platillos volantes

Ovnew, 'the show must go on'

Spoonik muta en Ovnew, ubicado en el 'ovni' del Hotel Hesperia Barcelona Tower, donde potencia sus cenas espectaculares (o espectáculos con cena): platos aderezados con actuaciones en vivo y sonidos en 3D

Jaime Lieberman y Jon Giraldo, en Ovnew, en el Hotel Hesperia Tower.

Jaime Lieberman y Jon Giraldo, en Ovnew, en el Hotel Hesperia Tower. / periodico

Ferran Imedio

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De Spoonik, palabra parecida a 'sputnik', a Ovnew, casi gemela de 'ovni'. Jon Giraldo y Jaime Lieberman han hecho un vuelo interestelar que les ha llevado del restaurante de la calle de Bertran a lo alto del Hotel Hesperia Barcelona Tower, un platillo volante a 105 metros del suelo, en la planta 29ª. Lucen ahora chaquetillas con ciertas reminiscencias a 'Star Trek' para continuar con su propuesta en el espacio que hasta hace ocho años había sido ocupado por el restaurante Evo, comandado por el desaparecido Santi Santamaria.

Fieles a la máxima que dice que 'the show must go on', han cerrado Spoonik para mutarlo en Ovnew, donde ofrecen una experiencia que dura dos horas y media y que apela a los cinco sentidos.

Cambia la ubicación pero no el concepto. Al contrario, es más cañero y ambicioso, aunque las proyecciones sobre las mesas las han reservado para más adelante. Son cenas espectaculares -o espectáculos con cena- con danza y actuaciones musicales en directo, luces y sonidos en tres dimensiones (se mueve gracias a los 60 altavoces ubicados en la sala)...

"Todo para que la comida sepa mejor", subraya Giraldo. A diferencia de Spoonik, consagrado a la gastronomía latinoamericana creativa, aquí desfilan ocho platos inspirados en las cocinas del mundo: Asia, África, América, Oriente Medio...

Quien no tenga suficiente -cosa rara- podrá quedarse hasta las 3 de la mañana porque Ovnew se convierte en coctelería con 'dj'. El 'show' no para.