guía práctica

Cómo sobrevivir a Sant Joan, hora a hora

El día más largo y petardo del año requiere planificación. Por eso te organizamos la agenda (y el dopaje) hora a hora. La mejor manera de explotar la jornada más estruendosa de la temporada

Coca de Sant Joan

Coca de Sant Joan / periodico

Òscar Broc

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Agenda a tope. Horarios cuadrados. ¡Sincronicemos relojes! Todo tiene que salir bien el día más largo y la noche más corta del año. La víspera de Sant Joan exige cosa mala. Es una prueba de fuerza y resistencia que solo podrás superar con una buena organización y el dopaje adecuado. El cava y la coca serán tu combustible en este triatlón para el que te hemos diseñado un plan de acción inmejorable.

Si quieres sacarle todo el jugo a Sant Joan sin derramar una sola neurona en el proceso, aquí tienes una cronología detallada con todo lo que puedes (y debes) hacer durante la jornada más estruendosa de la temporada. Y encima, el 23 de junio cae en domingo, con lo que tendrás todo el lunes para excretar el garrafón y dormitar. Veo que el viejo Juan sigue teniendo buenos contactos ahí arriba. 

10.00-11.00 h

10.00-11.00 hEmpieza el día con energía

Te espera un día duro, sin derecho a siesta, con más recados que un repartidor de Glovo en un Barça-Madrid. Hay que empezar con estimulantes de la mejor calidad corriendo por tus venas, es decir, con una ingesta de berlinas y café. Los polis americanos de Hollywood no pueden ir errados. Para el café, vía directa a Nomad (Joaquín Costa, 26), en el Raval. Café de especialidad al cuadrado. Grano seleccionado de la máxima calidad. Técnica depuradísima. Tueste barcelonés. Ni se te ocurra pedir azúcar: ¿le echarías Don Simón a un Vega Sicilia?

Ya encontrarás sacarosa en los donuts artesanos de La Donutería (Parlament, 20), un obrador de Sant Antoni que borda este alimento agujereado. Fabrican los artefactos a diario. Sus masas artesanas y sabores de otro mundo te harán salivar como si las cataratas de Iguazú brotasen de tu labio inferior. 


11.00-12.00 h

11.00-12.00 hEstoc de coca

A por la primera misión gorda: las cocas. Si te presentas en una fiesta con una coca de chichinabo, puedes pagarlo carísimo. En Triticum (ronda de Sant Antoni, 39) encontrarás piezas de gran valor para todos los paladares. Desde las tradicionales, con crema o fruta confitada, hasta una de limón muy prometedora.

¿Para los modernillos? Las cocas de Takashi Ochiai (Urgell, 110), con una de matcha que triunfa, y los deliciosos experimentos de Bubó (Caputxes, 10), un laboratorio que reinventa la coca como Sinatra: a su manera.

Si te va lo clásico, La Valenciana (Roger de Flor, 252) lleva unos cuantos decenios perfeccionando la tradición. En activo desde 1906, si su coca de crema fuera un utilitario, hablaríamos de fiabilidad alemana. Nunca falla.


12.00-13.00 h

12.00-13.00 hEl grito de ‘Brunch’

Has recorrido toda Barcelona y te has ganado un segundo desayuno como Dios manda, un 'brunchazo' vía intravenosa que te dé la energía necesaria para encarar la segunda ronda de compras. El Bar Veraz del Hotel The Barcelona Edition (avenida de Francesc Cambó, 14) sirve uno de los mejores de la ciudad en un atmósfera relajada. No digas que no a su pollo frito y a sus increíblemente perfectos huevos Benedict.

Si esto del 'brunch' te suena a 'Sensación de vivir' versión 'hipster' y te va lo viejuno, necesitas un vermut con sólidos de fiar. Alejado del bullicio, en el Clot, te espera el Celler Ca La Paqui (Sant Joan de Malta, 53), un garito legendario donde podrás vermutear en familia, con anchoas preparadas a mano y unos molletes de pringá antológicos. 


13.00-14.00 h

13.00-14.00 hAlcohol  y petardos

Segunda ronda de compras: ahora toca el material inflamable. Es domingo, sí, pero en Barcelona hay sitios abiertos que pueden abastecerte de alcohol incluso el Día del Señor. Licorería Latería Barcelona (Escudellers, 5) es una iglesia etílica imponente. Lo tienen todo y en grandes cantidades, en un recinto histórico donde años ha operaba una de las bodegas con más solera del Gòtic. También encontrarás abierto Vins i Caves La Catedral (plaza de Ramon Berenguer el Gran, 1), un clásico del bebercio con una colección de vinos, cavas y licores raros muy respetable.

Por otra parte, con los petardos ve a lo seguro. Las tiendas de Focs Artificials Estalella son un clásico, como Pim Pam Festa (Aribau, 188), por ejemplo, donde te proporcionarán pólvora de calidad y proyectiles que estallan en el firmamento, no en tu mano.  


14.00-15.00 h

14.00-15.00 hComiendo lejos del ruido

La hora de comer y ya te retumba la sesera de tanto petardo. Necesitas alimentarte en un reducto alejado del ojo del huracán. Il Birrino (Alí Bei, 123) es la opción ideal. Fusión perfecta de cervecería artesana y restaurante italiano, este rincón escondido a cinco minutos de la parada de Marina es una burbuja hedonista: los platos de pasta y los guisos italianos que Emanuele de Angelis extrae de su diminuta cocina son más efectivos que el yoga.

Si quieres algo bueno, tranquilo y barato para comer con tu prole, acércate a La Real Hamburguesería (València, 285) y alimenta a tus cachorros con el vicio que les mola en formato premium: 'burgers', 'burgers' y más 'burgers'. Será el único momento de la verbena en que los críos no se comportarán como gremlins hinchados de anfetas: disfrútalo. 


