Barcelona, ciudad yogui

Miles de barceloneses se enganchan al yoga, propulsado desde EEUU y con la apertura de decenas de escuelas. Los estilos más dinámicos de la práctica atraen a los jóvenes, que con dos o tres sesiones semanales ven beneficios

Yoga

Yoga / periodico

PATRICIA CASTÁN / BARCELONA

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A veces una primera clase no cuaja. Tal vez porque, sencillamente, no ha llegado el momento personal de conectar con el yoga. Pero en otras ocasiones no se acierta con el estilo de clase, el nivel o el profesor. Cada práctica es diferente y por eso conviene darse más de una oportunidad para sucumbir. Porque una vez salta el clic... el neófito posiblemente acabe enganchado y engrose la legión yogui que crece en Barcelona en los últimos años. ¿Cómo no hacerse adicto a algo que hace sentir tan bien y encima no tiene efectos secundarios?

Que ningún principiante se asuste al ver una clase con aparentes contorsiones imposibles (como una serie del estilo 'Ashtanga'), o con portentosas seudoacrobacias ('rocket') o con paciente quietud ('iyengar') o con mantras y cánticos intercalados ('kundalini')...., cada cual ha de descubrir con qué línea encaja y se siente mejor. 

Con retraso de más de una década desde el 'boom' en Estados Unidos, el yoga se abre paso en gimnasios, varios cientos de centros especializados y sesiones (más o menos profesionales) al aire libre en Barcelona -sobre todo en la playa- como una práctica sana, contagiosa y con múltiples beneficios. La ciudad es capital del Estado en esta disciplina y una de sus cunas en Europa. Su ventaja más evidente es lo democrática que resulta: desde niños hasta ancianos, cualquiera puede encontrarse mejor si la ejecuta con regularidad. Y una vez se alcanza un nivel medio, se puede practicar en solitario allá donde uno vaya. Como tradición espiritual india, persigue la conciencia plena y el equilibrio de la mente, pero a esa disciplina mental suma la física, de modo que el cuerpo se convierte en herramienta y en beneficiaria colateral. En la actualidad, y con el empuje de los estilos más dinámicos, en muchos casos -para desgracia de muchos maestros- la práctica física puede acabar difuminando la razón de ser del yoga, que es el cuidado integral.

Así lo advierte Xavi Sola, de Yoga Studio (plaza Universitat, 4), uno de los espacios más consolidados de la ciudad, tras 15 años en funcionamiento y más de 15.000 alumnos que han pasado por sus salas. "Es una pena si alguien se queda en lo superficial y en el entretenimiento. Hay que intentar ir más allá y encontrar una herramienta de conocimiento personal", donde el silencio, la concentración y el contacto con la respiración conducen a una paz interior dificilmente explicable si no se ha sentido. Para Sola, que apostó por la práctica tradicional pero incorporando algo más de intensidad y atrayendo a muchos treintañeros (edad muy habitual para comenzar, o con veintibastantes), el yoga se debe adaptar al ritmo de vida de cada uno y ser tan cotidiano "como lavarse los dientes". 

DESDE EL GIMNASIO

Al margen del efecto propulsor de EEUU -donde arrasó de la mano de muchos profesores formados en la India-, de la llegada de maestros estadounidenses a Barcelona, y cómo no, de la crisis económica y el replanteamiento de valores que ha acarreado en muchos sentidos, el catalizador del fenómeno en la ciudad ha sido su popularización a través de los gimnasios.

Desde la mayor cadena de clubs de Barcelona, DiR, hasta otros como Európolis, Metropolitan o Holmes Place, pasando por los de gestión pública... el yoga se hizo hueco entre el aeróbic o la tonificación y abrió la puerta a la difusión de la práctica, rememora Jordi Canela, instigador en el 2010 del macroespacio de 600 metros cuadrados YogaOne (Aribau, 230), que culmina el continuo crecimiento de la demanda de clases, al ofrecer clases todo el día de 7 a 21.30 horas, y por el que en un mes pasan 16.000 alumnos. El éxito llevó a una segunda sede en la calle de Mandri desde el pasado abril, donde también se imparte formación a futuros profesionales y a preparar una expansión de la marca con franquicias, también por otras ciudades.

Con semejante estadística, el también maestro aconseja tomar de dos o tres clases semanales para sentir los beneficios del yoga, aunque no son pocos los practicantes que luego van más allá, porque no tardan en notar beneficios de amplio espectro: para los aficionados al 'fitness' equilibra la musculatura y la flexibilidad. En cualquier practicante favorece "la oxigenación de los órganos internos, la circulación y limpieza de la sangre, previene la curvatura de la columna al envejecer, combate la ansiedad al aprender a controlar la respiración", relata.

También aboga por no limitarse a la faceta más externa de la disciplina, sino a profundizar probando diferentes estilos y con lecturas especializadas. Aunque lo habitual entre los practicantes más jóvenes es empezar con los estilos dinámicos que tienen un componente más deportivo, y con el tiempo querer "profundizar" en aspectos más espirituales o de autoconocimiento. Para las personas mayores, una práctica tranquila, que mejore la flexibilidad y ayude a controlar la respiración ya puede ser lo más. Y para muestra un botón, con alumnos de hasta 82 años y una sonrisa tras práctica. 

{"zeta-legacy-despiece-horizontal":{"title":"Variedad de estilos y beneficios","text":"Uno de los estilos m\u00e1s populares en Barcelona es el 'Vinyasa', basado en la fluidez de posturas y sus transiciones coordinadas con la respiraci\u00f3n. Las secuencias pueden ser variadas y muy intensas. El 'Ashtanga' tambi\u00e9n es muy din\u00e1mico, con una serie progresiva de posturas concretas que generan gran calor interno y purifican al sudar. 'Iyengar' atiende m\u00e1s a la interiorizaci\u00f3n y perfeccionamiento de la postura, tanto para iniciarse como para profundizar. 'Dharma' incluye en sus asanas (posturas) m\u00e1s implicaci\u00f3n meditativa y apertura de coraz\u00f3n. 'Hahta', el cl\u00e1sico, equilibra ejercicio y quietud y propicia tanto la fuerza como la ligereza. Otros estilos son 'sivananda', 'rocket', 'jivamukti', 'kundalini'... con diferente tipo de desarrollo. Los beneficios gen\u00e9ricos incluyen m\u00e1s fuerza y flexibilidad, mejora en la movilidad, p\u00e9rdida de peso (moldea el cuerpo y suele incitar a una nutrici\u00f3n m\u00e1s sana), mejora el \u00e1nimo, relaja, favorece la capacidad pulmonar, revitaliza la circulaci\u00f3n, masajea los \u00f3rganos internos, elimina toxinas y ayuda al mejor funcionamiento general del cuerpo. La conciencia corporal ayuda a conectar mente y cuerpo y sentirse en armon\u00eda."}}