Opinión | ISLAS A LA DERIVA

Periodista y escritora

Olga Merino
Olga MerinoPeriodista y escritora
Escritora y periodista. Master of Arts (Latin American Studies) por la University College of London (Beca La Caixa/British Council). Fue corresponsal de EL PERIÓDICO en Moscú en los años 90. Profesora en la Escola d'Escriptura de l'Ateneu Barcelonès. Su última novela: 'La forastera' (Alfaguara, 2020).
Vidas ‘boomer’, vidas pequeñas
Una suerte de retrato generacional a través de las novedades de Ignacio Martínez de Pisón, Marta Sanz, Manuel Vilas y Juan Trejo

El escritor Manuel Vilas, autor de 'El mejor libro del mundo'. / JAVIER CEBOLLADA
Me gusta la palabra ‘memoir’ aunque sea un galicismo y no la recoja el diccionario. Me gusta el término y lo que delimita, un género mutante, dúctil, muy libre, que aspira a convertir en literatura el relato de lo vivido. En el fondo, el ‘memoir’ es un viaje hacia la sabiduría y el autoconocimiento, también para el lector. El norteamericano Gore Vidal, en su libro ‘Una memoria’ (1996), estableció una distinción crucial, una definición mediante una línea divisoria que por lo menos resulta útil: "Un ‘memoir’ es cómo recuerda uno su propia vida, mientras que una autobiografía es historia, que requiere investigación, fechas, hechos comprobados". Ahí nos quedamos; las etiquetas producen sarampión, ya lo sé, pero a veces vienen al pelo para hilar cuatro líneas como estas.
Los franceses son los reyes del cotarro, mientras que los anglosajones ostentan un muy merecido virreinato. En las letras hispánicas, en cambio, este subgénero del yo, llamémosle así, no ha gozado históricamente de tanto predicamento, vete a saber por qué; será por el calor excesivo en estas latitudes para la introspección o tal vez se deba al resabio católico del pudor, a la inveterada costumbre de nadar y guardar la ropa.
Coincidencia significativa
No puede hablarse de una eclosión reciente ni mucho menos. El ‘memoir’ va y viene, sube y baja según el ‘zeitgeist’ y la temperatura ambiente. Pero resulta significativo que hayan coincidido en los escaparates de la ‘rentrée’ al menos tres títulos que nadan en el mismo estanque, atravesados además por una flecha generacional: ‘Ropa de casa’ (Seix Barral), de Ignacio Martínez de Pisón (Zaragoza, 63 años); ‘Los íntimos. (Memoria del pan y las rosas)’ (Anagrama), de Marta Sanz (Madrid, 57 años) ; y ‘El mejor libro del mundo’ (Destino), de Manuel Vilas (Barbastro, 62 años). Quizá podría incluirse también en la lista ‘Nela 1979’ (Tusquets), de Juan Trejo (Barcelona, 54 años), el esfuerzo por reconstruir la figura de su hermana Nela, Manuela, hija de emigrantes extremeños, sin estudios, arrollada por la epidemia de la heroína de principios de los años 80.
El ‘memoir’ va y viene, sube y baja según el ‘zeitgeist’ y la temperatura ambiente. Pero resulta significativo que hayan coincidido en los escaparates de la ‘rentrée’ varios títulos
No tendría demasiado sentido volver la vista atrás, ponderar lo vivido, antes de la cincuentena; en eso coinciden. Y en cierto desencanto consustancial a la edad. Vilas: "Toda la aparente desilusión que hay en estas páginas solo es amor no correspondido, llamadas a las puertas de la literatura, que está cerrada para mí porque no voy a escribir el mejor libro del mundo". Sanz asume la vocación literaria hasta las últimas consecuencias, abriéndose camino con un machetito mellado ("Hablo de mi trabajo y de mi no poder cumplir mis sueños"). Pisón se centra en su niñez y juventud, en sus años de formación, proyectando el retrato de un época. De otra manera, Trejo también pinta la atmósfera de esos años, el colosal salto en España hacia la democracia y la modernidad, el choque con los padres, la consolidación de las clases medias. El discreto (y doloroso a veces) encanto de las vidas pequeñas.
A la mitad de todo
En su momento, me encantaron los libros de otros dos ‘boomers’ que también podrían adscribirse al subgénero y al retrato de grupo: ‘Paseos con mi madre’ (Tusquets), de Javier Pérez Andújar (Sant Adrià de Besòs, 59 años), desde la periferia, desde la "internacional de los bloques"; y ‘Los Cinco y yo’ (Tusquets), de Antonio Orejudo (Madrid, 61 años), unas memorias de infancia disfrazadas de novela.
Miembros todos los mencionados de una hornada, en la que me incluyo, que no corrió delante de los grises como nuestros hermanos mayores, aunque compartimos sus valores y prejuicios. "Nos hemos quedado un poco a la mitad de todo, en tierra de nadie. Somos el furgón de cola, un pelotón muy numeroso de benjamines que ha llegado tarde a todo", sentencia Orejudo. Un vibrato generacional.

'Ropa de casa'
Autor: Ignacio Martínez de Pisón
Editorial: Seix Barral
304 páginas. 20,90 euros

‘Los íntimos. (Memoria del pan y las rosas)'
Autora: Marta Sanz
Editorial: Anagrama
504 páginas. 22,90 euros

‘El mejor libro del mundo’
Autor: Manuel Vilas
Editorial: Destino
592 páginas. 22,90 euros

‘Nela 1979’
Autor: Juan Trejo
Editorial: Tusquets
336 páginas. 19,90 euros
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