CIUDAD ON

El nuevo 'paintball': guerras de arqueros por equipos

Es lo último en 'team building': disparar flechas al jefe. Se llama Archery Tag. Te sentirás como Robin Hood. O más bien como Cupido cuando dispara a los novios de Belén Esteban

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Ana Sánchez

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Te dan un arco con el deje rutinario de Robin Hood. Se avecina la batalla de arqueros, te informan sin épica peliculera. Coges una flecha, pones mirada interesante de apuntar, a lo Katniss en 'Los juegos del hambre'. Pero te pareces más bien a Cupido cuando dispara a los novios de Belén Esteban. “Ponte en plan Legolas”, te recomienda Luis. Ladeas un poco el arco como el elfo de 'El señor de los anillos' y, sí, parece que la flecha deja de hacer 'twerking'. Tensas la cuerda, disparas, fiuuuu. La flecha termina a varios metros de donde apuntabas. “Con lo fácil que se ve en las pelis”, resopla al lado otro arquero neófito. En menos de una hora, terminaréis agarrando flechas al vuelo con la mano en plan peli japonesa.

Esto es Archery Tag Barcelona. Combates de arqueros sobre césped, a lo pachanga de fútbol. Es lo último en 'team building'. Otra excusa más para disparar al jefe. “Si paga él, intentamos tener cuidado”, se ríe Luis, uno de los socios. Vendría a ser como un 'paintball', pero en vez de bolas de pintura se disparan flechas. Flechas que “ni pinchan ni cortan”, puntualizan ya en la web. “Tienen una punta plana de gomaespuma”, Luis la golpea con la mano con gesto impasible de superhéroe. “Amortiguan muy bien el impacto”.

Valldaura Sports (plaza de Karl Marx). Es uno de los cinco campos donde se juega a Archery Tag. Hay césped futbolero, dos dianas en el centro, seis burbujas gigantes a modo de obstáculos. Son las burbujas que se suelen utilizar en Bubble Football, un habitual de los 'rankings' de “deportes más extraños del mundo”. Se juega al fútbol metido en una burbuja gigante de cintura para arriba. Lo lleva la misma empresa.  

Luis da la bienvenida a los arqueros en prácticas de hoy. Ocho potenciales Guillermo Tell. “Es una guerra de arqueros por equipos –detalla el socio-. Se hacen rondas de 10 minutos. Se gana por puntos. Si tiras una diana, son dos puntos. Si matas a alguien del otro equipo, un punto. Si te matan, tienes que ir 30 segundos a la zona de los muertos –señala el banquillo–. Si coges una flecha al aire, dos puntos y todos los que están muertos resucitan”. Así visto, más que 'Los juegos del hambre', parece 'The walking dead'.

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“¿Y si se mata al árbitro sin querer?”, preguntas. “Son consecuencias ya personales”, se ríe James, uno de los árbitros. Hay dos: James y Cristina van controlando los puntos y que no se paseen muertos vivientes por el campo.

Te ajustas la máscara negra de protección, dices instintivamente “yo soy tu padre”, agarras el arco. Empieza el combate. Tres minutos de flechazos y ya vas con la lengua fuera, como si hubieras estado andando deprisa en plan Rajoy. En la primera ronda, te disculpas cada vez que aciertas a dar un flechazo a alguien. En la segunda, vas a matar. En la tercera, ya planificas tácticas de guerra. “Saca tu ser más interior”, garantiza James.

BATALLAS DE ARQUEROS + BUBBLE FOOTBALL

¿El objetivo? “Acercar a todo el mundo al apasionante deporte del tiro con arco”, dicen. Y es cierto: te quedas con ganas de aprender más. Cuando se te pasan las agujetas.  

Cuesta 20 euros por jugador (una hora, de 8 a 19 arqueros): 400 euros por grupo (dos horas, más de 20 jugadores). También ofrecen 'packs' con Bubble Football y otros juegos de equipo a la carta que parecen sacados de 'Humor amarillo': carreras de sacos, un tres en raya gigante por relevos, voleibol con una pelota de dos metros. “Trabajo en equipo de verdad”, se ríe Luis.