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Estrenos de series

Crítica de 'Monstruo: la historia de Ed Gein': retrato e historia cultural pop de un asesino

Este acercamiento al asesino y profanador de tumbas de Wisconsin es también una exploración de la influencia de su figura en el cine de terror del siglo XX

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Charlie Hunnam como Ed Gein en 'Monstruo: La historia de Ed Gein'.

Charlie Hunnam como Ed Gein en 'Monstruo: La historia de Ed Gein'. / EPC

Juan Manuel Freire

Juan Manuel Freire

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'Monstruo: La historia de Ed Gein'

Creador: Ian Brennan 

Dirección: Max Winkler, Ian Brennan 

Reparto: Charlie Hunnam, Suzanna Son, Vicky Krieps, Laurie Metcalf

País: Estados Unidos

Duración: 45-65 min. (8 episodios)

Año: 2025

Género: Drama de terror 

Estreno: 3 de octubre de 2025 (Netflix)

★★★

Tras explorar las biografías de Jeffrey Dahmer, el llamado ‘carnicero de Milwaukee’, y los hermanos Erik y Lyle Menendez, chicos de buena familia que mataron a sus padres en su mansión de Beverly Hills, el productor Ryan Murphy y su cómplice habitual Ian Brennan dedican la nueva entrega de la serie antológica 'Monstruo' al considerado primer monstruo quintaesencialmente estadounidense, Ed Gein, granjero de un pueblo perdido de Wisconsin con aficiones macabras. Se le conocen dos asesinatos, pero es conocido, sobre todo, por desenterrar cadáveres y usar piel, huesos y partes humanas para hacerse máscaras, trajes u objetos decorativos para el hogar

Sus crímenes y aficiones inspiraron algunos importantes monstruos del cine: el Norman Bates de 'Psicosis' (1960), el Leatherface de 'La matanza de Texas' (1974) o el Buffalo Bill de 'El silencio de los corderos' (1991). Además, su historia fue adaptada más directamente en 'Trastornado: Deranged' (1974) o 'biopics' aún más declarados como 'Ed Gein' (2000), ganadora a mejor película en Sitges, y 'Ed Gein: The Butcher of Plainfield' (2007), protagonizada por Kane Hodder (el Jason de cuatro entregas de 'Viernes 13'), ambos menos estrambóticos y ambiciosos que la serie que ahora Netflix se ha atrevido a estrenar. 

El habitualmente apuesto Charlie Hunnam (que a punto estuvo de ser Christian Grey) frunce el gesto y busca una curiosa vocecilla para dar vida a Gein, en principio el apocado hijo pequeño de una madre ultrarreligiosa (Laurie Metcalf) que quiere alejarlo de cualquier contacto con el género femenino, empezando por la vecina Adeline Watkins (estelar Suzanna Son), presentada como una joven de gustos oscuros que sueña con ejercer como ayudante de Weegee (¡Elliott Gould!), el fotógrafo de sucesos que inspiró el personaje de Joe Pesci en 'El ojo público'. 

Charlie Hunnam como Ed Gein en 'Monstruo: La historia de Ed Gein'

Charlie Hunnam como Ed Gein en 'Monstruo: La historia de Ed Gein' / EPC

Según la visión de la serie, con bastantes partes de pura invención, fue Adeline quien desató la criminalidad de Gein al mostrarle fotos reales de los campos de concentración nazis. Revistas 'pulp' de dudosa calaña llevan al protagonista a desarrollar su obsesión por Ilse Koch (la mismísima Vicky Krieps), la sádica esposa del comandante de Buchenwald, convertida de vez en cuando en inesperado centro de la acción. En su búsqueda de los motivos de Gein, Brennan (guionista de todos los episodios) indaga en su relación con su madre, su esquizofrenia y una obsesión por el cuerpo femenino (la llamada ginofilia) que no debe confundirse con transexualidad, algo que en la serie nos aclara Christine Jorgensen (Alanna Darby), una de las primeras mujeres que se operaron para cambiar de sexo. Como tantas producciones de Murphy, 'La historia de Ed Gein' tiene mucho de historia 'queer' de Estados Unidos. También como es habitual en el productor, se presenta a la mujer madura como ser sexual, esta vez a través del personaje de la dueña de ferretería encarnada por Lesley Manville

Para seguir añadiendo capas conceptuales al proyecto, Brennan se preocupa por explicarnos el impacto de Gein en la cultura pop: de qué modo influyó (o, dicho sea de paso, pudo influir) en el desarrollo de 'Psicosis', 'La matanza de Texas' y 'El silencio de los corderos', profundizando sobre todo en los dos primeros ejemplos. Tras transformarse en Truman Capote para 'Feud', Tom Hollander se deja aquí colocar capas y capas protésicas para ejercer como Hitchcock, quien habría fichado a Anthony Perkins (Joey Pollari) por intuir en él una vida secreta, en su caso la homosexualidad. También vemos al director Tobe Hooper (Will Brill) creando a Leatherface o a Ted Levine (Golden Garnick) haciendo su famoso baile de genitales ocultos como Buffalo Bill. 

En la recta final, la menos convincente, se apuesta por el drama más o menos sincero para buscar una humanización bastante forzada y repasar la relación de Gein con la justicia criminal y un sistema sanitario que por entonces desatendía la salud mental. Incluso en estos momentos, sea como sea, Max Winkler (que firma seis de los ocho episodios) dirige con una intención y precisión que conmoverán a los espectadores cansados de formas indiferentes o aceleradas. 'La historia de Ed Gein' es siempre plásticamente bella; casi demasiado bella, dirán algunos, teniendo en cuenta lo cruento de lo contado. La belleza de lo macabro y grotesco siempre será discutida.

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