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Estrella de Kosmopolis

Art Spiegelman: "EEUU está inmerso en el fascismo. Los nazis no han muerto, son una plaga"

El dibujante estadounidense, autor de 'Maus', referente del Holocausto y el primer cómic que ganó un Pulitzer, desnuda su "bloqueo" y habla de su desconcierto ante la era Trump y el genocidio en Gaza en un mundo que siente "más peligroso que nunca antes"

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La trastienda de 'Maus'

El dibujante de cómic Art Spiegelman, autor de 'Maus', este jueves en el CCCB.

El dibujante de cómic Art Spiegelman, autor de 'Maus', este jueves en el CCCB. / Jordi Otix

Anna Abella

Anna Abella

Barcelona
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"Estados Unidos está inmerso en una nueva realidad que es el fascismo. Los fascistas y los nazis no han muerto. Son una plaga", lamenta el estadounidense Art Spiegelman, uno de los grandes iconos del cómic que brilla hasta el domingo en el festival Kosmopolis, en el CCCB. El autor de ‘Maus’, obra magna y seminal sobre el Holocausto basada en sus padres, judíos supervivientes de Auschwitz, que le valió en 1992 el primer Pulitzer otorgado a un cómic, se confiesa "sorprendido con lo que está pasando" en su país y tiene la sensación "de que el mundo es más peligroso que nunca antes". "Nunca pensé que Trump fuera elegido presidente, es la peor de las bromas que he vivido. Mis padres huyeron a EEUU en busca de libertad y hoy yo querría huir de EEUU. Trump ha ocupado mi mente", reconoce antes de añadir que se ve incapaz de "luchar contra la estupidez" y de "responder de forma contundente" con su trabajo a este "narcisista malvado, muy malvado", cuyo ego no quiere "alimentar" dibujándole.

Spiegelman se consagró con ‘Maus’, sobre la que ahora Reservoir Books lanza ‘Maus hoy’, una antología ilustrada de 21 ensayos de críticos y académicos que analizan el cómic y su absoluta vigencia. El volumen lo coordina Hillary Chute, que ya participó en 'MetaMaus', trastienda de la que hace 40 años ‘The New Yorker’ ya consideró "la primera obra maestra de la historia del cómic". En 2004, Spiegelman se atrevió con el 11-S en ‘Sin la sombra de las torres’ y ha participado junto a Joe Sacco (‘Palestina’) en una breve historieta sobre el genocido en Gaza. "No sé responder a si aún tengo esperanza en el ser humano. Sí dije que el desastre es mi musa, porque nací en un contexto de trauma y sigo traumatizado desde entonces". No en vano, el reciente documental sobre su vida y obra se titula ‘Art Spiegelman: el desastre es mi musa’. Una cinta que, por el efecto Trump, la tele pública PBS emitió tras eliminar 90 segundos en los que el dibujante llama al republicano "engreído y memo"... Contra él, señala, la única arma que puede funcionar, "mejor que un rifle o un cóctel molotov ante la Guardia Nacional, es el humor, porque lo único que no soporta Trump son las portadas del 'New Yorker'". También ‘Maus’ fue vetado, en 2022 en un colegio de Tennessee y en lugares como Rusia.

Además de a esa musa de la "catástrofe", Spiegelman (1948) apunta a su querencia por el cómic autobiográfico para definir sus libros. "Una obra personalista va mucho más allá. Ante temas como el Holocausto, el 11-S, Trump... es el lugar donde me encuentro cómodo. No habría podido hacer ‘Maus’ si no hubiera tratado sobre mi padre. Lo mismo con el 11-S, nosotros estábamos en la zona cero el día de los atentados. Siempre he circulado entre realidades personales e históricas".

Viñetas de 'Maus'.

Viñetas de 'Maus'. / Art Spiegelman

"Agnóstico del sionismo"

"Tenía la sensación de que debía hacer algo sobre lo que pasa en Palestina", admite Spiegelman sobre su breve colaboración con Sacco. En un encuentro con periodistas se define como "asionista y agnóstico del sionismo" e "hijo de la diáspora que cree en la síntesis de culturas" y recuerda su primer viaje con 13 años a Israel. "Me sentí muy incómodo al ver gente caminando por las calles con pistolas. Entendí cómo funcionaba la situación entre los palestinos y los judíos israelís. Lo comparé a lo que pasaba en EEUU con los negros. Aquel viaje en principio me gustó porque fui a un kibutz y allí los niños y niñas vivían separados de los padres, pero empecé a ver la parte negativa: cuando los jóvenes iban a las afueras llevaban metralletas por si los atacaban los árabes". "No quiero que ‘Maus’ se utilice como una herramienta para reclutar personal para el Ejército israelí", insiste hoy quien rompió moldes al dibujar a los judíos como ratones y a los nazis como gatos y dedicó 13 años a escribirla basándose en las conversaciones que mantuvo con su padre, con quien casi no se hablaba.

Portada de 'Maus'.

Portada de 'Maus'. / Art Spiegelman

Quiso trabajar en esa pieza sobre Gaza para alejarse "del bloqueo mental" que experimenta. "La etapa de Trump me ha desorientado muchísimo. La cultura francesa tiene la obra ‘Ubú rey’, de Alfred Jarry. Ya no nos hace gracia ver a Ubú en las noticias, porque la única arma que tenemos para afrontarlo es el sarcasmo y la sátira, pero es mucho menos eficaz que tener todos los poderes del Gobierno para detener a personas, enviar soldados a Nueva York, deportar a inmigrantes y alterar lo conseguido en el acceso a la sanidad pública… Ubú ha vuelto a la ecuación", recalca volviendo al presidente republicano. Sobre él ya dijo el miércoles que no cree que "haya leído otro libro que no sea ‘Mein Kampf’", durante la charla de Kosmopolis junto a su mujer, Françoise Mouly, directora de arte de la revista ‘The New Yorker’, con quien fundó la influyente revista ‘Raw’ en los 80 (donde empezó a publicarse ‘Maus’ por entregas), y otros dos grandes del cómic, Charles Burns y Chris Ware (que en noviembre cerrará su exposición 'Dibujar es pensar' en el CCCB).

Ahora, mientras espera que una "musa" desencalle ese "bloqueo" que afirma que es su "peor miedo", intenta hacer "un libro de esbozos sobre Trump que se ha convertido en un libro de quejas".

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