CRÍTICA

El nuevo libro del Premio Cervantes Álvaro Pombo, 'El exclaustrado': un pasado oscuro que perdura en el presente

En la última novela del escritor, flamante ganador del máximo galardón de la literatura en lengua castellana, un antiguo monje benedictino encerrado en sus libros recibe de manera inesperada una turbia visita de su anterior vida monacal

El escritor Álvaro Pombo, Premio Cervantes 2024.

El escritor Álvaro Pombo, Premio Cervantes 2024. / José Luis Roca

Santiago Ortiz Lerín

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En "un despacho de alto techo con las cuatro paredes de librerías abarrotadas". Así comienza, en las primeras líneas, la descripción del lugar en el que se halla el protagonista de la novela 'El exclaustrado', la nueva novela de Álvaro Pombo (Santander, 1939), flamante Premio Cervantes 2024 y galardonado con el Herralde, el Premio de la Crítica y el Nacional de Literatura, entre otros destacados reconocimientos recibidos en su dilatada trayectoria como escritor. En 2004, ingresó como académico en la RAE y entre sus obras más destacadas cabe mencionar 'El metro de platino iridiado' y 'Donde las mujeres'.

En esta ocasión, Pombo nos presenta una novela de unas doscientas veinte páginas, aproximadamente, y con una trama de carácter psicológico en la que, del mismo modo que su colega, la académica de la RAE Soledad Puértolas en su última obra, 'La novela olvidada en la casa del ingeniero', utiliza como estrategia narrativa el vínculo familiar entre tíos y sobrinos para desarrollar el argumento, digamos como si ese tercer grado de consanguinidad fuese el punto justo donde situar el vínculo de familia con el que armar narrativamente la historia.

En esta novela, el protagonista, de setenta y dos años, fue en la trama un monje benedictino, Juan Cabrera, que abandonó la orden por un conflicto con otros monjes a los que él mismo denunció ante el abad por una conducta que consideró inapropiada, poco antes de abandonar su vida religiosa. Años más tarde, su sobrino Jaime conoce a uno de ellos, Antón Rubial, el novicio casi perfecto, pero también el antagonista de la novela y profesor en la facultad de Derecho donde Jaime había realizado sus estudios universitarios. Es entonces cuando Rubial le dice que conoce a su tío Juan, por quien se desprende que siente rencor, pero no desvelará a Jaime este oscuro sentimiento hasta haberse ganado su confianza.

Esta situación provoca que el propio Jaime visite a su tío Juan, con quien hasta entonces apenas tenía relación, y se produce un acercamiento entre ambos, digamos, la manera de comenzar el hilo conductor para desarrollar la historia y derivar en otras tramas dentro de esta novela, como la relación de Rubial con su esposa, Petri Gillard, y su conexión con los demás personajes de esta historia. En la visita de Jaime a su tío se muestra a un Juan Cabrera que vive aislado en un pequeño apartamento de Madrid dedicado a leer y a escribir, podríamos decir, una imagen del lector que se aparta de lo mundano para dedicarse a sus libros de una manera monacal.

Discurso narrativo

Álvaro Pombo utiliza un narrador que por momentos parece la voz de un narrador testigo por la subjetividad con la que transmite la historia, que es una manera personal de manejar al narrador que lo sabe todo y nos lo cuenta. A su vez, en el discurso narrativo están presentes temas como la religión y la filosofía, pero sobre todo perfila tres personajes de psicologías distintas: de un lado Juan Cabrera, el exmonje benedictino de setenta y dos años, un hombre culto y curtido, encerrado en sus libros y manuscritos, que se atormentará al recordar el conflicto con Antón Rubial en el monasterio; de otro lado, el mismo Antón Rubial, un personaje manipulador y rencoroso, con una sed de venganza que oculta al principio a los demás personajes; después está Jaime, el sobrino de Cabrera, un joven manipulable que se enamora de la mujer de Rubial, propiciando de manera definitiva el conflicto narrativo que vincula a tío y sobrino contra un mismo antagonista; y luego una chica que había trabajado en un bar de copas, Petri Gillard, desilusionada con Rubial por una relación tortuosa, pero a su vez manipulada por este.

Uno de los elementos significativos de esta novela es el pasado, algo que Juan Cabrera no quiere revivir, se muestra reticente, pero su sobrino le propone un encuentro con Antón Rubial, a lo que Cabrera accede de mala gana y advirtiendo que el pasado es pasado, y que revivirlo puede empeorar las cosas, mientras que Rubial tiene un concepto distinto, pues piensa oscuramente que el pasado tiene una significación que perdura en el presente.

En cualquier caso, como dice el narrador, compartir momentos del pasado no quiere decir que ese pasado signifique lo mismo para ambos. Y es que hay algo en esta historia que subyace como una lucha entre el bien y el mal, podríamos decir, ¿quién se encuentra al este del Edén?, ¿el monje puritano que hizo por que expulsaran a un novicio o el exaspirante a monje con una oportunista sed de venganza? En medio se hallan Jaime y Petri Gillard, la ocasión de Antón Rubial para devolver la humillación a Juan Cabrera intimidando a su sobrino, y despreciando a Petri, que siente que le pertenece.

Muchas veces se produce la paradoja de criticar que España no es un país donde se lea mucho, sin embargo, su principal héroe literario, Alonso Quijano, era un lector empedernido, y en esta novela de Álvaro Pombo el protagonista comienza en un despacho de cuatro paredes con librerías abarrotadas de libros, un "lector de papeles" ajeno a las opiniones "desaforadas" en las redes sociales, digamos que es el contexto donde rueda como una bola de billar la trama de 'El exclaustrado'.

'El exclaustrado'

Álvaro Pombo

Anagrama

232 páginas

18 euros