CÓMO ALARGAR EL FIN DE SEMANA

Por fin es lunes

Diez planes para mejorar el día más temible del calendario

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Juan Manuel Freire

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Los lunes tienen mala fama, bastante merecida: se reactiva el flujo de e-mails, hay fuegos por apagar y algunos de nuestros sitios favoritos ni siquiera abren. Pero no toda la tierra es baldía. Si uno sabe buscar, encontrará buenas opciones que, además, solo pueden hacerse en lunes. Por si no hay tiempo para esa búsqueda, nosotros hemos hecho el trabajo.

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Micro abierto en Cronopios

Micro abierto en Cronopios

{"zeta-legacy-image-100-barcelona":{"imageSrc":"https:\/\/estaticos.elperiodico.com\/resources\/jpg\/3\/5\/1479220605953.jpg","author":"ELISENDA PONS","footer":"Un momento del \u00faltimo micro abierto en Cronopios. Hacen sesiones tem\u00e1ticas cada lunes.\u00a0"}}

Poco después de su apertura, a finales del 2013, esta asociación cultural (calle Ferlandina, 16) decidió llenar el hueco de los lunes con un micro abierto de poesía. «Supongo que con la intención de hacer algo un poco bohemio», cuenta el coordinador general, Ramon Buj. «Vinieron cuatro gatos, pero poco a poco fue creciendo». La participación de Alba Tor, artista multitarea, como presentadora hizo que la actividad cogiera vuelo. «Un día se llenó el local y, desde entonces, suele venir mucha gente. Debe de ser el micro abierto más concurrido de la ciudad. Los presentadores ahora son rotativos y hacemos micros temáticos cada semana». En los últimos tiempos, han rendido tributo a artistas emblemáticos como Bob Dylan Charles Bukowski.


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Los lunes también se baila

Los lunes también se baila

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Las famosas noches Nasty Mondays -a las que le han surgido un puñado de imitaciones que, en algún caso, se contentaban con cambiar el adjetivo nasty por otro- nacieron en el 2005 de la mano de los DJs Sören y Madmax. Por entonces, estas fiestas a ritmo metal y punk tenían lugar en el Fonfone, pero luego pasaron por Sidecar, Fellini y, finalmente, se asentaron en Apolo (calle Nou de la Rambla, 113) en el 2008.

La única norma es la locura: «Miles de personas venidas de todos los rincones del mundo, sin necesidad de dress codes estúpidos», promete la publicidad. El (bendito) caos arranca a las 0.00 h, la hora de muchos cierres.


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Un día para quemar la tarjeta

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Desde hace unos años, cada semana a finales de noviembre las tarjetas de crédito empiezan a tiritar y sus dueños hacen ejercicio de reflejos. El Black Friday incita a vivir por encima de nuestras posibilidades, pero hay quien no tiene suficiente y se apunta también al Cyber Monday, celebrado al lunes siguiente del Viernes Negro, en este caso el 28.

Tiene el prefijo «cyber» porque no tiene lugar en tiendas físicas, solo a través de la red. Se pierde el factor experiencial, pero se gana tiempo, eso por descontado; y, en principio, también dinero. Es una opción a considerar para tachar algunos regalos inevitables de la Navidad o darse un homenaje intemporal a uno mismo.


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Día del espectador

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Vivimos rodeados por pantallas, pero solo una impone de verdad: la del cine. Nos hemos acostumbrado a controlar nosotros las películas, a golpe de clic o un toque sobre el mando, pero son las películas quienes deberían controlarnos a nosotros. Y para ello, nada como ir al cine, ritual asequible en algunos cines el lunes.

Tanto los Verdi (calle Verdi, 32) como los Icaria (Salvador Espriu, 61) celebran entonces su día del espectador, una oportunidad para ver cine de estreno sin que los bolsillos lloren. Cuenten con lágrimas, sea como sea, si eligen ver esta semana 'La llegada', el melodrama de ciencia ficción de Denis Villeneuve.


