Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Concierto en Barcelona

Tomatito, un mágico diálogo de gigantes con Camarón y Paco de Lucía en el Palau

El guitarrista almeriense brindó un concierto exquisito con vistas a ambos maestros y la colaboración de músicos como Carles Benavent, Antonio Serrano y su propio hijo, José del Tomate

Concierto de Tomatito en el Palau de la Música dentro de la programación del festival de jazz de Barcelona

Concierto de Tomatito en el Palau de la Música dentro de la programación del festival de jazz de Barcelona / JORDI COTRINA

Jordi Bianciotto

Jordi Bianciotto

Barcelona
Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Tomatito fue acogido este viernes en el Palau como un “amigo íntimo” del Festival de Jazz de Barcelona: así lo presentó su director artístico, Joan Anton Cararach, cuando, acompañado del presidente de The Project, Tito Ramoneda, se le hizo entrega de la Medalla de Oro de la muestra. Honores un músico portador de un arte que “se creó desde el dolor de un pueblo”, y cuyo historial está muy unido a Barcelona y al mismo Palau, donde actuó por primera vez en 1980, acompañando a Camarón.

José Fernández Torres, Tomatito, concibió este concierto, titulado ‘A mis amigos (Paco, Camarón, Barcelona)’ e integrado en la parcela ‘De Cajón’, del Festival de Jazz, como una propuesta singular y un triángulo de afectos con hondas raíces. Arropado por el cante de Morenito de Íllora y Kiki Cortiñas, se entregó a unas alegrías antes de quedarse a solas con su hijo, el guitarrista José del Tomate, en una delicada revisión de ‘Two much’, el tema de la película de Fernando Trueba que 25 años atrás compartió con el piano de Michel Camilo en el álbum ‘Spain’ (y en el que añadió ahora un pellizco de ‘Entre dos aguas’, de Paco de Lucía).

Toque con calidez y emotividad, el suyo, todo expresión, pero sin artificios, y el de José le va a la zaga, como comprobamos en la zambra “del abuelo Miguel” que abordó a solas. “¡Vaya con el niño!”, soltó el progenitor, todo orgullo. Israel Suárez, El Piraña, se sentó a la percusión en las bulerías y la armónica de Antonio Serrano se adentró con audacia en territorios tangueros (argentinos).

Afloró ahí la conexión con el innovador segundo sexteto de Paco de Lucía, del que también formó parte Carles Benavent, quien entró en escena con su bajo eléctrico para abordar la cumbre de la noche. Tomatito y toda la corte se entregaron a una vibrante adaptación de ‘La leyenda del tiempo’, de Camarón (y de Lorca, y de Ricardo Pachón), procedente de aquel álbum de 1979 en el que tomó parte cuando tenía 20 años.

Diálogo surrealista con las estrellas y el misterio del mundo, que Tomatito retomó en un bis para recordar: solo en escena, acompañó con las seis cuerdas la voz grabada de Camarón, nada menos que en la ‘Nana del caballo grande’. De nuevo Lorca, invocando el “agua negra” y el caballo que no quiere beber y “se pone a llorar”, invitando a un mágico fundido a negro en el Palau.

Suscríbete para seguir leyendo