Jordi Sellas propone la granja Viader, donde nació el Cacaolat

En su horario laboral, Jordi Sellas (gestor cultural con un currículo de aúpa a los 39 años: ha sido, entre otros cargos, director de márketing de Focus, donde creó el Club Tr3sC, de cultura; director del departamento de Nuevos Negocios de RBA; profesor en la UPF y la Ramon Llull; creador y director durante una década del programa de radio y tele 'Generació Digital', y director general de Creació i Empreses Culturals de la Generalitat del 2013 hasta la pasada primavera) tiene todo el día en la boca palabras que suenan a futuro: realidad virtual, app, media planning...

Pero cuando se trata de hacer un parón para desayunar o merendar (no toma café, pero adora el chocolate), este 'olotí' que se mudó a Barcelona al empezar la universidad prefiere trasladarse al pasado y disfrutar de los sabores de toda la vida. Por eso, su propuesta para nuestro Museo Imaginario es un local que lleva más de un siglo abierto sin perder las buenas costumbres: la <strong>Granja Viader</strong>, en el barrio Gòtic.

«Mantiene la tradición de las granjas, que casi han desaparecido. Es como volver al tiempo de nuestros abuelos: la nata, los suizos, el bizcocho... Aquí, además, se inventó el Cacaolat. Y yo soy un fanático, del Cacaolat: lo bebo cada día del año. Cuando se planteó que se dejaría de producir, hace unos años, sufrí mucho. Me convertí en un verdadero militante, en las redes sociales, de su conservación», explica. Así que tiene claro qué es lo que más le gusta de la Viader: «El suizo es lo típico, pero yo siempre pido Cacaolat con nata. Es delicioso».

Consultor de empresas como la Scala de Milán, el Liceu o la productora Minoria Absoluta, y colaborador en temas tecnológicos de diversos espacios de Rac-1, en lo que ahora anda volcado Sellas es en la aplicación de la realidad virtual a la cultura. «Un día podrás estar dentro de todos los espacios de este museo sin moverte de tu mesa. También en la Granja Viader. Lástima que no podrás comerte la nata».