el museo imaginario

El Nacional, un espacio gastronómico "sorprendente"

El ilusionista Mago Marín es un habitual de este lugar de "distinción añeja" que tanto le recuerda a los años 30 y 40, la época dorada de su profesión

El Nacional, un espacio gastronómico "sorprendente"

El Nacional, un espacio gastronómico "sorprendente" / periodico

Ferran Imedio

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Cuando entró por primera vez en El Nacional (paseo de Gràcia, 24, bis), Mago Marín se quedó casi sin aliento. Aquel espacio enorme, con ese aire a los años 30 y 40, le enamoró a primera vista. "Jo-der, ¿pero esto qué es?", se preguntó. Meses después, él mismo puede responder a la pregunta porque se ha convertido en un habitual de este macroespacio gastronómico y conoce bastantes detalles interesantes, como que antes había sido un garaje y, aun mucho antes, un teatro.

"Este sitio tiene un halo mágico. Entras y no sabes si estás en Barcelona ni si es el 2018. Te desubica de todo lo que hay a pocos metros, porque está en el centro-centro de la ciudad", explica el ilusionista de Granollers, de 28 años. 

"Creo que nací en la época equivocada. Me gusta el 'look' de los años 30 y 40, el art-déco, los dorados, la distinción añeja que también se respira aquí... Quizás aquella fuera la mejor época para mi profesión", comenta Marín, que el año pasado ganó el talent 'show' 'Pura magia' (TVE) y que estará cada jueves y sábado en el Club Capitol hasta el mes de julio con 'Marín, el mago cómico del momento'.

"PARA QUEDAR BIEN"

Este artista, que ha logrado los Premios Nacionales de magia de España, Francia y Portugal, y el prestigioso Magicus Barcelona, cree que El Nacional es el lugar ideal "para llevar a alguien y quedar bien. O incluso para una primera cita". 

"A quien no lo conoce, le sorprende. Y eso me encanta porque yo trabajo con la sorpresa", apunta Marín, que destaca los cócteles y los pasteles ("me va el dulce"), además de las carnes y el vermut. "El Nacional es un sitio donde se está a gusto y puedes hablar". Pero a él lo que más le gustaría sería montar un espectáculo allí. Su imaginación le invita a soñar con actuar allí algún día haciendo de magia de cerca ante gente vestida como en los años 30 y 40.