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Gimnasios paleolíticos

Lo llaman 'paleotraining'. Paradojas de la evolución, la última moda del barcelonés moderno es entrenarse con troncos y piedras como hace miles de años

PALEOAGUJETASDos socios hacen un circuito prehistórico en la 'sala paleo' de Barcelona, instalada en Bac de Roda.

PALEOAGUJETASDos socios hacen un circuito prehistórico en la 'sala paleo' de Barcelona, instalada en Bac de Roda.

Ana Sánchez

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Primera impresión: jurarías que es un gimnasio para gente de Bilbao. Hay tipos saltando troncos y levantando piedras sin apenas despeinarse, como si estuvieran en un chiste de vascos. Pero no. La realidad supera aquí cualquier impresión ficticia. Esta es una «sala paleo». Paleo de Paleolítico, sí, como la 'troupe' prehistórica de 'Ice age' y la infancia de <strong>Jordi Hurtado</strong>. Paradojas de la evolución: la última moda del barcelonés moderno es entrenarse como hace decenas de miles de años.

'Paleotraining', lo llaman. Es un «entrenamiento basado en los movimientos del hombre del Paleolítico», resume su web. «Nuestro material genético ha cambiado apenas un 1% desde que somos homo sapiens», añade. Su objetivo: «Recuperar las capacidades físicas originarias del ser humano a través de ejercicios coherentes con nuestra biología».

Vendría a ser la versión 'fitness' de la famosa paleodieta. Es una franquicia que ya tiene 15 salas repartidas por España. La de Barcelona -instalada en Bac de Roda- es la segunda que abrió, hace dos años, recuerda Xose, uno de los directores. «La gente se sorprende mucho -dice-. Piensan que las piedras son de decoración».

Las piedras se utilizan para hacer pesas o corretear sobre ellas en plan gincana. Hay troncos para levantar, reptar, caminar o hacer el baile de 'Dirty dancing' cuando no te ven. Aquí desentonarían unas mancuernas tanto como Mario Vaquerizo. Hasta el suelo parece de hierba. De hecho, la primera costumbre paleolítica a seguir es ir descalzo. La segunda: entrenar en ayunas. Siguen la filosofía del hombre de las cavernas: «No hay alimento sin movimiento». Así se estimula «el sistema de recompensa», apunta Pol, un habitual del gimnasio. El cuerpo recompensa con endorfinas -resume- aquellas conductas que aseguran tu supervivencia.

«NUTRICIÓN EVOLUTIVA»

Nadie habla aquí de paleodieta, sino de «nutrición evolutiva». «Una dieta en la que desechas los alimentos que nos perjudican -detalla Xose-: cereales, lactosa, azúcares». El gimnasio incluye un aula donde se dan charlas de «nutrición y estilo de vida».

Hoy toca hacer ejercicios de movilidad, dice Dani tras escudriñar el espejo pintarrajeado con el calentamiento del mes. Dani, el 'paleotrainer', tiene 26 años y una simpatía directamente proporcional a las agujetas que deja. Nadie le compararía con el sargento Foley, el de 'Oficial y caballero', hasta que no entrena más de 10 minutos con él. «Es muy circuito militar», reconoce riendo. «Mi padre dice que parece que haga la mili». Hay que darle la razón al padre.

Empiezas con unas sentadillas, ahora descansa, te dice riendo, y te pone a descansar haciendo un 'plank', un ejercicio abdominal que te enrojece la cara. Repite la serie, y otra, vamos, vamos, luego un saltito, y otra vez al suelo, ¿has hecho el puente?, veeenga, y ahora toma una piedra, ¡pero cuánto pesa esto! Pasan 12 minutos y le sueltas sin querer: «Te odio». Y Dani te responde: «Vas cogiendo el rollo».

«Son entrenos de alta intensidad», se justifica Dani. Eso significa que «en media hora lo tienes listo». Y todos son ejercicios «funcionales», añade el entrenador. «Imitan funciones que tienen un sentido en la naturaleza». «Imagínate que tienes que salir corriendo», compara saltando del suelo como si acabara de aparecer un dientes de sable. Sí, terminas tu primer entrenamiento con la certeza de que en el Paleolítico hubieras durado vivo 20 segundos.