15.00-16.00 h

15.00-16.00 hPetardos y heladito 

Esos petardos guapos que hipnotizan a tus hijos como si fueran un vídeo del Rubius. Es la hora de la ofensiva nuclear y, a mi modo de ver, los lugares que más confianza ofrecen en tema de lanzamiento de proyectiles son el Moll de la Fusta, la acera mar del paseo de Joan de Borbó, y el parque del Ictineo, todos al lado del mar.

Hablamos de zonas que apenas cuentan con vegetación; masas de cemento imponentes que ofrecen espacio de sobra para detonar el arsenal que has comprado. Si la sed de pólvora ha dejado paso a la sed de azúcar, puedes ir a Delacrem (Enric Granados, 15) o a la pastelería Bonastre (Tamarit, 134) y perderte en uno de sus famosos helados de coca de Sant Joan.


17.00-19.00 h

17.00-19.00 hFuego, camina conmigo

La tradición que no puedes perderte. Sant Joan no comienza hasta que la llama del Canigó empieza su particular maratón, llega a la plaza de Sant Jaume y de ahí se propaga a todos los barrios de Barcelona. A las 16.30 horas comienza la fiesta de recibimiento de la llama a golpe de sardanas. A las 18.00 horas llega el fuego y los gegants enloquecen. Seguidamente, lectura del mensaje de Sant Joan, escrito por Carme Forcadell, y fin del despiporre con el protocolario reparto de la llama. Por cierto, como manda la tradición, habrá flujo de plantas medicinales. Totalmente legales, mal pensado.  


19.00-20.00 h

19.00-20.00 hBeberse Sant Joan

Sant Joan se vive a ful en algunas de las coctelerías más selectas de Barcelona. Date un capricho y aprovecha la creatividad de los siguientes 'bartenders', que han ideado cócteles especiales para Sant Joan. En The Bowery (avenida de Roma, 151), Luca Izzo te recibirá con el Barcino, una sinfonía de ron, licor de flor de saúco, Falernum y otros ingredientes mágicos.

En Dr. Stravinsky (Mirallers, 5), Antonio Naranjo te preparará el exquisito Remei, una joya ahumada con base de whisky y 'kombucha' de té 'lapsang' que te volará la sesera.

En La Javanesa (Joan Gamper, 12), Pablo Fiestas también te sorprenderá con un menú alcohólico con cava Guspira (por lo del fuego) para acompañar las cocas y el cóctel especial Colometa, inspirado en el personaje femenino de 'La plaça del Diamant'. 


20.00-22.00 h

Cena piroténica

La cena de Sant Joan tiene que ser impecable, ya que es la antesala del fiestón nocturno y uno debe mullirse la barriga con viandas que aplaquen la melopea inminente. Muchos establecimientos adaptan sus ofrecimientos a la verbena. El centenario Hotel El Palace (Gran Via de les Corts Catalanes, 668) te concede la verbena de tu vida por 49 euros. En su impresionante terraza, con una panorámica impactante de la ciudad, tendrás cena de menú abierto, coca, cava y banda sonora electroswing para que viajes a los años 20.

En el restaurante Sasha Bar 1968 (Margarit, 18), podrás acompañar la cena con el Sant Joan Shake, un cóctel con toques de cacao y frutos secos, que incluye coca del Forn de Sant Josep.

n la brasería Calabrasa (paseo del Born, 27), como en tantos otros restaurantes comprometidos con la causa verbenera, te regalarán un cacho de coca imponente y una copa de cava para culminar la ingesta.


22.00-00.00 h

22.00-00.00 hFuego y arena

Si quieres una verbena tranquila y a años luz del centro, en el parque de la Vall d’Hebron se celebra un mega Sant Joan con la Orquesta Celeste que aglutinará a pequeños y mayores por igual. Otra opción para no comer asfalto es la playa. El litoral de la ciudad armará sus chiringuitos hasta los dientes para que disfrutes de la verbena con arena en las orejas y el mar cerca, por si apetece remojar los glúteos. En Bogatell, obligatorio ir a Vai Moana. En el Fòrum, al Bambú. En el Prat, al Calamar

Y si quieres sacar el pirómano que llevas dentro, a por las hogueras de Poblenou (mágicas y de barrio), Raval (multiétnicas y frikis) o Barceloneta (apocalipsis zombi).


00.00 h -hasta que salga el sol

00.00 h -hasta que salga el sol¡Jo, qué noche!

Clubs, fiestas, 'disc jockeys' y alcohol a paladas. Pero a nosotros nos gusta el freakismo y la mezcla. En el tugurio del Raval Freedonia (Lleialtat, 6), fiestón de techno y house 'underground' con maestros locales a los platos y el gran Marc Piñol comandando el 'line-up'.

En la sala Razzmatazz (Almogàvers, 122), verbena inclusiva con el colectivo Chica Gang, dedicado a promover el arte femenino LGTBIQ. Ah, desempolva tu jersey Privata y prepárate para molar mazo: también hay fiestón de los 80 en la sala Pop Bar de Razzmatazz.


6.00 h

6.00 hY a la cama calentito

Bailoteos ridículos, copas de cava a dos manos, tiradas de caña antológicas, ha sido un Sant Joan descacharrante, se te han hecho las 6 en un plis y, si estás por Poble Nou, a lo mejor es tu noche de suerte y te encuentras la churrería J. Argilés abierta (Marina, 107). Churros como 'panzers' y manguerazos de colesterol puro para que te vayas a la cama calentito.