entre las dos flechas del cartel de la entrada. «Una barra de cuarto de toda la vida –dice Miki–, de pan artesano». 

Miguel Ángel Hernández, 49 años, se dedicaba a la alta cocina hasta que heredó de su madre este bar de Horta hace siete años. Lo rebautizó a lo grande: <strong>Bar XXL</strong> (paseo de Valldaura, 26). No te dejes despistar por el tamaño: sus megabocadillos de jamón canario podrían competir en la liga de los del Bágoa. 

¿A qué viene la gente? «A ponerse morados», se ríe Miki. Tiene oferta: 5,90 €, bocadillo XXL con bebida. «Normalmente se los comen enteros», asegura. Hay quien se come el suyo y la mitad del de la novia. «Nuestro público más asiduo son jóvenes, obreros, gente que tiene un desgaste físico importante», justifica el saque. «Hay gente muy delgada que alucinarías». Un estómago estándar puede con medio echándole ganas.

 En la carta también hay hamburguesas XXL (250 gramos de carne) y XXXL (500 gramos). Hacen por encargo de kilo y medio e incluso de  2,800 kilos. Miki solía montar competiciones. «Tengo pensado repetirlo», adelanta. El récord: 21 minutos. Es lo que tardó un tipo en comerse la más grande. A la media hora –jura Miki– estaba comiendo unas alitas.


El ‘dürüm’ de dos kilos y medio

«Un chico vino tres días y se comió tres enteros. ¡Sin bebida!». Tabi aún no sale de su asombro. Te señala un dürüm monstruoso. Más de dos kilos y medio de kebab. Jurarías que si se pone en pie podría invadir una ciudad a lo Godzilla. 

«La gente flipa», se ríe el paquistaní. Tabasum Latif es el dueño de Rico Kebab-2 (Major, 1. L’Hospitalet). Lleva un año sirviendo dürüms gigantes. Los tiene Súper Grandes (3,80 €), de 1 kilo (5,50 €) y este de más de 2,5 kilos (9 euros). Hacen falta dos personas para enrollarlo. En un año, «solo tres clientes se lo han comido», asegura. «Y uno sin bebida», insiste. Se lo zampó en 15 minutos. 

Los clientes te dicen «que aproveche» con mirada de funeral.  Eres capaz de comer un cuarto del dürüm sin perder la dignidad. Venden uno o dos al día. La mayoría, para compartir. Y sí, hace honor al nombre: está rico. A la gente le gusta comer, dice Tabi. «Quien lo paga –se ríe-, lo come».


Hamburguesas de 4 pisos

Empieza a sonar Eye of the tiger, la canción de Rocky. Así que tu cuerpo se pone automáticamente en formato épico. Sale de la cocina una megahamburguesa con bengala y punch de peso pesado. No sabes si salivar o tirar ganchos al aire. En 10 minutos te dejará KO. 

Te empachas solo con enumerar sus ingredientes: un kilo de ternera (4 hamburguesas XL de 250 gramos), 200 gramos de beicon, 200 de queso cheddar, 4 huevos fritos, salsa, lechuga, pepinillos y 250 gramos de patatas. Es el Reto <strong>Anauco </strong>(València, 428). Si te comes este mastodonte en 30 minutos, te sale gratis. Si no, pagas 39,90 euros. «De cada 10 retos, dos o tres personas lo logran», da fe Steven Guerrero, el encargado del local. Otros dos o tres se marean o terminan vomitando en el baño. 

Suelen pedirles tres retos por semana.  Viene «gente musculosa –dice Steven–, gente flaca, gente que se dedica a esto. Chicos normales que lo intentan y lo logran». El récord está en 4 minutos y 24 segundos. Se puede ver para creer: está en YouTube. Es una de las hazañas con colesterol de Esttikyoutuber con estómago de acero. En su <strong>canal</strong> le ven devorar  más de dos millones de suscriptores.

Trucos de profesional: «Dejan enfriar la hamburguesa unos 10 minutos. Lo pasas más rápido frío –cuenta Steven–. Y tienen 2 o 3 litros de agua preparados. Llega un punto en el que lo que hacen es mojar el pan o las patatas en el agua».


Pepito Titanic

El youtuber Esttik también ha pasado por <strong>Donde Siempre</strong> (Diagonal, 229). Hace tres meses que los jueves es día de reto, previa reserva. Aquí sirven el Pepito Titanic. Su nombre es bastante literal: hunde a cualquiera. Es un bicho de 50 centímetros y 2,5 kilos. Pepito típico venezolano: baguette con ternera o pollo, lechuga, tomate, cebolla, gouda, beicon, y salsa guasacaca, a base de aguacate. El reto incluye ración de patatas, claro. Si te lo comes en menos de 30 minutos, te sale gratis. Si no, a pagar 30 euros. 

El de Esttik pesaba tres kilos, recuerda Kelly Martínez. «Se lo comió en 9 minutos –promete–. Y no conforme, se comió de postre un golfeado y una tarta de tres leches». De momento, solo se lo han comido él y  otro chico. Lo suelen pedir para compartir entre 4 o 5 personas. Ahora queda pendiente una arepa gigante: han quedado en hacerle una a Esttik este año.