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CRÍTICA

'Una cancó de pluja', de Joan-Lluís Lluís: el silencio de la selva

Este libro es una fábula magnífica en la que su autor intenta ponerse en la piel de otra especie para, en realidad, mostrar la profunda miseria del ser humano

El escritor Joan-Lluís Lluís.

El escritor Joan-Lluís Lluís. / Enric Fontcuberta

Valèria Gaillard

Valèria Gaillard

Barcelona
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A la luz del ensayo 'La especie fabuladora', de Nancy Huston, la última novela de Joan-Lluís Lluís (Perpiñán, 1963), 'Una cançó de pluja', parece un auténtico despropósito. La autora de Calgari narra cómo el hombre se constituye como el único animal capaz de fabular, es decir, de explicar historias, y lo hace para explicarse él mismo y el mundo que lo rodea. Despropósito porque la protagonista de 'Una cançó de pluja' es una orangutana, una hembra que se ha escapado de un barco –donde está enjaulada junto con ocho ejemplares más de su especie– porque, en lugar de chillar como el resto, ella calla.

Bautizada así, Ella-Calla, el lector sigue sus pasos furtivos por la selva de Borneo hasta que vuelve a ser capturada, esta vez para vivir un suplicio bestial. A pesar de que ella "calla", la orangutana va nombrando el mundo que la rodea y comunicándose con sus "parientes", que le hablan en un diálogo mudo. El narrador, en tercera persona, incluso cuenta la cosmogonía orangutana, compuesta de dos madres, Mare-Tota y Mare-Gelosa, enfrentadas entre sí y rivales. Una ha dado a luz a los orangutanes; la otra, a los hombres.

Cabe decir que el lector transita por muchos estados de ánimo y pasa de la incredulidad inicial (¿una orangutana que piensa y siente?) al miedo-intriga (¿qué perrerías le van a hacer?), la indignación (¿cómo puede haber tanta maldad?) y, finalmente, cierto sosiego comprensivo que llega con la carta final que el mismo autor dirige a la protagonista, su "Amiga". A fin de cuentas, pues, estamos ante una fábula magnífica en la que el autor intenta ponerse en la piel de otra especie para, en realidad, mostrar la profunda miseria de la especie humana. La miseria, cierto, pero también la grandeza puesto que, si bien hay seres capaces de las peores crueldades, los hay asimismo sensibles y con corazón.

Capacidad fabuladora

En conclusión, que la obra de Joan-Lluís Lluís, lejos de ser un despropósito, es un ejemplo excelente de las tesis de Huston, un ejemplo de la capacidad fabuladora de un escritor que tuvo la genial idea de versionar 'La Odisea' con un Ulises orangután. Al menos ese era el proyecto inicial, que se modificó al leer una noticia que cambió el rumbo del libro y entronizó a una orangutana hembra en el papel protagonista. Esta fábula, que extiende el concepto de alteridad en la estela de 'El planeta de los simios', de Pierre Boulle, y el 'Informe para una academia', de Franz Kafka, nos pone ante un espejo una realidad desagradable: la decadencia de una especie –la humana– incapaz de escuchar ya canción de lluvia alguna.

Es seguramente la novela más lírica y vibrante de Lluís, animada por otra vuelta de tuerca reflexiva sobre el lenguaje

En efecto, como en la anterior, 'Junil a les terres dels bàrbars', la historia se puede leer como una fábula de alcance filosófico. Aquí existe esa nostalgia de raíz rousseauniana por la comunión perdida con la Naturaleza, pero también una crítica social a la incomprensión y el rechazo que provoca todo aquello que no se comprende o sale de lo común. En este sentido, las desventuras de Ella-Calla recuerdan la experiencia de rechazo que vivieron las supervivientes de los campos de concentración nazis y que tan bien narró Charlotte Delbo.

El veterano, pero inquieto, y multipremiado autor de 'Terrats' confiesa a Ella-Calla en su epístola final que este libro –"un antro de sombras tozudas" o "un espacio tembloroso de una comprensión parcelar"– es el libro más corto pero que más le ha costado escribir. Esto se pone de manifiesto puesto que la prosa fluye gracias a un acurado trabajo de escritura. Algunas descripciones de la selva, desbordantes de sensaciones, transportan al lector en plena isla de Borneo, y la caracterización de la protagonista, entre inocente y valiente, está tan lograda que la identificación con la lectora es total. También es seguramente la novela más lírica y vibrante de Lluís, animada por otra vuelta de tuerca reflexiva sobre el lenguaje –tema central en 'Junil', su aspecto sonoro, la palabra, pero también el silencio, condición necesaria para poder escuchar.

Una cançó de pluja

Joan-Lluís Lluís

Club Editor

160 páginas

19 euros