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Ferran Torrent renuncia al Premi de les Lletres Valencianes ante la “deriva” de Mazón con el valenciano

El escritor de Sedaví considera una "contradicción" mantener el galardón de la Generalitat cuando él es un declarado defensor de la unidad de la lengua

Carlos Mazón y Ferran Torrent en el acto de entrega del Premi de les Lletres Valencianes en 2024.

Carlos Mazón y Ferran Torrent en el acto de entrega del Premi de les Lletres Valencianes en 2024. / Rafa Arjones

Voro Contreras

València
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El escritor Ferran Torrent ha presentado su renuncia al Premi de les Lletres Valencianes por la “deriva académica e institucional” que ha tomado el Consell “cada vez más poco respetuosa con el valenciano, con su presencia pública y con su valor como lengua de cultura”.

En una carta dirigida al presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, a la que ha tenido acceso Levante-EMV, Torrent asegura que toma esta decisión “desde el respeto personal, pero también desde la convicción de que la lengua no puede ser sometida a silencios burocráticos o a criterios políticos que desnaturalizan su papel central en nuestra identidad colectiva”. “No es posible disociar las letras valencianas de la lengua les que da sentido”, explica el escritor, que recibió el galardón el 8 de octubre de 2024 en Alicante.

En los últimos años, el Premi de les Lletres Valencianes lo ha recibido, entre otros, escritores como Juan José Millás (2022), Marc Granell (2020), Vicente Muñoz Puelles (2018), Joan Francesc Mira (2016), Manuel Vicent y Laura Gallego (2014), Antonio Porpetta (2012) o Santiago Posteguillo (2010). El premio estuvo dotado con una cuantía económica de 15 000 euros, hasta que en 2012 se suprimió la remuneración.

"Es papel mojado"

En este sentido, Torrent señala que aceptó el Premi de les Lletres Valencianes porque la persona que se lo comunicó, el director general de Cultura, Miquel Nadal, “humana e intelectualmente me merece todos los respetos”. “También porque entonces todavía quería creer que aquel reconocimiento formaba parte de cierta normalidad política y cultural que, a pesar de los avatares, podía mantener viva una dignidad institucional”.

El escritor de Sedaví explica en la misiva a Mazón que el diploma que le libró el jefe del Consell “se lo llevó la barrancada” del 29 de octubre. “Y, quizá, aquel presagio fue suficiente: probablemente, ya sabía el agua desatada que el premio era papel mojado”, concluye Torrent.

Ya en una entrevista concedida a este periódico el pasado mes de febrero, el autor de “Gràcies per la propina” aseguró que hubiera ya devuelto el Premi ante la gestión que la Generalitat estaba haciendo de la catástrofe. “Pero ahora sería hacer demagogia y volver a centrar la atención en mí”, justificaba a continuación.

"Me parece una contradicción"

En declaraciones esta misma tarde a Levante-EMV, Torrent ha revelado que ha presentado la carta en la que renuncia al Premi de les Lletres mediante un registro de entrada en el Ayuntamiento de Sedaví, la localidad en la que reside. "Lo he hecho telemáticamente porque quería evitarme el número de ir a la Generalitat", ha explicado el escritor, quien también ha señalado que tomó la decisión hace unas semanas a raíz de las diferentes declaraciones del "president" Mazón y su gobierno respecto al uso del valenciano y la unidad de la lengua.

"Cuando acepté el premio hace un año fue porque me lo comunicó Miquel Nadal, que es una persona a la que respeto mucho intelectualmente y humanamente, y porque, al premiarme a mí, creí que la derecha estaban haciendo un esfuerzo por normalizar el valenciano". "Pero si lo que parece que pensabas hace un año, ya no lo piensas, que yo tenga ese premio me parece una contradicción por parte de ellos y por parte mía", ha concluido.

El debate de la lengua

Lo cierto es que en las últimas semanas el jefe del Consell ha intensificado su política respecto al valenciano. Ya en el Debate de Política General en las Corts celebrado el 23 de septiembre, realizó varios anuncios que tienen que ver con la lengua propia, como la promesa de impulsar los cambios normativos necesarios para modificar el nombre de la Acadèmia Valenciana de la Llengua para que pase a denominarse Acadèmia de la Llengua Valenciana. Además, anunció que la Generalitat iniciará los trámites para que los estudiantes de la Comunitat Valenciana puedan decidir examinarse de Castellano o Valenciano en la PAU o elegir cuál de las dos notas computa.

Después, en su discurso institucional del 9 d'Octubre destacó que la lengua valenciana "no necesita añadidos, comillas, barras ni guines porque tiene su identidad propia, forjada por siglos de amor del pueblo que la habla y de un Estatut d'Autonomia que la define". Rechazó así la doble denominación de la lengua, avalada por la Acadèmia Valenciana de la Llengua, ente normativo y sobre el que Mazón ha puesto también el foco.

Un premio al humor y la ironía

La Generalitat decidió concederle el Premi de les Lletres Valencianes a Ferran Torrent “como reconocimiento a su talento para pasar por el tamiz del humor y la ironía las historias que cuenta, y para construir un universo de ficción en el que se representa la estampa de la ciudad de València”.

En el acto de entrega de estos galardones culturales celebrado el 8 de octubre en Alicante, Torrent habló en representación de todos los premiados y defendió una “Cultura que no admite más título de propiedad que el reconocimiento a los autores”. El escritor lanzó “una llamada para que las sociedades” se acerquen a las manifestaciones artísticas “sin apriorismos ideológicos”. “¿Dejaríais de leer a Josep Pla, Joan Fuster o Gilbert K. Chesterton por discrepancias políticas, religiosas o ideológicas?”, preguntó a la audiencia.

Torrent finalizó aquel discurso reconociendo estar "sinceramente agradecido" por el galardón literario, "que no esperaba" y que, confesó, compartió con su hermana María Isabel, enferma de alzhéimer, cuando aún no podía hacerse público. "Fueron veinte segundos de ilusión por los que mereció la pena romper el secreto", reveló.

La carta de Ferran Torrent a Carlos Mazón

Senyor president de la Generalitat,

El 8 d’octubre de l’any passat, a la ciutat d’Alacant, em va lliurar el Premi de les Lletres Valencianes. Vaig acceptar-lo perquè la persona que m’ho va comunicar, Miquel Nadal, Director General de Cultura, humanament i Intel.lectualment, em mereix tots els respectes; també, perquè aleshores encara volia creure que aquell reconeixement formava part d’una certa normalitat política i cultural que, malgrat els avatars, podia mantindre viva una dignitat institucional.

Hui, però, davant la deriva que ha pres el Consell –una deriva acadèmica i institucional cada vegada més poc respectuosa amb el valencià, amb la seua presència pública i amb el seu valor com a llengua de cultura-, em veig obligat a renunciar al guardó.

Ho faig des del respecte personal, però també des de la convicció que la llengua no pot ser relegada ni sotmesa a silencis burocràtics o a criteris polítics que en desnaturalitzen el paper central en la nostra identitat col.lectiva. No és possible dissociar les lletres valencianes de la llengua que hi dona sentit.

El diploma que vosté em va lliurar se’l va endur la barrancada. I, potser, aquell presagi fou suficient: probablement, ja sabia l’aigua desfermada que el premi era paper mullat.

Atentament

Ferran Torrent

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