Por Marta Cervera

El 4 de abril de 1847, el Liceu abrió sus puertas con un programa variado. La primera ópera se estrenó el día 17: ‘Anna Bolena’, de Donizetti. El templo barcelonés se edificó sobre el antiguo convento de los Trinitarios, junto a la Rambla y la calle de Sant Pau, gracias al impulso del Liceo Filodramático de Montesión, fundado en 1838. Aquel local ofrecía representaciones líricas, bailes, clases de canto y declamación. Pronto se les quedaron pequeñas las 600 localidades.

📸

El teatro se construyó en dos años. Costó 365.000 duros sufragados de manera privada, con acciones que daban derecho a palcos y asientos. Era era el más grande de Europa en aquellos tiempos, con 3.500 localidades. Alojaba una academia de música, origen del actual Conservatorio del Liceu, cuna de las enseñanzas musicales en Catalunya, y el Círculo del Liceu, creado al estilo de un club inglés.

📸

1861. El primer incendio

Cuando se trabajaba con candilejas no era extraño que las sopranos se quemaran los vestidos con ellas, pero nadie esperaba que prendiera el fuego en la sastrería, situada en el cuarto piso. Ocurrió el 9 de abril de 1861 y las llamas devoraron el teatro. Como en el más reciente incendio de 1994 solo se salvaron el salón de descanso, las escaleras, el vestíbulo y el Círculo del Liceo. A las dos semanas la junta de propietarios decidió reconstruir el teatro. Se hizo en tiempo récord y sin ayuda externa, bajo la dirección del arquitecto Oriol Mestres. Un año y 11 días después, el 20 de abril de 1862, el Liceu volvía a levantar el telón.

El debut de Francisco Viñas

Son muchas las voces famosas que han cantado en el Liceu. El tenor Francisco Viñas (Moià 1863-Barcelona 1933) debutó el 9 de febrero de 1888 en el rol principal de ‘Lohengrin’ de Wagner, que también cantaría en la Scala de Milán y el Metropolitan de Nueva York. Fue una de las primeras figuras que iría del Liceu -donde ofreció 126 funciones- al mundo. Su impresionante voz brillaba con Wagner y el bel canto. En su honor, el Gran Teatre organiza el Concurs Internacional de Cant Tenor Viñas.

El atentado de 1893

La ópera 'Guillermo Tell' fue evitada en el Liceu durante 32 años para olvidar el drama del 7 de noviembre de 1893. En el segundo acto de la representación de aquel día, un atentado causó la muerte de 20 personas y 27 más resultaron heridas. Eran tiempos convulsos. Con ganas de sembrar el pánico entre la burguesía, el anarquista Santiago Salvador lanzó dos bombas Orsini desde el quinto piso. Solo una estalló. La otra se conserva en el Museo de Historia de Barcelona.

Una ilustración de la época mostraba el momento de la explosión:

Ballets Rusos y Vanguardias

Las vanguardias entraron en el Liceu también con los Ballets Rusos de Diaghilev, que permitieron descubrir a figuras como Nijinski. El 23 de junio de 1917 fue la primera de muchas visitas que provocó una rusomanía y contribuyó al descubrimiento del repertorio eslavo. El público conectó con la música de Stravinski, de Satie, Ravel y Debussy y obras como 'Petrushka', 'La siesta del fauno' y el estreno de 'El sombrero de tres picos', de Falla con telones cubistas de Picasso. Causaron sensación con su atrevimiento y fusión artística.

El debut de Victoria de los Ángeles

Victoria de los Ángeles, la única soprano española que ha cantado en Bayreuth, debutó en el Gran Teatre el 13 de enero de 1945 con 'Las bodas de Fígaro', de Mozart. Aunque la reina del Liceu en los 50 fue Renata Tebaldi. Pese el éxito internacional de la catalana, su presencia en el Liceu fue escasa. En 1961 estrenó 'L' Atlàntida', cantata póstuma de Manuel de Falla inspirada en un poema de Jacint Verdaguer que dirigió Eduard Toldrà. La rivalidad con Montserrat Caballé marcó su relación con el Liceu, donde regresó con lágrimas en 1992 con un recital tras una ausencia de 25 años.

Festival Bayreuth

El wagnerismo arraigó en Barcelona muy pronto. El Liceu estrenó 'Parsifal' antes que ningún otro teatro oficialmente el 31 de diciembre de 1913 tras vencer el veto a representarse fuera de Bayreuth. Ese fervor del Liceu fue recompensado. Tras los estragos de la Segunda Guerra Mundial en 1955 la orquesta, coro y solistas del festival salieron por primera vez del santuario para ofrecer tres títulos en el Liceu: 'Parsifal', 'Tristán e Isolda' y 'La valquiria'. Todo un acontecimiento que 50 años después se conmemoró con otra visita.

El debut de la Caballé

La diva barcelonesa (1933-2018) debutó en 1962 con el estreno en España de 'Arabella', de Richard Strauss. Fue el primero de muchos éxitos. 200 funciones y 50 roles componen su larga relación con el Gran Teatre, donde cantó todos sus grandes papeles, como 'Norma', 'Salomé' y 'Maria Stuarda'. 'Don Carlo' es el título más veces interpretó en el coliseo, a menudo con Plácido Domingo y los tenores Josep Carreras y Jaume Aragall y el barítono Joan Pons, a quien Caballé ayudó a triunfar. Le animó a cambiar de bajo a barítono cuando le descubrió en el coro.

El incendio de 1994

El 31 de enero de 1994 las llamas arrasaron en poco tiempo el teatro. Fue la crónica de un desastre anunciado. Las deficiencias en seguridad eran conocidas. El juicio no aclaró si lo provocó alguna chispa durante unos trabajos de soldadura en la boca del escenario. El Liceu renació en 1999 como teatro público con el lema ‘El Liceu de tots’. Resurgió cual ave fénix el 7 de octubre de 1999 con 'Turandot' de Puccini con puesta en escena de Núria Espert.

Presente y futuro

El Liceu de hoy va más allá de la lírica. Es un polo cultural que conecta con otras artes y sensibilidades, con una vertiente artística, social y educativa. Un centro conectado con el barrio, la ciudad y el mundo. Su futura ampliación al Liceu Mar en la Barceloneta mantendrá el mismo espíritu. El 'Concierto del bioceno', acción reivindicativa de Eugenio Ampudia en la que un cuarteto de cuerda actuó para 2.292 plantas en lugar de público dejó patente el nuevo rumbo del Gran Teatre.

Este reportaje se ha publicado en
EL PERIÓDICO el 3 de abril de 2022

Libreto: Marta Cervera
Escenografía: Ramon Curto
Dirección artística: Rafa Julve