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Arte

Modernísima Maruja Mallo: las pinturas que la convirtieron en la mujer más adelantada de su tiempo

El Museo Reina Sofía acoge la mayor retrospectiva dedicada a la emblemática artista de la Generación del 27: "Presentó un mundo radicalmente nuevo"

La pintora Maruja Mallo, en su taller.

La pintora Maruja Mallo, en su taller. / EPE

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El último cuadro que Maruja Mallo (1902-1995) pintó en España antes de exiliarse en Argentina fue Sorpresa del trigo. Lo pintó en 1936, poco antes huir de la Guerra Civil. En él aparece la diosa Deméter sujetando tres espigas con la mano derecha y agarrando tres brotes en la izquierda. Una estampa que surgió durante la manifestación del aquel 1 de mayo, donde vio alzarse entre la multitud un brazo con un enorme pan. Fue el primer lienzo de La religión del trabajo, una transgresora serie sobre los vínculos del hombre con su vida laboral. La libertad con que la alumbró ha sido una constante en una obra que, ahora, 20 años después de su muerte, recupera el Museo Reina Sofía en la mayor retrospectiva dedicada a Mallo.

Máscara y compás acoge casi 300 pinturas, dibujos y documentos que subrayan la modernidad con la que la artista de la Generación del 27 afrontó su carrera. "Mallo presentó un mundo radicalmente nuevo en el que utilizaba el imaginario de lo popular, que para ella era lo moderno, como el cine, el deporte, la fiesta. Nunca había existido un universo visto a través de una mirada femenina. Se convirtió en el modelo de mujer moderna, profesional e independiente", ha comentado Patricia Molins, comisaria de una exposición que estará abierta al público hasta el 16 de marzo.

'Canto de las espigas' (1939), de Maruja Mallo.

'Canto de las espigas' (1939), de Maruja Mallo. / CENTRO BOTÍN / Europa Press

A lo largo de su trayectoria, Mallo se preocupó por reflejar los intereses e inquietudes de su época, adelantándose incluso a su tiempo. De hecho, la universalidad con la que abordó las diferencias económicas, raciales y sexuales, así como su consideración del mundo como un sistema ecológico interrelacionado y del arte como medio para revelar aspectos desconocidos, fueron los ejes de su obra.

La muestra, organizada a caballo entre el Museo Reina Sofía y la Fundación Botín, pone en valor la dualidad entre lo popular y la vanguardia que tanto marcó sus piezas. El proceso de reconciliación al que tuvo que enfrentarse durante su etapa en Buenos Aires está presente en paisajes y retratos que le recuerdan una y otra vez su condición de exiliada. Un hecho que arrastrará a lo largo de su vida y que, de un modo u otro, salpicó toda su producción.

La comisaria de la exposición 'Maruja Mallo: Máscara y compás', Patricia Molins, posa durante la presentación de la exposición en el Museo Reina Sofía en Madrid. EFE/ Fernando Villar. añade vídeo

La comisaria de la exposición 'Maruja Mallo: Máscara y compás', Patricia Molins, posa durante la presentación de la exposición en el Museo Reina Sofía en Madrid. EFE/ Fernando Villar. añade vídeo / FERNANDO VILLAR / EFE

Ciencia, arte y mitología

"Fue un impulso fundamental para la construcción de una sociedad moderna, inspiró por su capacidad para performar su propia imagen y también por su innovadora invención de una cultura visual para la ciencia ficción en sus últimas producciones", ha asegurado Manuel Segade, director del Reina Sofía. El recorrido está organizado de manera cronológica tomando como referencia todos los géneros y terrenos en los que Mallo se curtió: llevó el realismo mágico hasta la periferia, creando imágenes surrealistas en todo Madrid. Ciencia, arte y mitología confluyen en una obra que traspasó fronteras.

En contacto constante con Jean Cassou, Pablo Ruiz Picasso, René Magritte y Jean Arp, entre otros, Mallo reivindicó la figura de la mujer en un mundo mayoritariamente masculino. Ferviente republicana y encarnación de la mujer libre, Salvador Dalí la definió como "mitad ángel, mitad marisco".

Retrato de Maruja Mallo en su estudio 1936.

Retrato de Maruja Mallo en su estudio 1936. / VICENTE MORENO | INSTITUTO DEL PATRIMONIO CULTURAL DE ESPAÑA

Dos piezas inéditas

Para la ocasión, se han recuperado dos piezas: una Arquitectura mineral encontrada en un colección privada en Madrid y un dibujo inédito en poder de su familia en Asturias. Asimismo, pueden apreciarse escritos y estudios que ponen en valor su obra. De ahí que muchos de sus retratos puedan considerarse autorretratos performativos, un aspecto que destaca el proyecto que puede realizarnose con su interés por el teatro. Una faceta que no pudo desarrollar a pesar de su empeño y que queda patente con la reproducción de una maqueta para ópera-ballet que nunca registró por el estallido de la Guerra Civil.

Además, la muestra contará con una alfombra efímera en la entrada principal del Reina Sofía, realizado por la Asociación Cunchas e Flores de Bueu, con apoyo de la Junta de Galicia, de 12 metros de largo y dos de ancho, inspirada en la producción artística y la personalidad de la creadora.

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