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Rockumentales fuera de temporada

Acabado el In-Edit, uno puede seguir con hambre de documentales musicales. El Foxy Bar (Riera Alta, 59) te lo pone fácil: cada lunes proyecta una gran película relacionada con la música (rock en particular) y pone a buen precio cervezas y chips. ¿Qué puede salir mal?

En lo que queda de año se podrán ver (siempre a partir de las 20 h) clásicos como 'The Rutles: All you need is cash' (28 de noviembre), parodia afectuosa de los Beatles creada por un miembro de Monty Python; 'Heima' (5 de diciembre), evocador relato de la gira de Sigur Rós por Islandia en verano del 2006, y 'Stop making sense' (19 de diciembre), revolucionaria «película de concierto» de Jonathan Demme a mayor gloria de Talking Heads.


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Tarot en Sor Rita

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El templo 'kitsch' barcelonés (calle de la Mercè, 27) acoge cada lunes sesiones de tarot, según la socia fundadora, Cecilia González, porque «es un día para recomenzar y, además, es tranquilo, algo necesario para la concentración de Lucho, nuestro tarotista».

Quien busque el consejo de Lucho deberá ponerse las pilas: los horarios se suelen agotar la semana antes. La gente va, queda impresionada y repite. Según Cecilia: «Hay quienes vienen y luego traen a la madre». Hay que ir preparado para lo que pueda salir de las cartas: «Más que diversión, el tarot es un momento de reflexión sobre tu pasado y presente, y una guía para el futuro».


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‘Jam session’ veterana

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El próximo jueves, día 24, la Fundación Setba inaugura 'Negra y real', una exposición en torno al Jamboree (Plaça Reial, 17), la cava de jazz que situó a Barcelona en el circuito de giras de grandes estrellas de este género musical. 

Antes de visitar la exposición conviene, si no se ha hecho antes, comprobar qué se cuece en el lugar, claro. Y un buen día es el lunes, cuando se celebra la ya veterana 'jam' improvisatoria 'What The Fuck', una sesión comandada por el activista y percusionista vocal Aurelio Santos en la que se han gestado proyectos innovadores del jazz hecho aquí. Arranca cada lunes a las 20 h, y el precio de la entrada es decididamente amigo (5 euros, 4 si es anticipada). 


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Hora feliz en Elephanta

Sí, también en lunes es posible tener una 'happy hour'. En la coctelería Elephanta (calle Torrent d’en Vidalet, 37) esa hora feliz dura, de hecho, dos horas y media (de 18 a 20.30 h, también de martes a viernes). «Durante los últimos años ha tenido mucho éxito y ha fidelizado a muchos clientes», nos cuenta el mánager del bar, Pau Zabaleta. Las especialidades en el Elephanta van desde los gintónics, con una carta de alrededor de 40 ginebras, hasta los cócteles de autor y clásicos, pasando por tés para estos días de frío. «Algunos de estos son, como los llamamos nosotros, alegres: ¡té con algún toque de ron, whisky o ginebra!».  


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Los lunes al sol

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Lo ideal es hacerlo para dar lustre al mediodía, claro, no por paro forzoso como en la película. Entre las mejores opciones de la ciudad encontramos el Turó Park (av. De Pau Casals, 19), donde se puede convertir la muchas veces inevitable comida-con-tupper en un momento delicioso, al sol y sobre la hierba. El mediodía del temido lunes puede ser una gran hora (o media hora, según el caso) de pícnic urbano. Tratemos de hacer una obra de arte de cada momento de cada día de la semana. ¡Ánimo! 


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Happy Mondays nuncan fallan

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Pocos grupos supieron defender con tanta personalidad el cruce de cultura rave y rock de finales de los 80, principios de los 90. Sus discos no incluyen baladas, solo hits descarados con letras surrealistas. Recomendados: 'Bummed' (1988) y 'Pills ‘n’ thrills and bellyaches' (1990). Pasar el día buscando esos álbumes por las tiendas de discos de Barcelona parece una misión gozosa. En realidad, pueden ser discos de ellos o de quien sea: ¿y si convertimos el lunes en el Record Store Day de cada semana? Llevarse un disco nuevo a casa (mejor vinilo, más impactante a todos los niveles) siempre reconforta.